NORWALK.- La iglesia de San José acogió a los feligreses de la parroquia para celebrar la presentación del Niño Jesús en el templo y la purificación de la Virgen, hechos conocidos como la fiesta de la Candelaria; donde el párroco bendijo el agua, los cirios de la luz, las imágenes del Niño, la Sagrada Familia y la virgen de la Candelaria y habló del significado de ser padrinos que representan el lugar de un padre, tal como fue San José, el padre adoptivo de Jesús o una madre como fue María en la tierra. Demostrándose una fuerte devoción al Niño Divino de Colombia y al Niño Doctor de México.

Para iniciar la misa de Acción de Gracias en honor a la presentación del Niño en el templo ante los doctores de la ley, la Hermandad del Niño Doctor de México y la del Divino Niño de Colombia; desfilaron cargando las imágenes en señal de devoción al Niño Jesús y en apoyo a la parroquia, mientras Juan David Corrales, el maestro de capilla, desde el coro tocaba el órgano y cantaba: “Yo tengo un amigo que me ama, su nombre es Jesús, que me ama con tierno amor”.
A medida que la procesión avanzaba los laterales del Altar Mayor se encontraban llenas de imágenes del Niño vestidos con trajes blancos o de colores púrpuras y en su mayoría, sentados en una silla; además velas y botellas de agua y cartas escritas al niño Jesús.
Tras la procesión, el Padre Edicson Orozco, párroco de la iglesia, leyó el pasaje bíblico de San Lucas donde habla de cómo después de cuarenta días de que Jesús nació. José y María, sus padres, fueron llevando al Niño al templo para presentarlo tal como la ley de Moisés determinaba para los judíos en ese tiempo y cómo Simeón y Ana, que asistieron al templo ese día lo reconocieron.
“…Cuando los padres de Jesús entraron en el templo con el niño, Simeón lo tomó en sus brazos diciendo: …Ahora, Dios mío, puedes dejarme morir en paz. ¡Ya cumpliste tu promesa! Con mis propios ojos he visto al Salvador. Él será una luz que alumbrará a todas las naciones… También una mujer anciana que se llamaba Ana, cuando era joven, estuvo casada, pero ahora viuda se pasaba en el templo. Ana se acercó al niño Jesús y dijo que todos lo esperaban para que libere Jerusalén…”, leyó el sacerdote.
Pero, lo que dijo el P. Orozco en la homilía quedó rondando en la mente de sus feligreses en torno a la paternidad de los padres de Jesús que fue muy revelador. ¿José era el padre de Jesús? ¡pues no! ¿María era la madre de Jesús? ¡pues si!, y enseguida enfatizó sobre el papel de los padres de Jesús que se tomaron en serio el papel de cuidar a su niño y no solamente a nivel físico sino a nivel espiritual, porque a pesar de que era Dios lo trajeron al templo para enseñar al mundo, que como padres hay una responsabilidad espiritual.
E inmediatamente puso en su prédica la forma en cómo los padres procuran dar a sus hijos todo lo que necesitan en forma material e hizo este cuestionamiento: “¿Qué hay de lavida espiritual?, de aquellos padres que dejan sin bautismo y sin sacramentos y que dicen: ¿Qué dejemos que crezcan para que decidan? y enseguida cuestionó: ¿no son ustedes quiénes deciden a que escuela van?, ¿qué comen?, ¿qué ropa compran? ¿cuándo le tocan las vacunas?”.
Y enseguida bendijo las velas que significan la luz de Cristo que ilumina a las naciones, además el agua que recuerde nuestra condición de hijos adoptivos de Dios.
Y prosiguió con los interrogantes: “Mas aún debería ser en la vida espiritual. Ese es el ejemplo que José y María dan al mundo cuando deciden llevar en sus brazos al niño al templo y no le están pidiendo permiso. Para luego indicar que Dios eligió a los padres de Jesús como sus padrinos”.
Y narró cómo es difícil encontrar parejas que estén casados porque el matrimonio en la iglesia hoy está de capa caída y cómo la iglesia ha intentado educar sobre qué significa ser padrino o madrina acorde con el Derecho Canónigo que implica alguien que sea testigo del amor de Dios. Y contó cómo a su despacho vienen personas con la intención de tomar la responsabilidad de ser los que procuren la fe y una buena vida en sus ahijados. Se inscriben como miembros de la parroquia y luego desaparecen.
El párroco dijo sentirse contento de que la feligresía aumente y resulta que sólo vienen a la iglesia el día que bautizan al ahijado y a partir de ese momento el niño pierde al padrino o madrina porque han sido elegidos no como las personas que deben cumplir la misión espiritual de conducir a su ahijado dentro de la vida espiritual.
Y nuevamente cuestionó: ¿cuántas veces el padrino o la madrina ha venido por su ahijado para traerle a la iglesia a la misa?, por lo que recalcó que es necesario que se reflexione de la necesidad de no dejar a un hijo o hija huérfano espiritual, de no permitir que un niño no tenga papá o mamá que no le traigan a la iglesia, y de la importancia de que le enseñen cómo querer a Dios. Además de las excepciones que un sacerdote puede tomar para decidir quién puede hacer las veces de padrino o madrina.
Mientras el padre Orozco predicaba, Jorge Ramírez, presidente de la Hermandad mexicana del Niño Doctor, estaba de rodillas escuchando la homilía en el coro junto a Juan David Corrales. Al preguntarle porqué no se encontraba con la cuadrilla de su agrupación, respondió en forma sencilla: “quería sentir la emoción que produce la presencia del niño Doctor desde el altillo, fuera del tumulto y quería concentrarme en las palabras que dice el sacerdote. Que por cierto fueron muy críticas”, dijo.
Rosita Córdova, colombiana, que también estaba en el coro, dijo sentir mucha emoción cuando escuchó el Himno a la Virgen de la Candelaria de Colombia, donde la letra evoca a una joven doncella que vive a orillas del río Magdalena.
Italo Gallegos y Nivia Barahona, que estaban siguiendo desde Ecuador la transmisión de la misa de la Candelaria desde el Face Book del noticiero radial En Vivo con Maricarmen, comentaron que se veían muy lindas las imágenes de los niños y la forma en cómo se emocionaron cuando ingresó la imagen del niño Divino, una advocación colombiana que también es muy fervorosa en Ecuador.