…y solamente se distraían con my body
Tía Julia:
En muchas ocasiones y cuando hablamos acerca de sus consejos con mis amigas la apodamos con devoción y respeto “Tía-Abuela.” Es que sus respuestas van al callo de los variados embrollo y jaleos y no como lo hacen algunos que obtienen diplomas por el Internet en programas de dos semestres para ser unos terapeutas más escuálidos y flojos que un doctorado en Ciencias Ocultas o un discurso de Trump en las Naciones Unidas donde le fallaron los escaladores automáticos y se tuvo que afirmar de las caderas de la Melania.
Lo que me impulsa a dirigirme a usted tiene que ver con escenas de mi pasado que aparecen en mis sueños nocturnos llenándome de congoja y presión en el medio del pechito, allí donde funciona el motorcito. Esto afecta mi trabajo de cajera en el mercadito de la Park donde vendemos con las 3 “B:” Bueno, Barato y Bonito.
En la escuela intermedia fui muy enamorada pero inocentona y me caía muy bien un maestro al que llamábamos Tico-Tico que se veía muy bueno y atractivo por que usaba pantalones ajustados que reflejaban su anatomía frontal, es decir y hablando francamente, el paquete.
En esos tiempos yo era tan ingenua que pensaba que la Prueba de Amor se utilizaba para ingresar a la universidad y ya en la High me rendí a la turbia realidad. ¿Usted me entiende?
Debo confesar que al ser ya una mujer cogí más experiencia que una tipa que apareció en el programa de la doctora Polo a la que le daban abrazos de espaldas y más apretados que bikini con hilito. Tía, se me vienen todavía a la mente malos pensamientos e imágenes pecaminosas y lascivas con el maestro Tico-Tico, especialmente una que en el Green se conoce como el “micrófono de goma” ¡Ay, Dios! Confieso que ahora siento escalofríos en la esparda cuando en la radioemisora la Vivaracha los cantantes dan suspiros y quejidos tales como “¡ahhh!” y “¡Qué rico mami!” ¡De nuevo pero suavecito!” llegándome imágenes voluptuosas e imaginadas del pasado con Tico Tico.
Pero he aquí el problema. Una amiga me recomendó que para curarme de este problema me confesara con un curita ya entrado en años e inofensivo que está a punto de jubilarse. Pero ahora, como usted se habrá dado cuenta las iglesias, catedrales y templos de Hartford están a medio morir saltando, las consolidan, las cierran y las compran los hermanos Pentecostales porque ya no va mucha gente y en mi caso, ya no están los rituales de antaño en latín que nos curaban del pecado y los pensamientos perversos. ¿A quien transmitir mis preocupaciones eróticas y sociales que me persiguen de noche?
Finalmente quisiera preguntarle en confianza ¿debiera buscar de un modo más obstinado un templo y confesar mis pecados de pensamiento, palabra y obra para sentirme mejor? Soy más joven que usted ya que tengo solamente 53 años y no quiero morir e irme al infierno y encontrarme con el presidente cuya maquillaje dorado ya me hastía.
Karlinkia
Respuesta
Mira Karlinkia:
Yo soy tan fea como franca tal como decía Juana la Pikoreta. Tu texto es más enredado que Trump hablando de geografía.
Nuevamente, y estoy cansada de repetirlo. ¡No me inventen edades porque los puedo demandar como lo hizo y hace a cada rato el loco de Trump que le paga a los abogados pillos para tapar las culpabilidades con su amigo Epstein y las muchachitas, pidiendo después donaciones para pagarle a los picapleitos! Yo no soy todavía tía abuela así es que no se confundan y túmbenme el temita.
Eso de preguntarme en cada línea del texto de que, si “yo entiendo,” he de decirte que trato en lo posible, pero en escritos como el tuyo donde incluyes lo de Tico-Tico, el micrófono de goma, el cierre de iglesias, y el profundo tema de si Dios castiga o no, y que ya tengas ¡53 inviernos! me preocupan en exceso.
Pero, en fin, “vamos por partes” como decía el cirujano de Frankenstein.
Sinceramente por tu edad, pienso que cuando descubriste el significado de la vida sufriste un trauma emocional porque tal vez fue de una manera cruda y violenta. Quizás por este motivo, los deseos que tu llamas pecaminosos, a tu edad son entendibles, pero no me dejas saber si estás matremoniada y/o funcionando carnalmente.
Sin desmerecer las confesiones y el curita es inofensivo porque tiene 79 años, debes buscar una consejera de tu edad que te ayude a organizar tus sueños y pesadillas además de temas que me parece no has resuelto.
Nena, pero también siempre insisto en el tema ese de que Dios “no castiga” porque las metidas de pata de muchos que votaron por un tirano de color dorado dependen de nosotros mismos que no nos informamos o de quienes siendo blanquitos no esperaban las sorpresas de la inflación galopante ni las redadas de los enmascarados que les secuestran a los yernos o cuñados.
Lo que te puedo decir es que, en esta crisis del cierre de iglesias católicas, los creyentes no se están convirtiendo necesariamente en ateos, paganos ni agnósticos porque muchos leen el Nuevo Testamento de la Biblia en sus hogares y los ritos en latín se están restaurando. Otros escuchan o ven las misas por la radio (no en la Vivaracha) televisión y en el Internet. ¿Cómo la ves?
Si te vas a confesar y esto te desahoga, hazlo, reza las penitencias de orar y mirar para adentro en lo que se denomina examen de conciencia, pero no te maltrates con ese sentimiento de culpabilidad que nos inculcaron metiéndonos en el cráneo de que somos impuros, lujuriosos y perversos desde los tiempos de Adán y Eva. A mí eso no me consta porque en esos tiempos no había celulares para tomar videos.
Saludos, y por tu edad, que te inoculen en CVS, cuídate de las lluvias y catarros que afectan mucho demasiado a las personas de la tercera edad. Se te quiere mucho demasiado.
Julia