En la edición anterior se abordaron algunos aspectos de consideración, referente al costo que acarrea la necia e insensata política exterior estadounidense relacionado con los conflictos bélicos que se están presenciando en el día de hoy en nuestro mundo. El presente sirve para dar a conocer algunos otros detalles sobre el particular.
Estados Unidos ha destinado aproximadamente 175 200 millones de dólares en apoyo a Ucrania e Israel. Suma que supera el aporte de Alemania, Reino Unido, Noruega y Dinamarca en conjunto. Es primero de en la lista, despuntando largamente a las diversas instituciones de la Unión Europea (fuente: statista); con una particularidad que la mayor proporción de apoyo va a lo militar, a diferencia de la UE que va al sector financiero; según el Instituto Kiel para la economía mundial.
En las últimas semanas ha desplegado más de 50 mil soldados en Oriente Medio, suministrando adicionalmente armamento en paralelo para bombardear el Líbano. Apoya una guerra como la de Ucrania (que no vencerá), así como a Netanyahu que está cometiendo un genocidio contra el pueblo palestino; a costa de privar de sanidad, educación, vivienda, infraestructura, empleo, seguridad, de bienestar en suma, etc., a los ciudadanos estadounidenses; porque los presupuestos de dichos sectores son recortados y destinados a engordar la billetera de las industrias de la destrucción y de la muerte. Y por patético e incomprensible, son las guerras más injustas y criminales a miles de kilómetros del pueblo americano.
Una locura o una maldad sin justificación es su gasto militar. Al día de hoy supera el trillón de dólares al año; cifra que representa el 60% de su presupuesto federal discresional. Habiéndose incrementado significativamente en relación a 1953 que apenas era de 50 billones de dólares (40% del presupuesto federal). Objetivamente ese gasto es despropocionado e innecesario. Gasto militar que es el doble al de China y más de ocho veces al de Rusia. Tiene 128 bases declaradas en todo el planeta, aunque se vocea que sean aproximadamente 800. Gastos que carecen de paralelos con todos los imperios en la historia de la humanidad.
No se equiocan aquellos que señalan que a USA no le importa ganar las guerras, sino alargarlas para beneficiar a los negocios armamentísticos. Es por ellos que el Pentágono no administra correctamente los cuantiosos fondos destinados a defensa, como tampoco comprenden la naturaleza de los conflictos bélicos en los que ha estado inmerso en décadas. Ha perdido todas las guerras, con la excepción de Panamá y Granada. Otra realidad que se puede añadir es que ningún país al que invadió, está en mejor condición después de sufrir dicha invasión (Libia, Irak, Yugoslavia, Afganistán, etc.). Porque el tema de fondo no es la “paz y democracia” como afirman, sino expoliar sus recursos.
¿A quién obedece o a qué intereses es sometido el gobierno de Estados Unidos? al complejo militar industrial, cuyo negocio contribuye a formar fortunas pagadas con vidas humanas. Las utilidades de fabricantes de armas de USA en el último año han sido extremadamente sustanciosas, el precio de las acciones de las compañías de este sector se han disparado en el mercado de valores. Don César Vidal respecto a Gaza dice enfáticamente “no es la lucha de la luz con las tinibleas, ni del bien con el mal, ni del pueblo de Dios con Amalec. Se está perpetrando un genocidio innegable que no se detiene y con la muerte de los inocentes se obtienen jugososo beneficios monetarios”.
Smedley Butler dijo, “la guerra es una estafa, siempre lo ha sido. Es posiblemente la más vieja posibilidad, con facilidad la más lucrativa y seguramente la más cruel. La única con perspectiva internacional, la única que los beneficios se cuentan en dólares y las pérdidas en vidas”. Y don Dwight Eisenhower (expresidente de USA), dijo “todo fusil que se fabrica, todo barco de guerra que se bota, todo cohete que se dispara, significa en última instancia un robo en contra de aquellos que tiene hambre y no son alimentados, en contra de aquellos que pasan frío y no tienen con qué vestirse”.
Tan sólo para tener una idea; el coste de un bombardero pesado es este: una escuela levantada de manera moderna y de ladrillo en màs de 30 ciudades, es el equivalente a dos plantas eléctricas cada una de ellas sirviendo a una ciudad de 60 000 personas, es el equivalente a dos excelentes hospitales plenamente equipados, es el equivalente a unas 50 millas de pavimiento de cemento, pagamos por un solo caza con medio millón de bursels de trigo, pagamos un simple destructor con nuevos hogares que podrían haber albergado a màs de 8000 personas.
El costo de la insensatez de apoyar guerras, resulta ser extremedamente caro; para los intereses de una nación como son los Estados Unidos.