Cualquiera que lleve un negocio teme perder sus empleados. La rotación de personal, el que se te vaya a alguien buscando un trabajo mejor, siempre representa un problema, ya que tienes que perder tiempo buscando a alguien que lo sustituya, adiestrarlo para sus nuevas responsabilidades, y reorganizar a los que ya tienes sobre la marcha. Perder trabajadores cuesta dinero.
Debido a estos problemas, las empresas suelen adoptar estrategias para reducir la rotación de personal. La más obvia, es subir sueldos, pero en aquellos sectores con márgenes muy pequeños, como restauración o venta minorista, esto no siempre es fácil. Hay una estrategia, sin embargo, que parece ofrecer resultados consistentes y no cuesta dinero: los horarios predecibles.
Hace unos años, Walmart se dio cuenta de que perdía muchos trabajadores. Muchos de sus supervisores dedicaban una cantidad considerable de tiempo entrevistar nuevos candidatos, entrenarlos, y ver cómo se iban al cabo de tres meses. No querían subir salarios (estamos hablando de Walmart), así que experimentaron en una docena de tiendas con la idea de darle a los trabajadores mejores horarios, o más concretamente, decirles cuando les tocaba trabajar con mucha más antelación.
El sistema de horarios adoptado por Walmart no es exactamente generoso, pero era mucho mejor que avisar al trabajador uno o dos días antes de que le tocaba ir a trabajar. Los resultados fueron inmediatos. La empresa descubrió que en esas tiendas el porcentaje de trabajadores que se ausentaba sin avisar del trabajo disminuyó un 11%. La tasa de rotación de personal cayó un 14%. A los pocos meses, WalMart extendió este nuevo modelo a todas sus tiendas.
El caso de Walmart no es en absoluto excepcional. En un estudio reciente, Joshua Chope, Daniel Schneider, y Kristen Harknett hicieron un análisis en profundidad de las tasas de rotación en empresas del sector de venta minorista y restauración. Su conclusión, es que en estos sectores de media existe una tasa de rotación de un 28% cada seis meses, es decir, que las empresas de media pierden una cuarta parte de sus empleados cada medio año.
Los autores descubrieron, sin embargo, qué hay una extraordinaria variabilidad entre empresas, y que los horarios de los trabajadores tienen mucho que ver. En aquellas compañías donde los trabajadores reciben sus horarios con más de dos semanas de antelación, la tasa de rotación es de un 24%. En las empresas donde los empleados reciben sus horarios con menos de 3 días de antelación esa tasa es de un 39%. El mero hecho de tomarse la molestia de contarle a tus trabajadores cuándo van a tener que trabajar bastaba para reducir en más de un 40% el número de empleados que se te iban cada medio año.
A este efecto además era todavía más pronunciado entre aquellas empresas que tienen por costumbre cancelar turnos a sus empleados. Uno de los problemas a los que se enfrenta un trabajador con horarios impredecibles es que no sabe cuánto dinero va a ganar al final de cada semana. Si le recortan las horas sin avisar, pueden encontrarse que no les llega para pagar el alquiler, o las letras del coche, o su tarjeta de crédito, o afrontar gastos como comida o llenar el depósito del coche.
Resulta que los trabajadores reaccionan con vehemencia cuando les cancelan turnos, y la tasa de rotación en las compañías que tienen esta mala costumbre es de un 42%. Es decir, maltratar a tus empleados de este modo puede llevarte a que pierdas casi toda tu plantilla cada año.
Cuando intentamos impulsar una ley de horarios predecibles en Connecticut, esta es una de las cosas que tenemos en mente. La ley de horarios predecibles sin duda va a cambiar la vida a los trabajadores. Quitarse de encima el estrés, la incertidumbre, el miedo de no saber si vas a llegar a final de mes porque no sabes cuántas horas vas a trabajar ayudará enormemente a muchas familias. Al mismo tiempo, todo parece indicar que las empresas, una vez adopten este sistema, también les beneficiará de sobremanera.
Esto además no es especulación o buenas palabras. El estudio de Chope, Schneider y Harknett es una más de una auténtica constelación de trabajos académicos que señalan que los horarios predecibles una vez adoptados, no tienen “perdedores”, sino que benefician a todo el mundo en la empresa. Lo hemos visto en estudios agregados de todo el sector, lo vemos en estudios específicos de empresa, y los vemos en análisis de los resultados de leyes aprobadas en ciudades de todo el país En este sentido.
Resulta que tratar bien a tus trabajadores no es un coste, es una inversión. Es hora de aprobar una ley de horarios predecibles en nuestro estado.