Si el éxito de un político se mide por los logros en materia ciudadana de seguro que el alcalde Luke Bronin se llevaría un Oscar de la Academia de medición de crímenes en el renglón de “criminalidad, inseguridad y negligencia pública administrativa. Solo para apoyar mi comentario voy a citar datos que aparecen en las diferentes plataformas de medición a nivel local y nacional. La ciudad capital del Estado de Connecticut terminó el 2021 con 34 homicidios lo que significa un aumento del 40 % si lo comparamos al 2020 que fueron de 25. Es el año más sangriento desde hace 20 años. De acuerdo con un prestigioso periódico a nivel estatal estos datos sangrientos de la ciudad de Hartford exceden los de la ciudad de Bridgeport y New haven convirtiendo esta ciudad en la meca de la criminalidad y los tiroteos.
En una declaración hecha pública el teniente Aaron Boisvert indicó que el repunte de los tiroteos mortales es “frustrantes” indicando que han hecho progresos significativos reduciendo otros tipos de crímenes en la ciudad. “El jefe ha hecho mucho para combatir la violencia. Hizo dos equipos de apoyo a la comunidad uno en el norte y otro en el sur y estos ya han recuperado 124 armas de fuego. También implementó el equipo de respuesta a los tiroteos que consiste en seis detectives para atender los disparos que no están relacionados con víctimas fatales. Al mismo tiempo este departamento ha hecho grandes progresos en perseguir y apresar a los responsables de muertes por armas de fuego,” dijo el teniente.
Según fuentes de entero crédito al 17 de diciembre 2021 la policía ha resuelto más del 60 % de los 34 homicidios que se han investigado hasta este momento. Aun con todos esos supuestos logros la realidad golpea la cara y la calidad de vida de los que vivimos en esta ciudad. He aquí más datos: cuatro de los homicidios del 2020 fueron nenes y solo uno de tan solo 3 años mientras estaba sentado en un carro estacionado. La muerte de Randell Tarez “Jun Jun” conmocionó a todo el estado y puso en evidencia la falta de voluntad política de los funcionarios electos para resolver los problemas de delincuencia. Si bien es cierto que son muchos los factores que influyen en la delincuencia también son ciertos que nuestras autoridades electas y el alcalde Bronin no encuentran la solución a dicho problema por más que prometen y prometen. Recordamos a nuestros lectores que la campaña del alcalde Bronin se basó en los altos índices de criminalidad que estaban ocurriendo al final del cuatrienio de Pedro Segarra el cual aseguraba que contaba con un plan para acabar con la criminalidad y que devolvería la paz ciudadana a sus residentes. Hasta el día de hoy nada ha pasado y todo ha ido de peor en peor. Es por eso por lo que para el año 2020 se han ganado el premio a la negligencia e ineptitud por no trabajar en la solución del mayor mal que aqueja a los residentes de Hartford: las muertes, la sangre y la inseguridad ciudadana. Felicidades oficiales electos de Hartford.
Somos la ciudad más insegura para vivir en todo el estado, así como de E.U.