BRIDGEPORT. Aliados de Connecticut por los derechos humanos pidieron a los congresistas de Connecticut en Washington DC., que representan a Bridgeport, Waterbury y Norwich que corten la ayuda a Colombia por la brutalidad de la uniformada y denunciaron 39 homicidios a manos de la policía en un período de apenas 15 días
El Colombian Action de Connecticut (Grupo de Acción de CT) llegó hasta la oficina del Representante Estatal Jim Himes, del Distrito 4 (Greeenwich, Stamford, Norwalk, Fairifield y Bridgeport), así como a la oficina de Jahana Hayes en Waterbury y a la oficina de Joe Courtney pidiendo se escuche su pedido y se elimine el apoyo de los Estados Unidos para que cese el abuso policial como medida de sanción.
El Colombia Action CT, Comité de Solidaridad con la Huelga en Colombia, Unidad Latina en Acción (ULA), Black and Brown United in Action, Connecticut Shoreline Indivisible Bridgeport, Waterbury y Norwich, CT; se pusieron al frente de esta propuesta buscando el apoyo de sus congresistas en cada región del Estado, entregando una carta pidiéndoles que recorten la ayuda policial y militar a Colombia a raíz de los 39 asesinatos de civiles a manos de las fuerzas estatales colombianas.
“Tuve que huir de la violencia estatal colombiana, y ahora mis impuestos estadounidenses están financiando más masacres contra manifestantes que se están levantando valientemente por la libertad y la paz. Es hora de que todos nuestros representantes en el Congreso se unan a la congresista Rosa DeLauro y 55 colegas en la carta conjunta pidiendo al Secretario de Estado que retire la ayuda y las armas de las fuerzas colombianas y defienda los derechos humanos”, dijo John Jairo Lugo de New Haven.
Los manifestantes también rechazan la privatización de su sistema de salud y exigen el cumplimiento de los Acuerdos de Paz, la desmilitarización del país y el desmantelamiento de las fuerzas policiales antidisturbios.
Desde el 28 de abril al 12 de mayo, organizaciones de derechos humanos han documentado 39 manifestantes asesinados por la policía colombiana; 548 desaparecidos; 1055 personas detenidas arbitrariamente; 16 víctimas de violencia sexual por parte de la policía; y 442 heridos, incluidos 30 con disparos en los ojos, a manos de la policía.
Desde el 28 de abril, los colombianos están en huelga luego de que el gobierno anunciara una reforma tributaria que elevaría el costo de vida de la clase media y los sectores más pobres que ya estaban devastados por la crisis del COVID.
Acorde con la carta de New Haven, desde el 28 de abril, los colombianos están en huelga luego de que el gobierno anunciara una reforma tributaria que elevaría el costo de vida de la clase media y los sectores más pobres que ya estaban devastados por la crisis del COVID. Cuatro días después de las protestas, el gobierno retiró la reforma. Sin embargo, las protestas continuaron ya que las demandas eran mucho más: vacunación masiva, ayuda económica a los más pobres, desmilitarización del país y desmantelamiento de las fuerzas policiales antidisturbios.
En diez días de protesta, las organizaciones de derechos humanos han documentado la muerte de 49 manifestantes, 37 de ellos a manos de las fuerzas estatales; 548 desaparecidos; 963 personas detenidas arbitrariamente; 12 víctimas de violencia sexual por parte de fuerzas estatales; y 278 heridos, incluidos 28 con disparos en los ojos, por las fuerzas colombianas.
Las armas, los tanques y el entrenamiento provienen de los Estados Unidos, pagados por los contribuyentes estadounidenses. Colombia es uno de los 10 principales receptores de ayuda militar de Estados Unidos, después de países como Afganistán, Israel e Irak.
Por eso los residentes de Connecticut pidieron a la legisladora Rosa DeLauro que levante la voz y se una a su colega, James P. McGovern (MA-02), quien indicó: “Estoy profundamente perturbado por la brutal respuesta de la Policía Nacional de Colombia (PNC) a las protestas pacíficas durante el fin de semana”.
Y lo describió como parte de un patrón perturbador de uso excesivo de la fuerza, asesinatos y violaciones de derechos humanos contra manifestantes en noviembre del 2019, septiembre de 2020 y abril-mayo de 2021… La protesta pacífica y la libertad de expresión deben respetarse en todas partes.
La ayuda estadounidense a la PNC necesita fuertes condiciones y protecciones de derechos humanos. Deberíamos aplicar la Ley Leahy. No hay ayuda estadounidense a los disturbios del ESMAD colombiano que se involucran en graves violaciones de derechos humanos, acotó el legislador.
“Esperamos que nuestra congresista utilice su influencia y nos ayude a reclutar más colegas aquí en el estado de Connecticut”, dijo John Lugo de Unidad Latina en Acción Connecticut. También pidieron una reunión urgente con el recién formado Comité de Solidaridad con el paro en Colombia, para que pueda escuchar directamente a la comunidad colombiana y entender la gravedad del momento. En el pasado la aplaudimos cuando votó en contra ayuda militar en la década de 2000”, dijo.
En cambio, en Hartford, un grupo de colombianos y amigos de Colombia que se unieron al movimiento internacional llamado: “Vos sos Colombia”, se reunieron espontáneamente y con carteles en manos pidieron: “Parar la violencia”, “No más corrupción”, “No más corrupción”, “A Colombia se la respeta…”, “Sos Cali Colombia”, entre otros.
En Norwalk, a la afueras del restaurante colombiano La Sorpresa y a la salida del restaurant “Memo’s”, que se encuentra frente a la estación de policía, el alcalde Harry Rilling y Lucía Rilling, la Primera Dama de Norwalk, que es de origen ecuatoriano, también se unieron al movimiento “Sos Colombia”, y ellos formaron un comité de vigilancia y apoyo a sus connacionales en un WhatsApp donde se encuentran en constante comunicación para tomar acción en pro de su país aún a la distancia.
El grupo dijo estar en “vigilancia constante sobre lo que pasa en Colombia. “Yo solo vi una convocatoria en el Face Book y decidí salir apoyar”, dijo en su muro de Face Book Eloísa Meléndez, ex concejal de la Ciudad, presidenta del partido Demócrata de Norwalk, pero también de ascendencia colombiana.
“No más violencia. Paren los asesinatos. No más abusos. No más impuestos; pero: “si más vacunas, más trabajo, y más decencia en el cuidado de salud”. “Lejos pero no ausentes”, “paren las masacres en Colombia”, “aquí si se puede marchar, pero en mi país nos están matando”.