Zelma Álvarez. Ludo +
La educación híbrida combina la educación presencial y remota a través de distintos medios como plataformas en línea, televisión o radio.
Las experiencias de educación híbrida evaluadas hasta ahora son modelos que incorporan componentes de educación en línea dentro del aula, como por medio del uso de aplicaciones.
La dualidad de la educación híbrida es una oportunidad para optimizar qué hacer en el tiempo presencial y qué hacer en el tiempo remoto. Las tecnologías deberán aprovecharse para hacer la experiencia de los estudiantes más atractiva y capturar su interés por aprender, y estar enmarcados en el trabajo de aprendizaje profundo y significativo.
Durante el cierre de las escuelas, los padres de familia e incluso a veces los mismos estudiantes se han sentido abrumados por la cantidad de contenido. En el modelo de educación híbrida se debe priorizar y flexibilizar, focalizando los esfuerzos en matemática y lectura/escritura y en áreas o asignaturas contemporáneas a nuestra realidad como es el caso de los idiomas y usos de la tecnología por mencionar alguno.
Existe una amplia oferta de plataformas, software y contenidos que son necesarios y que cumplen distintos roles dentro de un modelo de educación híbrida con distintos niveles de efectividad. Como en la educación a distancia, los padres juegan un nuevo rol más protagónico; sistemas de apoyo y materiales especializados deben ser también desarrollados para ellos.
La Información y seguimiento de los estudiantes es sumamente importante y da pie a un nuevo modelo educativo con participación de todos los actores estudiantes, padres de familia, docentes y las instituciones educativas, que permitan un correcto aprovechamiento y evaluación del alumno.
Las brechas de acceso a conectividad y dispositivos siguen siendo un reto tanto en las escuelas como en los hogares. Más que medidas transitorias, los países tendrán que garantizar su continuidad y complementar con otras formas innovadoras para cerrar las brechas digitales.
La implementación de este modelo educativo debe ir más allá del contexto de la pandemia. La educación híbrida debería estar enmarcada dentro una estrategia más amplia de transformación del sector educativo para lograr que sea efectiva, equitativa y sostenible, para los estudiantes, los docentes y también los padres de familia.