Culminando una serie de irregularidades en la División de Defensores Públicos del sistema judicial de Connecticut, la comisión directorio el cual controla este importante servicio presidida por su presidente el Richard Palmer, decidió suspender a la jefa de esta división la abogada Tashun Bowden después de meses de una disputa acerca de su negligencia en supervisar, actuar y reprender a un subordinado que publicaba a través de un correo interno usado únicamente para trámites legales, información inapropiada incluidos anuncios de servicios para mujeres solteras.
Este mismo sujeto también había comenzado a crear grupos de discusión de temas raciales con defensores públicos de la raza afroamericana lo que produjo reclamos de otros abogados latinos y anglosajones que vieron y experimentaron estas acciones como una tendencia segregacionista innecesaria en este ámbito profesional y que incluyeron criticas infundidas acerca de sus labores jurídicas.
Tashun Bowden-Lewis fue removida de su cargo para que se desempeñe en labores administrativas con pagas hasta que finalice una investigación interna acerca de las conductas y acciones reñidas con el comportamiento profesional. Según Richard N. Palmer de confirmarse las acusaciones, éstas serán la base para otras sanciones disciplinarias.
La comisión nombró a la subdirectora de la división de Defensores públicos a John Day en carácter de jefe interino. La comisión también dejó sin efecto acciones disciplinarias impuestas por Tashun Bowden-Lewis en contra de los funcionarios Gregory Dion y Deborah Del Prete Sullivan relacionados con la supervisión en el uso de tecnología digital.
Jennifer Crumbley, primera madre culpable en USA por proveer un arma a su hijo
Esta mujer de 45 años, madre de un hijo al que con su esposo James le habían regalado un arma de fuego y con la cual este último a cuatro compañeros de estudio hiriendo a otros siete en la escuela Oxford High School en Michigan. Fue encontrada culpable de asesinato involuntario en esta masacre acontecida el 30 de noviembre de 2021 conmoviendo a toda la nación.
Crumbly enfrenta una sentencia de 15 años en prisión por cuatro asesinatos involuntarios la cual se anunciará en el próximo mes de abril. James, el padre del joven asesino que tenia 15 años cuando llevó a cabo los crímenes, recibió las mismas acusaciones que su esposa e irá a juicio en el próximo mes de marzo.
De acuerdo a juristas y ciudadanos preocupados por el hecho de que padres pongan a disposición de hijos con problemas mentales armas de fuego, estos han declarado que es este un primer paso para lidiar con casos donde estas armas mortales quedan a disposición y expuestas a niños y jóvenes.
Nota del Editor. Las tardanzas en las decisiones judiciales en delitos cometidos en 2021 y 2022 se han retrasado debido a lo complejidad de los procesos, los efectos de la Pandemia-Covid 19, o investigaciones también afectadas por atrasos técnicos.
Defensa de Michelle Troconis impugna sus primeras declaraciones
Jon Schoenhorn está enfocando su estrategia en la defensa de Troconis a quien los fiscales acusan de conspirar en el asesinato y desaparición de Jennifer Farber Dulos; además de conspirar para ocultar evidencias del alevoso crimen e incriminarse en sus primeras declaraciones a los detectives.
Schoenhorn ha sido exitoso en insistir ante el jurado que testigos como el empleado de Dulos que manejaba una de sus camioneta, dio a dijo al jurado de seis personas que no le sometería a preguntas que más tienen que ver con la culpabilidad del presunto asesino, novio de Troconis, que se suicidó el mismo día en que sería probablemente arrestado y enviado a prisión en una Corte de Stamford.
“Estos testigos tienen más que ver con el crimen cometido por quien fuera el esposo ya fallecido de Jennifer Dulos y sin una relación directa con los hechos de los cuales se acusa a mi defendida,” expresó el defensor la semana pasada pidiendo al juez del proceso que el juicio de Troconis fuera entonces totalmente desestimado y no continuaran las sesiones de acusaciones, moción denegada una vez más por el juez.
Ahora la defensa de Troconis está cuestionando las acusaciones de los fiscales acerca de lo que se han denominado crasas contradicciones entre las imputaciones hechas por los detectives en las primeras entrevistas a la acusada y su reciente testimonio lo cual dejaría en claro, a favor de los fiscales, la veracidad de los testimonios de la mujer.
Uno de los aspectos vitales esgrimidos por la defensa de Troconis es que los detectives en sus primeros interrogatorios habrían mentido a Troconis con respecto al supuesto hallazgo de partes del cuerpo de la occisa desaparecida depositados con restos ropa en los bolsos plásticos que Dulos depositó en los zafacones de la basura en la avenida Albany en Hartford y en el centro comercial de Bishop Corner en West Hartford.
“De acuerdo a lo que mi clienta declaró a los detectives, estos arguyeron mentiras en relación a este punto vital en los interrogatorios,” dijo Schoenhorn refiriéndose a una técnica comúnmente utilizada en interrogatorios donde se confronta a los acusados con hechos no ocurridos.
Este es el caso cuando los detectives interrogan separadamente a dos posibles hechores de crímenes, confrontan a uno de ellos con falsas evidencias presentadas por los interrogadores para obtener una reacción y que uno de ellos asuma la culpa y posteriormente se declare culpable.
“Estas declaraciones se obtuvieron de un modo ilícito y mentirosos,” dijo el defensor de Troconis para justificar contradicciones de su defendida entre los que dijo durante los primeros interrogatorios hechos por John Kimball, agente de la policía estatal ya jubilado después de la desaparición de Jeniffer Dulos.
Shoenhorn dijo al jurado que los funcionarios policiales tales como John Kimball confrontando a posibles cómplices de un asesinato y desaparición se le permitió usar mentiras que habrían presionado a Troconis envolviéndola con preguntas y respuestas llevadas a cabo en este ambiente de mentiras, farsas y disimulos.
Esta técnica legal usada por Schoenhorn podría quitar fuerza a los esfuerzos de los fiscales frente a un jurado que escucha las declaraciones de agentes de la ley, por haber atropellado el principio ético de la verdad y nada más que la verdad.
¿Será este importante argumento de la defensa de Troconis para excusar sus contradicciones en lo declarado en primera instancia a la policía y lo que dicho en el actual proceso que se arrastrará por semana y ha llamado la atención de la prensa del Estado y la nación?
Eso lo decidirá el juez y el jurado que finalmente declare a Troconis como culpable o inocente de los cargos de complicidad en un homicidio y desaparición del cadáver de Jennifer.
Michael Walton de New Britain condenado a 7 años en prisión
Este sujeto de 67 años fue sentenciado a esta pena de cárcel después de declararse culpable del asesinato de una mujer también de 67 años quien, de acuerdo a investigaciones de la policía, fue asaltada físicamente por varios días siendo encontrada inconsciente en un departamento en la casa de Walton localizada en la ciudad de New Britain en 2021. Los agentes de la ley declararon que de acuerdo a las evidencias Walton la había sometido a persistentes acros de violencia doméstica.
Vecinos de la víctima y del victimario después de escuchar a Walton gritando “¡Despierta!” “¡Deja de simular!” “¡Yo no quiero ir a la cárcel!” llamaron a la policía y este sujeto fue acusado de asesinato en primer grado y falsificar evidencias durante la investigación para desorientar las investigaciones. Las acusaciones por homicidio no estarán en pie porque este sujeto se declaró culpable en un acuerdo con la fiscalía.
Las heridas que hallaron los médicos forenses en el cuerpo de la víctima se las habría provocada ella misma y llevada al Hospital de Hartford fue colocada en un respirador artificial pero los facultativos determinaron que su cerebro mostraba una actividad mínima y posteriormente se le declaró fallecida.
Después de la autopsia llevada a cabo por la Oficina del jefe Examinador se determinó que la causa del fallecimiento de la víctima se produjo por complicaciones causadas por golpes contundentes en la cabeza y en el torso y por lo tanto su muerte se consideró un homicidio.
Walton la habría golpeado durante tres días y nunca llamó a las autoridades o al personal médico de emergencia. El asesino también intentó encubrir y borrar las evidencias por el asalto que fue el acto final después de años de violencia doméstica.
Además de la pena de siete años en prisión que significaría que Walton saldría de la cárcel a la edad de 73 años, recobraría la libertad bajo palabra y cualquier futura violación a los estipulado en la sentencia, le significaran 13 años adicionales tras las rejas.