AGENCIAS.- Florida, un estado de EE.UU. donde es inmigrante alrededor del 20 % de la población, contará a partir del 1 de julio con una dura ley migratoria que, según sus críticos, “deshumaniza” a los indocumentados y perjudica a la economía local.
Las voces en contra de la ley, que se han escuchado a lo largo de todo el trámite legislativo, se acrecentaron este miércoles con la llegada del texto al despacho del gobernador Ron DeSantis para su firma, que nadie duda que estampará, pues es el promotor.
Esta legislación busca crear una frontera falsa entre Florida y el resto de Estados Unidos. Está destinada a criminalizar a las personas que aún atraviesan por el complicado proceso de inmigración y a sus familias y amigos que visitan el estado”, dijo la directora ejecutiva de la Coalición de Inmigrantes de Florida, Tessa Petit.
La ley en resumen
Los puntos clave de la ley que entrará en vigor el 1 de julio próximo son los siguientes:
• Requiere que las empresas con más de 25 empleados usen a la hora de contratar trabajadores el programa E-verify para determinar su estatus migratorio y establece multas para los infractores.
• Asigna 12 millones de dólares para el traslado de inmigrantes a otros estados del país.
El caballo de batallas de DeSantis
Muchas de las críticas vertidas contra este proyecto promovido por DeSantis, que ha hecho de la inmigración irregular o “ilegal”, como él la califica, su caballo de batalla electoral, son precisamente por el componente electoralista que le achacan.
En la campaña de DeSantis para la reelección en 2022 tuvieron un importante peso sus quejas contra la “frontera abierta” que, según dice, ha creado la política migratoria del presidente Joe Biden.
Precisamente ese fue el argumento que usó para justificar su polémica medida de trasladar por avión a unos 50 venezolanos solicitantes de asilo llegados a Texas por vía terrestre hasta el balneario de Martha’s Vineyard (Massachusetts) en septiembre pasado.
Ahora que, según diversas fuentes, aparentemente está a punto de anunciar oficialmente su entrada a la carrera por la nominación republicana en las elecciones presidenciales de 2024, acentúa su postura de mano dura contra los indocumentados.