NUEVA YORK (AP) — Cuando recién le dieron el papel, Daniel Craig sintió que algo estaba mal. “Tienen al tipo equivocado”, le dijo a los productores.
Pero Barbara Broccoli y Michael Wilson insistieron. No, él era el indicado. Él era James Bond.
Craig, entonces un actor en ascenso pero lejos de ser la elección esperada, nunca tuvo la ambición de interpretar a James Bond. Había asumido que lo llamaron como parte de una enorme máquina de casting, uno entre docenas de actores para ser probados en pantalla.
“Una vez que me enteré, me sentí increíblemente halagado y profundamente confundido”, recordó Craig en una entrevista. “Simplemente sentí que no era la persona adecuada”.
Quince años y cinco películas después, el actor termina su reinado como James Bond. “No Time to Die” (“Sin tiempo para morir”), que se estrena el viernes en Estados Unidos tras un retraso de 16 meses debido a la pandemia, es el último hurra en la celebrada era de Craig como Bond, un recorrido en el que rehízo y le dio profundidad emocional al superespía, recaudando más de 3.000 millones de dólares en la taquilla. Una vez etiquetado burlonamente como el “Blond Bond” (Bond Rubio), Craig resultó ser un éxito rotundo.
“Dio sus frutos con creces”, dijo Broccoli. “Es realmente extraordinario. Lo ha reinventado para el siglo XXI. Exploró la vida interior de Bond”.
Pero, ¿lo habría hecho de haber sabido en lo que se estaba metiendo?
“Si hubiera sabido más, no creo que hubiera podido hacerlo. Cuanta menos información tuviera en ese entonces, mejor”, dijo Craig vía Zoom desde Nueva York. “El resto, el peso, lo enorme que es realmente, no lo sabía. Realmente no lo entendía”.
“Supongo que ahora tampoco lo entiendo realmente”, agregó tras hacer una pausa. “Finjo entender. De eso se trata envejecer. Finjo mejor que en ese entonces”.
“No Time to Die”, dirigida por Cary Joji Fukunaga, es, con certeza, el último turno de Craig en el esmoquin. Pero también es la culminación a donde Craig ha estado conduciendo a Bond. Su agente 007 es un personaje, no un ícono, capaz de pesar y arrepentirse, y está lejos de ser a prueba de balas. Esa evolución ocupa un lugar central en “No Time to Die”.
“Siempre sentí, ‘¿cómo le afectan estas cosas… no al estilo de Hamlet, sino en un mundo de Bond?’”, dijo Craig, que no interpretará a Hamlet pero sí a Macbeth, en una obra sobre los peligros de la ambición, el año que viene en Broadway.