El Producto Interior Bruto (PIB), es un indicador macroeconómico que suma el valor de la producción final de bienes y servicios de una economía. Dedicamos el presente para hablar sobre su resultado en el cuarto trimestre del año 2023; por algunas razones que resultan ser de consideración teniendo los datos oficiales (primera estimación) dados la semana pasada, por la Oficina de Análisis Económico (BEA) del Departamento de Comercio. Analizaremos en el presente el despunte significativo batiendo todas las previsiones dadas sobre el particular, así como las implicancias de dicho crecimiento para otras variables económicas en este 2024. Invitado está usted a acompañarnos a ver los pormenores del tema en mención.
El PIB del país creció un 3,3% anualizado; superando ampliamente las estimaciones dada por los expertos que lo situaban entre un 2 % y 2,5 % anualizando; alejándose y desafiando los rumores económicos de una cercana recesión. Si bien se ha desacelerado en un 1,2 % con respecto al tercer trimestre del mismo año, que coronó un crecimiento de 4,9 %; salió mejor posicionado de las previsiones dadas para el último tramo del año pasado.
Dentro de los sectores, cuyos aportes han sido sobresalientes; según el desglosamiento realizado por la BEA; figuran el consumo personal como el más significativo, gasto público y la inversión empresarial. El primero, ha aportado aproximadamente dos tercios del PIB de la mayor potencia del mundo y por esa razón se le ha catalogado como el “motor” de la economía norteamericana; que en términos anualizados avanzó un descollante 2,8 %. El gasto público (administración estatal y local) tuvo un aumento fuerte de 3,3 %. Y por su parte la inversión empresarial ha tenido un comportamiento moderado, con un incremento de tan sólo el 1,9 %; que se explicaría por la política restrictiva efectuada por Reserva Federal (tipos altos). Es válido señalar que el componente consumo se vio impulsado por el crecimiento sostenido del empleo, como la disminución de la inflación.
La fortaleza del PIB en el cuarto trimestre del año pasado ¿tendrá implicancias en algunas variables económicas del presente año? naturalmente; de modo que procuraremos realizar una breve descripción de algunas de ellas. Por ejemplo, da más argumentos para que la Reserva Federal (FED) no baje los tipos en su próxima reunión que se celebrará en el mes de marzo; porque ha quedado evidenciada la resistencia que posee la economía del país del “Tío Sam” y por existir a la vez un mayor riesgo de que la presión inflacionista vuelva a aumentar.
El dato alto del trimestre en mención, hace más probable que el PIB del primer trimestre del año 2024 sea más débil; por mencionar “Capital Economics” estima una ralentización notable y que se ubicará por debajo del 1 % anualizado. “Commerzbank” sugiere que el crecimiento caerá durante el año en curso. Debo precisar que el análisis apunta como implicancia al primer trimestre de este año, porque aspectos como el consumo exuberante dado en navidad, se debilitará entre enero y marzo. No se está afirmando que por tener un resultado fuerte en los últimos tres meses del pasado año, el PIB caiga todo este año por efecto. Meses atrás se ha estimado que la producción nacional se contraerá en este año; después del repunte y crecimiento dado en un contexto pospandémico.
Es menester mencionar, que la Reserva Federal, implementó medidas de aumento de tipos de interés de manera más enérgica desde la década de 1980 para hacer frente a una inflación que también ha alcanzado su nivel más alto en cuatro décadas. El presidente de dicha entidad, Jerome Powell, ha estado logrando hasta el momento el deseado aterrizaje suave de la economía, es decir, la reducción de la inflación sin inducir una recesión. La acumulación de ahorros durante la pandemia y el robusto crecimiento del empleo han contribuido a este progreso inesperadamente favorable. A pesar de los incrementos en los tipos de interés, los conflictos internacionales, las turbulencias bancarias, las huelgas y otros obstáculos, la economía estadounidense ha mantenido su vigor durante todo el año 2023, como lo demuestra su comportamiento hasta el último tramo, que había sido pronosticado con un resultado inferior.
Entre otros datos que comentar, alineados con el mercado laboral que habíamos referido líneas arriba, en el mes de diciembre se generó 216 000 nuevos puestos de trabajo, una cifra superior a los 173 000 nuevos empleos creados en noviembre, mientras que la tasa de paro se mantuvo sin cambios en el 3,7 %. De hecho, el dato de diciembre representó la mejor evolución del mercado laboral estadounidense desde el pasado septiembre y amplió a 36 meses consecutivos la secuencia de creación de empleo.
Es así que el PIB del 4T del 2023 ha sorprendido al superar las expectativas; creciendo un 3,3% anualizado, impulsado por el consumo personal, gasto público e inversión empresarial primordialmente. Este fuerte desempeño indica una economía resistente, que probablemente influenciará las decisiones de política monetaria en el futuro. Sin embargo, se espera una desaceleración en el primer trimestre del 2024 debido a factores estacionales y pronósticos económicos mixtos.