Autocracias y otros sistemas monárquicos.
El mundo se va enterando de la existencia de sistemas de gobierno despóticos, autocráticos, plutócratas y merecedores de una extensa cantidad de sinónimos que les describen. Estas palabras se van poniendo de moda en el intento de ponerles un rótulo a sistemas como el que dirige con mano de hierro Vladimir Putin. He aquí algunos ejemplos. Gobiernos imperiosos, dictatoriales, absolutos, abusivos, intolerantes, fanáticos, arbitrarios, autoritarios, injustos, opresores, dominadores, intransigentes a inflexibles.
De este modo el idioma y las lenguas modernas forjaron palabras que ayudan a comprender lo opuesto a sistemas democráticos y parlamentarios donde las autoridades son electas a través del voto directo o como en Estados Unidos, con una singular adición del sistema de voto electoral.
En estos momentos trágicos en la historia del siglo XXI, ha saltado a las primeras páginas de la prensa libre el nombre del príncipe coronado Mohammed bin Salman quien ordenó la ejecución de 81 de sus súbditos acusados de distintos delitos, entre ellos los de reclamar por los excesos y fechorías de esa particular monarquía de Arabia Saudita.
Este país cuenta con una de las mayores reservas de petróleo del mundo y el príncipe, durante crisis del petróleo como la actual producida por el conflicto entre el sistema occidental con el de Putin, se da el lujo de ejecutar a grupos de sus opositores. Y regodearse con las astronómicas ganancias que no comparte con sus súbditos.
Mohammed bin Salman (MBS) que tiene 36 años ha sido el líder de esta despótica monarquía y manifestó sus propósito de modernizar la sociedad de su país permitiendo por ejemplo que las mujeres pudiesen conducir automóviles y tuviesen acceso a educación universitaria.
Su nombre saltó a la luz en 2018 cuando sus esbirros secuestraron al periodista Jamal Khashoggi a quien asesinaron, desmembraron y posteriormente lo cremaron como un castigo ejemplar por sus artículos publicados en el periódico Washington Post donde ponía al descubierto las arbitrariedades y atrocidades del régimen del príncipe.
Este déspota había ya ganado una reputación de extrema crueldad cuando puso en prisión a cientos de miembros de su propia familia real y de otros potentados a los que mantiene encerrados en el hotel Riyadhs’ Ritz Carlton acusados de corrupción. El destino final de estas víctimas es incierto y no se descarta la posibilidad de futuras ejecuciones masivas.
Imitando el convoy de camiones de Canadá
Cientos de enormes camiones, automóviles y SUV en un desfile autoproclamado “El Convoy del Pueblo,” hicieron su llegada al Capital Beltway de Washington D.C. dando círculos en imitación a un convoy parecido que creo severos problemas de circulación de vehículos de transporte de productos vitales en Canadá.
Llamo la atención de la prensa que la meta de esta demostración fuese protestar por el uso de máscaras y vacunas para prevenir el Covid-19. El contingente de vehículos no logró la cantidad de participantes esperadas por sus organizadores que hicieron un llamado de apoyo a “todos los rincones de los Estados Unidos.”
Uno de los contingentes participantes más numeroso fue el de QAnon quienes teorizan especulaciones conspirativas y uno de cuyos integrantes y organizadores de la Gran Parada se llama Micki Larson-Olson. Este sujeto espera su turno para el juicio legal por su participación en el intento de golpe de estado del 6 de enero del 2021. Larson-Olson cree en una insólita teoría. Según los miembros del QAnon, John Kennedy Jr., hijo del expresidente John F. Kennedy, volvería a la vida para reinstalar como presidente a Donald John Trump.
El Convoy del Pueblo que no contó con los resultados esperados; pero tuvo representación de algunos de los hasta ahora 838 grupos identificados por el SPLC (Southern Poverty Law Center) que adhieren a doctrinas del odio racial tales como el KuKlux Klan, Neo Nazis, Nacionalistas Blancos, Racistas Calvos, Identidad Cristiana, Neo Confederados, Neo-Volkish, Anti Inmigrantes, Anti-LGBTQ, Anti Musulmanes, y otros que se inscriben en estas ideas de odio.
Una representación de estos personajes fue recibida y bienvenida por los senadores republicanos Ted Cruz de Texas y Ron Johnson de Wisconsin.
Daños en la muralla de metal de Donald Trump
El expresidente había prometido construir una muralla insalvable e inexpugnable que impediría el paso ilegal de inmigrantes desde México quienes, según él, son “criminales, violadores y traficantes de drogas.” Así lo hizo satisfaciendo los anhelos de racistas que apoyaron su gobierno.
La muralla construida por contratistas conocidos del expresidente se extiende por 3,250 kilómetros, o 1,989 millas y tuvo un costo aun no claramente determinado que fluctúa entre los 15 y 25 billones de dólares. La distancia entre el aeropuerto Bradley de Connecticut y la ciudad de Miami en Florida es de aproximadamente 1,404 millas.
Desafortunadamente para el billonario proyecto del expresidente, muchos individuos continúan cruzando la barrera consistente en barras de metal verticales. Usando herramientas básicas y baratas se han destruido las barras de contención unas 3,272 veces. Para su reparación se requerirían 2.6 millones de dólares.