KIEV, Ucrania (AP) — El enviado especial del presidente estadounidense Donald Trump, Keith Kellogg, señaló el lunes en Kiev que se está “trabajando muy, muy duro” en los esfuerzos para poner fin a la guerra de tres años entre Rusia y Ucrania, ya que la falta de progreso aviva dudas sobre si es posible llegar a un acuerdo de paz.
Los funcionarios “esperan llegar a una postura en la que, a corto plazo, tengamos, a falta de un mejor término, garantías de seguridad” que aborden los temores de Ucrania de otra invasión por parte de Rusia en el futuro, indicó Kellogg.
“Eso es un trabajo en progreso”, dijo Kellogg sobre las posibles garantías de seguridad después de asistir al Desayuno Nacional de Oración anual de Ucrania junto con políticos, líderes empresariales y diplomáticos.
Hace una semana, Trump dijo que había puesto en marcha arreglos para conversaciones de paz directas entre el presidente ruso Vladímir Putin y su homólogo ucraniano Volodymyr Zelenskyy. Pero las autoridades rusas han resaltado que tal cumbre no ocurrirá pronto.
Trump dijo el viernes que espera decidir los próximos pasos en dos semanas si no se programan conversaciones directas.
Una serie de visitantes de alto rango a Kiev en los últimos días refleja preocupaciones en torno al impulso de paz liderado por Estados Unidos.
El primer ministro canadiense Mark Carney visitó Kiev el domingo para reunirse con Zelenskyy, y prometió 2.000 millones de dólares canadienses en ayuda. El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, estuvo en la capital ucraniana el viernes. El vicecanciller y ministro alemán de finanzas, Lars Klingbeil, llegó a Kiev el lunes para discutir “cómo Alemania puede apoyar mejor a Ucrania en un posible proceso de paz”.
Putin habló por teléfono con el presidente iraní Masoud Pezeshkian el lunes, reveló el Kremlin. Rusia e Irán tienen relaciones cercanas, y Putin también ha reforzado us lazos con China, India y Corea del Norte, ya que los países occidentales se han aliado con Ucrania en la guerra.
Se espera que Putin y Pezeshkian se reúnan la próxima semana cuando China sea sede de la cumbre anual de la Organización de Cooperación de Shanghái, en Tianjin.