NEW CANAAN.- Con un solo voto en contra el Senado aprueba el proyecto de ley sobre violencia doméstica que incluye el “control coercitivo”, es decir, el del abuso no físico, proyecto que ha sido nominada como “la ley de Jennifer”, en honor al sonado caso de New Canaan que terminó con la muerte del marido de la víctima y la desaparición de la víctima hasta la presente fecha.
Después de más de dos años de trabajar con sobrevivientes de violencia doméstica, el senador estatal de Connecticut Alex Kasser, celebró el apoyo casi unánime de la aprobación del Proyecto de Ley del Senado 1091, también conocido como la Ley de Jennifer.
La ley lleva el nombre de Jennifer Farber Dulos, de New Canaan, quien desapareció en el 2019 y cuyo difunto esposo fue acusado de su brutal asesinato, y de Jennifer Magnano, de Terryville, Connecticut, quien fue asesinada a tiros por su esposo en el 2007.
Nunca se ha encontrado a Dulos.
El proyecto de ley, que se aprobó el martes 18 de mayo en una votación de 35 a 1, ampliaría la definición de violencia doméstica para incluir el “control coercitivo” (abuso no físico) si se convierte en ley.
Se combinó con otro que se ocupa más de las órdenes de alejamiento y amplía el alcance de las leyes de violencia doméstica, llevándolas al siglo XXI.
Kasser dijo después de que se votara: “Esta es la primera vez que Connecticut tendrá una definición de violencia doméstica para todos los casos del Tribunal de Familia: custodia, divorcio y órdenes de restricción”.
Y, agregó, es la primera vez que el abuso no físico, también conocido como control coercitivo, es reconocido como parte del control que los abusadores tienen sobre sus víctimas.
El treinta y tres por ciento de las mujeres que son asesinadas por su pareja nunca fueron lastimadas por él antes, dijo Kasser.
“Su asesinato es el primer acto de violencia”, agregó. “Con esta ley, los tribunales finalmente pueden identificar el abuso mucho antes de que se vuelva mortal. Estoy muy agradecido con todos los valientes sobrevivientes que lucharon por esta legislación y luchan por su libertad”.
CRONICA DE UNA DESAPARICION, PUBLICADA EN LA VOZ HISPANA DE CT
La desaparición de Jennifer Dulos, de 50 años de edad, una madre de familia de cinco niños, residente en New Canaan, llamó la atención de la prensa nacional; y para iniciar la semana en la Corte de Justicia de Norwalk, los medios de comunicación de varios Estados estuvieron reportando desde la madrugada uno a uno de los pasos legales en torno al caso. Llamó la atención la detención de la joven venezolana, novia del esposo de la mujer desaparecida, a quien se le fijó una fianza de 50 mil dólares y que a falta de pruebas se la dejó libre.
Los medios que atiborraron el centro de Norwalk con sus carros, antenas y cámaras, siguieron de cerca el paso del hombre que ingresó por la parte trasera de la Corte en un carro blindado y de la novia (amante) de éste, quien se cubrió el rostro todo el tiempo para cubrir su identidad.
En los años previos a la desaparición de Jennifer el comportamiento de Fotis Dulos, según amistades e investigaciones policiales, muestran una escalada de violencia doméstica, dijeron los defensores en los días posteriores a su arresto y a la hora de dictarles cargos la violencia del hombre salió a relucir en cada cargo que le eran impuestos.
“Tengo miedo de mi esposo”, dijo Jennifer Dulos en una declaración jurada en el 2017. “Sé que presentar una solicitud de divorcio y presentar esta moción lo enfurecerá. Sé que tomará represalias tratando de hacerme daño de alguna manera. Él tiene la actitud de que siempre debe ganar a toda costa. Es peligroso y despiadado cuando cree que ha sido agraviado”, escribió.
Sin embargo Fotis Dulos fue acusado de manipular evidencias y obstaculizar la investigación, considerado un delito en primer grado.
La policía aún no ha encontrado a Jennifer Dulos, aunque la declaración jurada de arresto del esposo dice que limpió su sangre y eliminó las pruebas en varios lugares de Hartford. Su novia, Michelle Troconis, de origen venezolano, enfrentó los mismos cargos y fue acusada de hacer lo mismo, pero salió en libertad por falta de pruebas.
Jennifer Dulos ha estado desaparecida desde que dejó a sus cinco hijos en la escuela de New Canaan el 24 de mayo del año en curso. “Sabemos que el presunto homicidio por violencia doméstica es predecible y prevenible”, dijo Karen Jarmoc, Directora Ejecutiva de la Coalición contra la Violencia Doméstica en Wethersfield.
“A menudo hay banderas rojas que precipitan un homicidio. Sabemos que cuando las víctimas se van, este es el momento más peligroso. Los problemas de separación, divorcio y custodia también pueden llevar a que el abusador aumente las conductas en un intento de recuperar elcontrol “, señaló.
La violencia doméstica puede aparecer en muchas formas, dijo Mary Lee Kiernan, CEO de YWCA Greenwich, y aunque cada caso es diferente, muchos comparten patrones comunes, incluidos los del caso de Dulos.