Pregunta
Tía Julia:
Soy una jovencita aún de 30 primaveras nacida en Puerto Rico donde ahora los políticos no son los gobernantes tradicionales caracterizados por un sentido de deber y honradez con el público; sino que con ellos mismos y sus propios chavos. Estos siniestros individuos pertenecen al ELA (Entidad Lúgubre Anexada) o al PNP (Pancistas Nimios Panfletarios) con pasados turbulentos. Con la ayuda de los alcaldes que son de los mismos, los electores les dan muchas demasiadas oportunidades y privilegios que no se merecen y así se perpetúan en el poder.
¿Hay algo en el agua o el aire de mis país por lo cual nosotros los habitantes pensamos al revés de los mortales apoyando a estos tipos e incluso celebrando para San Sebastián y las fiestas patronales?
Pasando al tema que me preocupa, en la despedida del Año Nuevo me invitaron a compartir un pavo a la casa de mi madrina. Soy vegana y por eso no me invitan mucho a otros hogares y yo entiendo. De todos modos, llevo siempre a las cenas unas hamburguesas vegetarianas con base de arroz, biscochos de zanahoria y pan hecho con harina de trigo, además de frutas.
A esta actividad se sumó sorpresivamente un tipo bordeando los cuarenta, pero de un aspecto atlético y con cara intimidante. Llegó con una caja de botellas de vino y dos nenas de unos 14 años buenas para textear y escuchar música con los audífonos. Noté de inmediato la ausencia de la progenitora de ambas niñas cuyos nombres son Miscaya y Clonomia.
Desde el instante mismo en que ingresaron al hogar de mi madrina Olga, el recién llegado me pegó la vista como chicle de un modo indisimulado e intenso. Apenas terminé de ayudar en la cocina, se sentó a mi lado y comenzó con un bla-bla interminable. Se mostró interesado en mi afición vegana, tema en el cual coincidimos pues él se alimenta de manzanas y nueces. Coincidimos en que íbamos al Gym diariamente, hacemos Yoga y participamos en maratones de caridad.
Mi madrina me había hablado de este tipo nacido en Guaynabo diciendo que era detective; ¡pero, Oh Dios! me salió con la historia siguiente, y transcribo.
“No me es permitido decirte mi profesión ni mis apellidos, pero trabajo en Washington D.C. cuidando al presidente y mi apellido comienza con W. Esto es un secreto,” me dijo con cara de almeja.
Querida tía, a mi edad y después de tres décadas, estoy ya cansada de los embustes, los bochinches arteros y tipos desalmados apodados “los cometas” los cuales aparecen con mucha luz, fanfarria y cola y después de un tiempo desaparecen, según lo confían otras lectoras de su trascendental columna.
En la fiesta, Fred trató de presentarme a sus hijitas muy mal criadas por lo demás quienes me miraron como si yo fuera una plasta y no hablaron. Allí me enteré de su difícil divorcio y de una esposa americana que se las pegó con un periodista radial de CNN. Ella es buena pal reguetón y el perreo sostenido. Nos encontramos varias veces en el Green y para mi cumpleaños, yo soy Piscis me invitó a un restaurante de lujo en New Haven adónde van los periodistas y porque negarlo, el hombre me cayó bien de un modo vertical y horizontal (¿usted me entiende?), aunque ahora estoy con dolor de coyunturas y dudosa de su estilo de vida tan impredecible. Claramente el condenado se desahogó conmigo verbalmente y de lo otro.
La amiga de una prima hermana de un tío político decía haber trabajado para la CIA, y nos contó acerca de la riesgosa vida de un agente secreto/escolta ya que hay muchos por allí que están interesados en acortar de un modo entusiasta la vida del presidente Biden ya sea a través del veneno, misiles, el gas sarín, los dardos y otras cosas malas que utiliza Putin.
Tía, oriénteme pa’ rápido por favor acerca de esta decisión sentimental y si debo o no formalizar con el agente W. Si no recibo noticias de usted, le deseo un San Valentín que sea intenso, aunque parece que usted es solterona.
Luisa Confucio
Respuesta
Luisa Confusa,
No te agradezco el saludo de San Valentín y eso de catalogarme de solterona en esta sociedad patriarcal que enloda la reputación de las mujeres después de los 30, está más flojo que un implante de orejas. En el futuro camina por la sombrita para que a los 31 no te esté dejando el tren y los tipos por allí te apoden jamona… ¿Cómo la ves?
Entiendo tu frustración y dudas acerca de esta relación floreciente y los regalos íntimos, proposiciones y posturas que te ha hecho el agente W, pero tú, como una doncella de 30 debes saber más que eso
Si es real lo relatado por el guardia del cual dices está en muy buen estado físico, activo, ardoroso y saludable; es porque el servicio secreto es un organismo militar y supuestamente disciplinado controlado por el ejército.
Tu e-milio Luisa Confusa tiene al menos tres focos de atención capaces de confundir a cualquier consejero o consejera principiante, especialmente esos y esas que apenas graduados instalan chinchorritos.
En cuanto al aire en la Isla como causante de la corrupción que mencionas, parece ser el mismo aire de por acá afuera producidos por el calentamiento global y la poca vergüenza que afectó en el pasado a Bridgeport donde siguen eligiendo al mismo alcalde.
Qué ustedes coincidan con W en que os nutrís con frutas, verduras y raíces como la hacía Kung-Fu es bueno pues se mantendrán en buena salud, con organismos exentos de toxinas, plástico, dulces, preservativos, y hormonas causantes de un tipo de calvicie la cual afecta a dibujantes de cosas que nadie entiende. Es que la gente no Madura.
Lo de los políticos corruptos en la Isla, Brasil, Venezuela, Perú, Bolivia, Chile y USA por dar algunos ejemplos sin ofender, es historia antigua y ya cansa.
Volviendo a lo del agente secreto W te contaré una historia para que medites y te cuides.
Un tipo que usaba gafas oscuras hasta para ir al baño le dijo a una nena inexperta que él era de Ucrania y su profesión era ser espía part-time dándole un nombre supuestamente falso con el cual se protegía de otros espías supuestamente rusos que le buscaban con malas intenciones.
Un día cercano a las navidades el falsario la invitó a su departamento para disfrutar de un asopao de yuca con camarones con postre y bajativo. “Pregunta amor de mi vida en el edificio por Juan Mercado y cambia tu apariencia porque corres peligro,” le dijo como en susurros a la muchacha que se sintió importante en medio de una probable intriga internacional que se definiría en un desfile de motocicletas en la calle Park.
Con el corazón palpitándole de un modo vertiginoso, la nena llegó a la entrada del edificio luciendo unas gafas oscuras y peluca rubia. Se acercó a un títere mal vestido que estaba texteando de quien la muchacha se imaginó formaba parte de la indumentaria de otra agente secreto.
“Busco al señor Juan Mercado,” dijo con la extraña sensación de que el corazón se le saliera por la con lengua.
El tipo de mala gana gritó hacia el interior del inmueble. “¡Oye espía, otra nena que te busca!”
Conclusión. Luisa, ya no eres una nena y aunque observo ciertas afinidades positivas con el agente secreto, debes entender los riesgos de su trabajo y te puedo decir es lo siguiente. Si llegas a una relación más intensa, perdurable, imperecedera y consistente con el señor W y se matremonian; considera desde ya la relación difícil con las potenciales hijastras adolescentes quienes están afectadas por el divorcio, y tú por las ausencias reiteradas de tu posible esposo que llegará ardoroso y entusiasta después de semanas de labor.
Gracias por tus buenos deseos y yo también te felicito por la posibilidad de un matrimonio ultrasecreto con James Bond. Acuérdate antes de tomar tu decisión, del cuento del espía.
La Tía Julia
Comentarios a los Sabios Consejos de la Tía.
Quiero ir a pelear contra los rusos y a favor de los ucranianos. Dicen que pagan bien, pero que no hay muchas vacaciones. Mi novia no está de acuerdo y con mi mamá me preguntan si es que estoy tostado o escucho con frecuencia los recientes y disparatados discursos del Trump. Me aconsejan que mejor me inaugure en la política porque se cogen los cortes. Gaspar de Bridgeport.