¿Sabía usted que el rol de un notario en Estados Unidos es muy diferente al que tienen en muchos países de América Latina? En nuestros países, los notarios son figuras altamente respetadas que desempeñan funciones cruciales, como la redacción y registro de documentos legales, la autentificación de contratos y la verificación de actos oficiales. Sin embargo, en Estados Unidos, el rol de los notarios es sumamente limitado.
En Estados Unidos, los notarios se encargan únicamente de autenticar firmas, verificar la identidad de los firmantes y presenciar la firma de documentos. Aunque su función es esencial para la validez de muchos trámites, es crucial entender que no tienen autoridad para brindar asesoría legal ni para actuar en nombre de un cliente en asuntos legales. Solo los abogados licenciados pueden desempeñar estas funciones.
Para que un individuo sea notario público en Estados Unidos, basta con que sea mayor de 18 años, no tenga antecedentes penales, sea residente permanente o ciudadano estadounidense, y que sepa leer y escribir en inglés. Además, debe tomar un curso de apenas 3 horas de duración y pagar por sus materiales y seguro.
El desconocimiento de estas limitaciones por parte del público facilita los fraudes cometidos por notarios deshonestos que, con pleno conocimiento de sus restricciones legales, se presentan falsamente como asesores legales o expertos en trámites migratorios.
Estos notarios deshonestos no solo traicionan la confianza de quienes buscan su ayuda, sino que también comprometen el futuro de sus trámites migratorios, resultando en una considerable pérdida de tiempo y dinero. A menudo, provocan la denegación de solicitudes, deportaciones y otros serios problemas que pueden devastar su vida.
Es fundamental que la comunidad inmigrante comprenda que un notario en Estados Unidos no es un abogado y no tiene la capacidad legal para brindar asesoría jurídica ni para gestionar trámites migratorios.
La única forma de asegurar que sus trámites migratorios se manejen correctamente es consultando a un abogado de inmigración certificado. No permita que charlatanes pongan en riesgo su futuro y el de su familia.
Evite costosos errores consultando siempre a un abogado de inmigración licenciado para todos sus asuntos migratorios. ¡Más vale precaver que lamentar!