Domingo 22 de junio. 2:00PM Government Center de Stamford
Foto: Alexis Abarca, Pedro Lazo, Julio Endara, Diego Tocain, Eduardo Andrade, Luis Yumbla y Kleber Amaya.
(sentadas) Cathy Cabrera, Alexia Endara, Patricia Guza, Jennifer Wiesner-Ramos, Verónica Tocain.
La Junta Directiva del Comité Cívico Ecuatoriano del Condado de Fairfield con sede en Stamford (Ecuadorian Civic Committee of Fairfield County, Inc.), anuncia que el domingo 22 de junio a partir de las 2:00PM en el edificio del Government Center de la ciudad, se realizará la ceremonia de entrega del premio: “Beca a la Excelencia Estudiantil del 2025” a cinco jóvenes, tres de ellos de origen colombiano, peruano y guatemalteco y dos ecuatorianos; quienes son estudiantes de las escuelas secundarias de Norwalk y Stamford y en este otoño ingresarán a la universidad.
El Tribunal Calificador conformado por los maestros: Reene Nemchek, David Durrell y Juan Pazmiño, pertenecientes al Sistema Escolar y de Bellas Artes de Stamford y Norwalk; coincidieron que acorde con los ensayos escritos sobre sus vivencias, las calificaciones estudiantiles y el trabajo como voluntarios en comunidad, cinco de los jóvenes de las escuelas públicas fueron seleccionados como ganadores del Fondo de Beca 2025 del Comité Cívico Ecuatoriano; además serán declarados formalmente como: Guardia de Honor de la bandera del Ecuador y de la bandera de los Estados Unidos..
Santiago Muñoz. Colombia
Nació el 9 de julio de 2007 en Norwalk. Vive con su hermana Samantha, de 14 años, y con sus padres, Sergio y Sandra Muñoz, originarios de Medellín, Colombia.
Recientemente se graduó de PTech High School. En agosto de este año comenzará la carrera de Ciencias Biomédicas con especialización en Ciencias Forenses en la Universidad de UConn, en Storrs, Connecticut.
En su tiempo libre, disfruta jugar fútbol, ir al gimnasio y trabajo como asistente de terapia física en una clínica.
Siento un profundo orgullo de ser el primer miembro de su familia en cursar estudios universitarios y se esfuerzo por alcanzar su meta de convertirse en un profesional que represente con orgullo a su familia y a la cultura colombiana.
Nicolás Manco, Ecuador
Nació en Stamford. Es considerado por su entorno familiar y comunitario como un excelente ser humano, cuya dedicación, sensibilidad y principios lo distinguen. Desde pequeño ha demostrado una fuerte ética de trabajo, reflejada en su destacado desempeño académico. Ha mantenido excelentes notas gracias a su esfuerzo constante y compromiso con sus estudios.
Desde los 5 años, el fútbol ha sido una de sus pasiones. A través de este deporte no solo ha desarrollado habilidades físicas, sino también valores como el trabajo en equipo, la disciplina y la perseverancia. Además, ha participado activamente en labores de voluntariado, demostrando su empatía y su deseo genuino de ayudar a los demás.
Como hijo y como hermano, Nicolás es ejemplar: respetuoso, considerado y siempre dispuesto a apoyar a su familia. Tiene una clara noción de lo que está bien y lo que no, y actúa guiado por valores sólidos y un profundo sentido de responsabilidad. Nicolas es, sin duda, una persona íntegra, con un futuro prometedor y un corazón generoso. En este otoño ingresará a Boston University (BU) – Business
María Paula Pazos Pinos, Ecuador
Graduada de Westhill High School y, a pocas semanas de iniciar su carrera profesional en Western Connecticut State University, se prepara para seguir su carrera de Enfermería. Le encanta trabajar con la gente y siempre he sentido el deseo de ayudar a los demás. Se siento agradecida de haber recibido una beca del Ecuadorian Civic Committee of Fairfield County, Inc., como un reconocimiento que significa mucho para su familia y ella, una oportunidad de motivación seguir creciendo.
Como joven ecuatoriana, también se llena de orgullo de representar su cultura y demostrar que, con esfuerzo y dedicación, todo es posible. Quiere seguir siendo un ejemplo positivo dentro de su comunidad, apoyando a otros jóvenes para luchar por sus sueños y no rendirse jamás.
Rodrigo Guzmán, Perú
Es un estudiante de 18 años, originario de Perú. Se mudó a Estados Unidos en el 2019, durante sexto grado. Le tomó seis meses aprender inglés, y a partir de ahí, comenzó su camino. A medida que adquiría más confianza con el idioma, comenzó a participar en clubes escolares, a hacer voluntariado y a prepararse para los desafíos de la secundaria.
Una vez que comenzó la secundaria, tomó la iniciativa de aprender más sobre el proceso de solicitud de ingreso a la universidad, que era completamente nuevo para él. A lo largo de sus cuatro años, continuó haciendo voluntariado, trabajó como consejero en un campamento de verano y se convirtió en miembro activo de UConn ConnCAP. Allí, participó en reuniones extraescolares, visitas a universidades, mentoría, proyectos de servicio y capacitación en liderazgo. Si bien mantuvo un excelente rendimiento académico, Rodrigo también reconoció la importancia de ampliar su participación en actividades extracurriculares.
Durante sus dos últimos años de secundaria, se unió a varios clubes y organizaciones, como FBLA, el equipo de voleibol, la Sociedad Nacional de Honor (NHS), la Sociedad Nacional de Honor de Inglés (NEHS), Building One Community y Person to Person. También realizó prácticas en Tiffany Outdoor Inc., donde analizó datos de participación de la audiencia y medios de comunicación basados en lugares para comunidades diversas.
Este año, realizará prácticas en el Departamento de Servicios de Ingresos de la Ciudad de Stamford, donde ayudará a procesar pagos, aprenderá conciliación financiera y apoyará un nuevo sistema para la gestión de transacciones municipales. Como joven peruano a menudo se ha sentido inseguro de su lugar, pero mantiene su compromiso con el crecimiento personal y espera seguir contribuyendo a su comunidad.
Maryori Martínez, Guatemala
Es estudiante de la escuela Academy of Information Technology & Engineering y este otoño ingresará a la Universidad de Connecticut. Se define como una joven que tiene arraigada su cultura y la resiliencia a las tradiciones guatemaltecas y la experiencia de migrar a Estados Unidos, ha influido profundamente en su trayectoria educativa y en el papel que desempeño en su comunidad.
Le ha enseñado a valorar el trabajo duro, a abrazar la empatía y a liderar con un propósito que va mucho más allá del éxito personal. Su historia no se trata solo de adaptarse a un nuevo país, sino de convertir las dificultades en fortaleza y las dificultades en una razón para dar.
Al crecer en Guatemala, presenció los sacrificios que hacía su madre para dar, incluso cuando teníamos tan poco. Compartía comida con los vecinos, ofrecía ayuda a los demás y extendía su generosidad con las manos abiertas, sin importar cuán vacías se sintieran las suyas. Cuando se mudó a Stamford a los once años, trajo consigo no solo mis sueños, sino también las esperanzas de cada niña que dejó atrás y que nunca tuvieron la oportunidad de perseguir los suyos. No hablaba inglés y a menudo se sentía fuera de lugar. Recuerda el miedo a levantar la mano en clase, temerosa de su acento. Pero su cultura le recordó que luchar no significa ser débil, significa que estás creciendo.
Utilizó su voz como inmigrante y latina para animar a quienes a menudo se sienten ignorados. Ya sea organizando eventos o asesorando a estudiantes más jóvenes en la iglesia, muchos de familias inmigrantes. Lideró con la misma compasión que su madre mostró cuando dio incluso cuando no tenía nada. “Mi pasado alimenta mi propósito, y mi propósito es simple: convertir mi educación en una oportunidad, no solo para mí, sino para quienes aún esperan su oportunidad. Mi historia refleja lo que mi cultura me enseñó: que la fuerza nace en la lucha, el liderazgo nace en el amor, y que incluso con poco, puedes darlo todo”, dijo Maryori.