Juventud, es quizás la etapa más importante en la vida; se forma la identidad personal, se define el proyecto de vida y se ponen en marcha muchos sueños. Sin embargo, las personas jóvenes que viven en condiciones de pobreza, exclusión y estigmatización no pueden desarrollarse plenamente.
En 1999, la Asamblea General de la ONU, declaró el 12 de agosto como el Día Internacional de la Juventud, una celebración anual que busca promover el papel de los jóvenes como agentes de cambio y generar un espacio para crear conciencia sobre los desafíos y problemas a los que se enfrentan y para ayudar a desarrollar el potencial de los jóvenes.
Como antecedentes, de 1965 a 1985, la Asamblea General y el Consejo Económico Social hicieron hincapié en tres temas básicos en la esfera de la juventud: participación, desarrollo y paz, y destacaron la necesidad de una política internacional sobre los jóvenes. Además, propusieron medidas concretas para hacer frente a las necesidades de grupos como jóvenes con discapacidades, jóvenes de las zonas rurales y las mujeres jóvenes.
El Día Internacional de la Juventud busca promover la discusión y reflexión para lograr un proceso de inclusión de jóvenes con el fin de que tengan actividad en la sociedad, que promuevan acciones a favor de un lugar más justo y en paz, y así se conviertan en verdaderos agentes de cambio en su entorno.
Cabe destacar que actualmente, existen en el mundo 1800 millones de jóvenes entre los 10 y 24 años de edad, según la Organización de las Naciones Unidas. Es la población juvenil más grande de la historia.
La inclusión social de la juventud quizás sea uno de los retos más importantes en la actualidad, no solo por el número que representan en relación con el resto de la población, sino también por lo que ello implica en términos de tasas de dependencia, necesidades y problemáticas propias de este periodo de vida.
La importancia del Día Internacional de la Juventud reside en su objetivo: señalar que existe un problema sin resolver para que sea de conocimiento público y lograr la promoción y protección de los derechos de las juventudes.
El hecho de que la juventud tenga su propia voz para atajar los problemas que le afectan es importante no solo para ellos, sino para el resto de la sociedad. Y es que, según cifras de la ONU, el 69 % de la población mundial declara que, si a los jóvenes se les escuchase más a través de las instituciones y espacios públicos, los sistemas políticos tendrían un amplio margen de mejora.
El futuro es incierto, sobre todo para la juventud, que se enfrenta a importantes desafíos que tienen que ver con el acceso a la educación, la falta de empleo (y de empleo digno), la violencia o la salud mental, entre otros. Y gracias al Día Internacional de la Juventud se pone el acento en estos retos y se invita a proponer soluciones que permitan a la juventud desarrollar su potencial para generar el cambio social que necesitamos.
La relevancia de esta fecha se magnifica cuando se aborda una cuestión vital: ¿Qué significan los jóvenes en el capitalismo? Son, en esencia, una fuente de mano de obra más precarizada, pero de una nueva generación, y por tanto más resistentes. La juventud proletaria, por tanto, es la sucesora de los obreros, por esa razón poco se hace por ellos en estas condiciones. No es del interés de los capitalistas asegurar su educación, su crecimiento cultural, social, ni mucho menos garantizar una vida digna.
En este contexto, surge la pregunta fundamental: ¿Cómo se aborda el valor de la juventud proletaria en el sistema capitalista? La inversión en la juventud está condicionada por las necesidades y deseos del sistema económico, relegando aspectos como la educación, salud y bienestar. Esta sociedad, en su dinámica, determina hasta dónde deben capacitarse los jóvenes, revelando una realidad particular para la clase obrera.
El marco del Día Internacional de la Juventud despierta reflexiones sobre las prioridades. La Asamblea General de la ONU, en su mayoría, se enfoca en actividades relacionadas con la ecología, exhortando a los jóvenes a cultivar valores ambientales y conciencia para encarar los desafíos del futuro. Asimismo, se promueve el emprendimiento como alternativa económica, dentro de las lindes del sistema capitalista. Es habitual observar cómo se fomentan carreras técnicas como una ruta suficiente, minimizando la importancia de la educación universitaria. Sin embargo, en muchos casos, incluso estas opciones técnicas no garantizan empleo en un mundo cada vez más competitivo.
Celebramos la existencia de la juventud, sí, lo hacemos. Y lo hacemos todos los días y con ello también los exhortamos a organizarse y luchar, por un mundo nuevo, un mundo sin explotación, sin guerra y sin despojo. Un mundo que permita al proletariado emancipar a todos los explotados y oprimidos… “Nunca permitas que nadie te subestime por ser joven. Sé un ejemplo para todos en lo que dices, en la forma en que vives, en tu amor, tu fe y tu pureza” (1 Timoteo 4:12).