SAN ANDRÉS, Colombia (AP) — A falta de un hipódromo, las carreras de caballos en la isla colombiana de San Andrés se abren paso en medio de la vegetación en un estrecho camino rocoso de 800 metros de longitud en el que se enfrentan dos ejemplares por un premio de unos 16.700 dólares.
Por 45 segundos de carrera unas 3.000 personas se juntaron para apostar por Black Stallion y Time Will Tell, dos pura sangre que compitieron en la segunda carrera que celebran los isleños después del paso del huracán Julia en octubre que causó intensas lluvias y vientos huracanados. No hubo muertos, pero decenas de casas y algunos establos resultaron afectados.
El entrenador de caballos Denis Hooker posa con su caballo Pereque y los trofeos ganadores de Pereque en la isla de San Andrés en Colombia, el viernes 11 de noviembre de 2022. (AP Foto/Iván Valencia)
La yegua Time Will Tell, de 7 años, fue la ganadora. Su entrenamiento, como el de otros caballos en la isla, se hizo en las playas durante la madrugada, cuando hay menos turistas. Los jinetes buscan proteger a los caballos al cabalgar en la arena y no en los caminos rocosos en los que suelen competir y resultar heridos.
Denis Hooker entrena a su caballo de carreras llamado Pereque en el mar cerca de la costa de la isla de San Andrés en Colombia, el viernes 11 de noviembre de 2022. (AP Foto/Iván Valencia)
Ullis Livingston, uno de sus cuidadores, contó a The Associated Press que en los tres días previos a la competencia durmieron en el establo con la yegua como parte de la tradición ante el temor de que la doparan o hirieran. Otros entrenadores como Erick Corpus hablan incluso de “magia negra que se utiliza para envenenar caballos”.
La tradición hípica se ha mantenido por más de 100 años en el territorio de los raizales, una etnia nativa de las islas del Caribe colombiano descendiente de indígenas, europeos y africanos.
Los espectadores aplauden mientras el caballo de carreras Time Will Tell pasa corriendo durante una carrera a través del bosque en la isla de San Andrés en Colombia, el sábado 12 de noviembre de 2022. (AP Foto/Iván Valencia)
Denis Hooker, de 69 años, es el jinete más antiguo y vivo de la isla y calcula que actualmente existen unos 18 caballos de carreras en San Andrés. Él mismo es reconocido en las carreras por ser entrenador y criador de caballos de raza.
La pasión de Patrick Stephens, de 49 años, por los caballos inició con su abuelo, quien trabajó décadas atrás recolectando y transportando cocos en la isla con caballos a falta de carreteras pavimentadas. Los trabajadores en su tiempo libre competían y apostaban por sus caballos criollos.
El caballo de carreras Chelsea termina último, después del caballo de carreras Dubai, en una carrera de dos caballos en la isla de San Andrés en Colombia, el sábado 12 de noviembre de 2022. (AP Foto/Iván Valencia)
Stephens aseguró a AP que con los años los isleños empezaron a importar caballos de Nicaragua, Jamaica o del interior de Colombia y actualmente hay caballos de raza en la isla que suelen valer miles de dólares.
Las carreras han sido usualmente un deporte de hombres. En la historia reciente de la isla sólo una mujer ha competido como jinete. Leadid de la Cruz, de 44 años, recuerda que tenía sólo 12 años cuando empezó a cabalgar, primero como parte del trabajo ganadero de su familia y luego en competencias informales con caballos silvestres que domaba o algunos que le regalaban.
Un caballo de carrera de pura sangre frente a una casa en la isla de San Andrés, Colombia, el miércoles 9 de noviembre de 2022. (AP Foto/Iván Valencia)
“La gente aquí me admira, hasta los niños, mucha gente me pregunta que por qué no sigo”, contó a AP Brand, quien se retiró a los 27 años para cuidar de su familia.
Los jinetes bañan a sus caballos de carrera en el mar en las primeras horas de la mañana en la isla de San Andrés en Colombia, el martes 8 de noviembre de 2022. (AP Foto/Iván Valencia)
Las tradicionales carreras de caballos se mantienen vivas en la isla y ocupan a cuidadores, veterinarios, jinetes y a los espectadores que luego de la carrera festejan con los ganadores.
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La periodista de AP Astrid Suárez contribuyó desde Bogotá.