El caos sacude su cabeza de meduza, salpicando al mundo, unificando en la inestabilidad, naciones dividias por fronteras.
En Latinoamérica, cambio climático, escasez alimentaria y aumentos generales de precios, podrían unificar varias naciones en un caos.
En Perú y Ecuador, separadas por fronteras, se unifican con protestas generalizadas y constantes, contra los aumentos, ambas naciones pueden unificarse en un solo caos.
Perú lleva cinco presidentes en menos de cinco años, el actual, Pedro Castillo, no ha cumplido un año, pero las protestas generalizadas amenazan con tumbarlo.
En Ecuador el gobierno perdió control de Puyo, una ciudad de la amazonía, el presidente Guillermo Lasso denuncia intenciones golpistas detrás del caos.
Perú y Ecuador son fronterizas con Colombia, un estallido de protestas colombianas, podría unificar las tres naciones en un solo caos.
Túnez y Egipto, en Africa, avanzan hacia la inestabilidad que vive Sri Lanka, protestas globales, mundializarán el caos.
Lo peor, todavía no ha llegado.
El mundo en desarrollo sufre los efectos iniciales de la escasez y carestía alimentaria y de combustibles. Faltan las restricciones oficiales para reducir emisiones de gases de fecto de invernadero.
En Holanda el gobierno quiere reducir un 50% en las emisiones de CO2, limitando al 50% las operaciones de camiones y otras maquinarias de producción y transporte alimenticio.
Nueva Zelandia intenta gravar los eructos y flatulencies de ovejas y ganado vacuno.
Sobre la escasez alimentaria, las restricciones y gravámenes oficiales harán los precios al consumidor, absolutamente inalcanzables.
Esas restricciones y gravámenes cubrirán el mundo, las protestas generalizadas, nos arrastrarán al agujero negro del caos planetario.
Todo esto es absolutamente necesario para destruir la estabilidad actual, entonces podrá surgir el cacareado Nuevo Orden Mundial.
Todas estas son decisiones fríamente calculadas, al final de este proceso el hambre y las protestas, matarán cientos de millones. ¿será ese el objetivo final?