STAMFORD. Por primera vez en las calles céntricas de la ciudad, se celebra el Día de Los Muertos, con la presencia de las “catrinas”, que bailaron al son del mariachi, una tradición venida de México.
El “Día de los Muertos”, en honor a los seres queridos de las familias de Stamford, fue preparado y presentado por la organización Latino Foundation of Stamford, gracias al fondo de las Artes Municipal (Stamford Arts & Culture SAC) Grant en base al concepto y visión de Pilar Blanco, dueña de la Boutique Start Shine, encargada de diseñar, confeccionar y exportar vestidos de México con productos nostálgicos que fomentan las tradiciones aztecas en el área de New York y Connecticut.
El pasado domingo a las dos de la tarde, el Latham Park acogió a la comunidad hispana de Stamford, que, con el tradicional vestuario de “catrinas” desfilo por las calles céntricas hasta llegar a la iglesia episcopal Saint Andrew, donde les estaba esperando un inmenso altar comunitario, con composturas de flores de color naranja, fotografías y alimentos.
Acorde con Pilar Blanco, que también estuvo vestida de “catrina”, con su propio diseño en colores de las tradiciones de Michoacán, la compostura del Altar de Muertos, le llevaron tres días en montarlo entre las flores, los papeles de colores y hasta la mantelería.
La “Compostura”, es una palabra del argot religioso para dar el significado apropiado a los diseños y arreglos que se hacen dentro de la iglesia, para preparar una fiesta especial. En este caso, la “compostura del Día de los Muertos”, llevó flores de cempasúchil y claveles, y papel de colores cortados en figuras geométircas colgados sobre el techo, empotrados, portarretratos de familiares fallecidos de moradores de Stamford y platos de pan y bebidas.
Las mujeres catrinas, en su mayoría fueron de México, pero también hubo un grupo de activistas comunitarias de Ecuador y bailarinas del guatemalteco Maltiox, que, gracias a Pilar Peláez, que fue parte de la organización y es vicepresidenta del Comité Cívico Ecuatoriano de Stamford, logró juntarlas.
“Pensé que no me reconocerían”, bromeó Jenny Canepa, directora de la Comisión de Educación del Comité Cívico, que se adueñó del personaje de la “catrina” y bailó sin cansancio durante todo el tiempo que el mariachi tocó las canciones propias de la época como La Llorona.
“Es que el propósito es unirnos como comunidad y cada uno tiene que hacer su parte”, dijo Claudia Santizo, que fue maquillada de “Catrina” por René Soto, y que horas antes en la biblioteca de Norwalk, bailó con el grupo guatemalteco Maltox, en honor al Día de los Muertos y recibió una diadema de flores confeccionada por Nicole Rodas, que usó para la ocasión.