PREGUNTA
Distinguida Tía Julita:
Le escribimos desde el pueblo de Bloomfield al que algunos, muy pocos denominan, “el jardín escondido de Connecticut,” pero la verdad/verdad es que el pueblo arquitectónicamente y sin ofender, es más desorganizado que una convención de gatos, cuestión que afecta nuestras posibilidades de progreso turístico y cultural. Lo más interesante, es, sin embargo, el cementerio. Imagínese.
Yendo inmediatamente al punto como decía el dermatólogo Dr. Zarpullidhinski, deseo que nos aconseje acerca de algo que atormenta nuestras noches invadidas por el insomnio. ¿La razón de la sinrazón como decía Don Quijote? Mi querido suegro de 76 inviernos quien vive aun en su propio departamento, pero observa a menudo películas porno mexicanas con títulos tan indecentes como “el Arte de la Manopla Vibradora,” “El enanito Eufemio y sus Aventuras con las Vikingas Apasionadas,” “El Chorizo Inaudito y Cruel de Trukote” y “Tú en Riversa y yo Acelero con Ritmo Guau-Guau.”
Lo que nos preocupa es que a pesar de la buena pensión como bombero mi suegro nunca tiene dinero porque con otros colegas retirados expertos en apagar incendios se van a unos clubes en Meriden donde pa’seguida les echan el ojo unas tipas treintonas quienes les invitan a bailar ritmos como el perreo desbocado y el merengue/retaguardia.
Mi distinguida esposa le repite a su pai que no haga esas cosas pecaminosa porque como el “gallito ya no pica como antes,” lo que hace son nada más que changarías sin destino alimentadas por su imaginación y memorias a largo plazo de lo que ya no volverá. Mi esposa le ha dicho que tiene que cuidarse de las damas que buscan solaz y una vida placentera con los chavos del retirado y de ciertas enfermedades que no mencionaré.
La semana anti pasada fue al matrimonio de nuestra sobrina Yamika quien me dijo que se dio unos palos de alambique y sintió mareos diciendo que el corazón se le iba a salir por la con lengua.
Después de cuatro horas de exámenes en el hospital y la desagradable prueba del Covis-19 donde le metieron los palitos en las narices, le encontraron negativo, ¡Alabado sea el Señor!, pero el colesterol lo tiene más alto que el precio de la leche y el corazón fatigado.
¿Cómo lo podemos ayudar para que asuma lo que es el paso y peso irremediable del tiempo que nos trae las canas, las arrugas, flatulencias, la artritis, artrosis, ceguera, sordera, el reflujo, diarreas, constipaciones, la descolocación inminente de la piel y el reuma que no perdona?
Agradeceremos su respuesta y espero que no esté azorada con eso de la guerra atómica, las amenazas del Putin y el descaro de Donald Trump que cree en esto del “ladrón detrás del juez.”
Sinceramente,
Tito y Mary Trini
RESPUESTA
Queridos,
Me alegra las hormonas apreciar como este es el segundo caso en este mes de abril en el cual son parejas quienes hacen consultas acerca de complejos temas familiares.
Como ustedes bien dicen, el aceptar el paso del tiempo no es cáscara de coco y muchos poetas, locutores, músicos, periodistas, seres deprimidos, locos iluminados, charlatanes, filósofos y tostados que deambulan por el Green, meditan diariamente acerca de este hecho que preocupa al hombre desde el principio cuando solamente existía el Verbo.
Sin embargo, deben recordar dos cosas. Una de ellas es que los seres humanos somos muy distintos y diferentes como decía José Feliciano, y la otra es que debemos hablar tanto de la vejez orgánica, como de la espiritual. La orgánica ya la describieron ustedes muy bien y es la época de los dolores.
Tu suegro que me imagino es viudo o divorciado porque se divierte mucho demasiado, es una persona que, aunque oxidado, se siente emocionalmente joven y rehúsa excluirse de ciertos aspectos de la vida propios de la juventud tales como vacilones en rincones inexplorados de New Haven tales como el Salón de Guiso donde hay que entrar con una contraseña.
Me contabas que siendo bombero organizaba viajes a Acapulco, México, donde coincidían con otras damas que buscaban la liberación de sus hogares y las escuelas en las vacaciones de primavera. Hummmmm.
Me parece que tu suegro no está deprimido ná, tiene un grupo de apoyo con sus amigos exbomberos y buscan la forma de entretenerse. Como ha sido un admirador del sexo débil, con razón está ahora soltero y tu suegra se habrá cansado de los viajecitos a Acapulco y Costa Rica porque no la invitaba.
Lamentablemente mis hijos, el cuerpo humano es más frágil que una lengua ortopédica y los órganos se van agotando y poniendo así límites insalvables a lo que nos impulsa a veces nuestro espíritu a veces contaminado con las ansias del vacilón infinito.
Les diría que hablen con los doctores de Don Tino para que le insistan en lo de los medicamentos, pero déjenlo ir a fiestas, vestirse como mamito, aunque lo del Viagra tiene que consultarlo con un especialista en asuntos cardiacos.
Aprovecho vuestra consulta para enviar a mis lectores y lectoras una feliz primavera, paz y tranquilidad en medio de todo el revolú actual de la campaña presidencial.
Abrazos y besitos para los dos,
Tía Julia