Este país cuenta con un récord de monarcas del sexo femenino anticipándose a la designación de mujeres en posiciones de mandato absoluto. Ellas se hicieron acreedoras a la atención de cronistas de sus épocas.
Mary (bloody Mary) reinó entre los años 1553 y 1558. Permaneció soltera, pero tuvo amantes que no le impidieron mantener su reinado con firmeza y violencia por lo cual se le apodó “la sangrienta” debido a sus venganzas políticas o amorosas.
Elizabeth Primera reina entre los años 1558 y 1603.
Anne reinó entre los años 1702 y 1714
Victoria reina entre los años 1837 y 1901, reforzando las características imperialistas de Inglaterra. Su estilo autocrático se impone en la forma de gobernar, la moda y el sistema de etiquetas.
Finalmente, Elizabeth II reina entre los años 1952 y 1901.
Características excepcionales de la Reina Elizabeth II
Desde el fallecimiento de la Reina Isabel II acaecido el jueves ocho de septiembre pasado, sus súbditos tanto en Inglaterra como en otros países y naciones miembros de la comunidad británica se han mantenido hasta el día de hoy en un periodo de prolongado duelo. Las imágenes del protocolo fúnebre han ocupado las primeras planas de los periódicos del mundo, las transmisiones en televisión, el cine y las redes sociales.
Algunas de las características de la soberana fue su edad porque al momento de su deceso por causas naturales cumplía 96 años. Permaneció como monarca por setenta baños que incluyeron el sombrío periodo posterior a la segunda guerra mundial (1939-1945) cuando Adolfo Hitler, dictador alemán, frustrado por no convencer a la nación inglesa a rendirse, procedió a castigar a Londres con criminales bombardeos.
Nuestra generación no había sido testigo del ceremonial y detallados protocolos de este tipo de exequias y del escoltado viaje por tierra del ataúd de la reina desde Escocia donde falleció, pasando por Irlanda y llegando finalmente al Palacio Buckingham en Londres.
La ex soberana fue la madre de una hija y tres hijos. Su primogénito es Charles que asciende al trono con el título de Charles III. La reina permaneció casada por 73 años con su esposo el príncipe Felipe de la monarquía griega quien falleció a los 99 años.
La sorpresiva muerte de la soberana inglesa conllevó al proceso de reconocimiento de su hijo mayor como el nuevo rey con un minuciosos protocolo y la solemne firma de documentos en los cuales el nuevo rey ratifica el respeto se los monarcas al sistema político inglés en un perdurable sistema de monarquía parlamentaria. En este contexto político, los reyes ni las reinas se involucran en política contingente y respetan las decisiones de la Cámara de los Lores y la de los Comunes. Su contacto con el mundo político es con el primer ministro, en este caso la recién elegida Liz Truss del partido conservador.
Elizabeth Segunda durante su reinado se reunió con 13 presidentes de los Estados Unidos, incluido el exmandatario Donald Trump quien estrechó efusivamente la mano de la reina aun cuando el protocolo advertía que no podía tocarla.
A los funerales de la soberana asistirán este próximo lunes una cantidad récord de 500 dignatarios, entre ellos Joe Biden, el presidente de los Estados Unidos, quien reafirma con su presencia los estrechos lazos de amistad política, económica, militar y social con Inglaterra. Sin embargo, no se le extendió una invitación al presidente Vladimir Putin de Rusia ni a los presidentes de Birmania, ni Billorubia.
El reinado de Elizabeth II estuvo empañado por situaciones inusuales concernientes a sus hijos. Uno de ellos, el príncipe Andrew, duque de York; estuvo involucrado en el vergonzoso episodio de explotación sexual de jóvenes preadolescentes organizado por el criminal estadounidense Jeffrey Epstein -muerto de un modo sospechoso en prisión- asesorado por Ghislaine Maxwel de origen británico.
Por otra parte, el actual soberano Charles III casado con la princesa Diana, cometió durante este matrimonio un escandaloso adulterio con una mujer casada llamada Camila. La reina tuvo que enfrentar el proceso de divorcio y la aun no esclarecida muerte de su exnuera Diana quien se caracterizó por su conducta humanista y defensora de los derechos humanos.
Finalmente, el nuevo rey, con la aprobación de su madre, la reina, contrae matrimonio con su examante que ahora se sienta en el lugar que le correspondería a Diana provocando durante este duelo, reacciones negativas y desfavorables acerca del carácter del nuevo soberano.
Otro de los hechos que conmovió a la corona inglesa durante la vida de Elizabeth II, fue el matrimonio de uno su nieto Andrew con una dama afroamericana quien a través de sus declaraciones expresó el ambiente toxico que vivió en el palacio denunciando sus experiencias en televisión internacional.
Este próximo lunes 19 de septiembre, los restos de la reina del siglo XX y de la tercera década del XXII, descansarán en paz e Inglaterra y su comunidad comienzan una nueva etapa.
A continuación, otras soberanas.
Isabel La Católica de España
Esposa de Fernando de Aragón, permaneció 26 años en el trono con su esposo y fue protagonista de la derrota final de los musulmanes de España. Con su esposo el rey Fernando de Aragón, imponen en España la religión católica romana y en 1493 expulsan a los judíos que no quisieron convertirse al catolicismo y a los mudéjares. Durante su reinado, el imperio español se expande y extiende hacia el llamado nuevo mundo debido a los viajes de exploración auspiciados por los soberanos que comienzan en 1492 con el viaje del controversial Cristóbal Colón.
La soberana vivió 56 años de los cuales 26 estuvo en el trono. Profundamente católica, ella con el Cardenal Cisneros fundan la fatídica Inquisición para asegurar la primacía del catolicismo generando así investigaciones de acusados como infieles o practicantes de ritos judíos de un modo clandestino. A los acusados se les exponía a la tortura para que confesaran sus en muchas ocasiones supuestas faltas y si se les encontraba culpables morían en hogueras públicas.
La soberana muere en Medina del Campo el 26 de noviembre de 1504 afectada por hidropesia enfermedad grave que produce acumulación de agua en el peritoneo afectando el corazón y los riñones.
Dictó un testamento donde insiste en la conquista del norte de África para convertir a los musulmanes al catolicismo. También pidió que se cristianizara a los habitantes de América, pero que se les tratara con justicia y equidad. Se le sepultó en el Monasterio de San Francisco en la Alhambra, ciudad de Granada que fue el centro del último califato musulmán.
Se le conoce como Sierva de Dios y está en marcha el proceso de su beatificación en el Vaticano.
Juana Primera de Castilla enloqueció de amor
Esta soberana española que nació en 1479 adquirió el triste apodo de Juana La Loca poco después de la muerte de su esposo Felipe El Hermoso. Se cree que las aventuras extramaritales de su cónyuge la fueron trastornando al punto de desligarse de sus obligaciones como soberana, trasladándose a la Alhambra y visitando todos los días, después de la sospechosa muerte de Felipe, la tumba de su esposo obligando a las monjas a abrir el ataúd del cadáver para tocarlo y asegurarse que no se lo hubiesen llevado.
También exigía poner arañas en la cripta donde estaban los restos de Felipe exigiendo que no se limpiara el lugar de telarañas o polvo. De este modo se aseguraba de que nadie entrara a ese lugar y las huellas de posibles intrusos quedaran estampadas en el suelo.
Finalmente, decide llevarse el ataúd con los restos mortales de su esposo en un tenebroso recorrido montada en viejo carromato, abrazada a la urna de éste y viajando solamente de noche sin cambiarse de ropas, cruzando pueblos y ciudades en un triste cortejo. Donde alojara de día, se aseguraba que no hubiese mujeres que estuviesen en contacto con la procesión. Finalmente es destronada y colocada en un claustro de Tordesillas por 48 años hasta el momento de su muerte en 1555. Debido a su inestabilidad emocional y mental, en realidad nunca reinó, pero su hijo Carlos si lo hizo y se convertiría en el primer y poderoso emperador español conocido como Carlos V. Este nunca visito a su madre.
Catalina II La Grande de Rusia
Hablando de monarcas poderosas, se destaca a esta Zarina cuyo nombre era Sofia de Anhalt-Zerdest y de origen prusiano, pero que llega a Rusia en 1744 para casarse con el Zar Pedro II quien no tenía el carácter para reinar y ningún interés en ser monarca. Catalina le da un golpe de estado y se proclama Zarina en 1762 gobernando a Rusia por 35 años. Las crónicas dicen que ejerció el poder con mano fuerte afianzando el territorio ruso y echando las bases para su futura expansión.
Zarina Alexandra Fiódoronova de Rusia
Otra zarina también de origen alemán fue la esposa del último zar Nicolás II de la dinastía Romanov la cual dominó a Rusia durante tres siglos. Al momento de su matrimonio con el Zar, la Zarina, una mujer supersticiosa y partidaria de una monarquía absoluta, se transformó prácticamente en la gobernante del cruel imperio ruso debido al carácter débil, anodino e insustancial de su esposo que en muchas oportunidades manifestó no estar interesado en ser monarca, cediendo así tácitamente el control del imperio a Alexandra.
La Zarina fue asesorada por un extraño curandero y campesino llamado Rasputín quien lograba salvar al futuro zar de las hasta ese entonces mortales crisis de hemofilia. A través de esto, el monje ganó mucha influencia política y social. Sus extrañas acciones y la estrecha cercanía al poder absoluto del Zar en desmedro de los príncipes y nobles, llevó a los aristócratas de Rusia a asesinarlo con la asesoría de agentes británicos porque también Rasputín se había opuesto temerariamente a la guerra donde Rusia se aliaba con el Kaiser alemán.
Finalmente, el incapaz y dictatorial zar abdicó, odiado, criticado por su gobierno autocrático y represivo, además del desastre del ejército ruso en la primera guerra mundial. Con el advenimiento de la dictadura del proletariado proclamada por Lenin en 1917; la familia real pasa a ser prisionera de los revolucionarios bolcheviques y pese a los esfuerzos de extradición del zar y su familia hechos por la monarquía británica, mueren ejecutados en un subterráneo de la casa donde estaban prisioneros, diezmados a tiros y bayonetazos entre el 16 y 17 de julio de 1918.
Sus restos mortales fueron quemados y permanecieron ocultos en una fosa común hasta 1981 cuando los descubrió un arqueólogo aficionado. Hoy la llamada “nobleza rusa” lleva a cabo ceremonias anuales recordando a los Romanov y al último Zar y su familia. La iglesia ortodoxa rusa canonizó a esta zarina como Santa Alejandra, Portadora de la Pasión. Estos ínfimos residuos de la nobleza rusa afirman ser merecedores del gobierno de Rusia.