El 12 de septiembre Bridgeport celebró sus primarias para la alcaldía – y como de costumbre, estuvieron acompañadas de escándalo.
Lo que sucedió no fue nuevo; de hecho, fue una repetición punto por punto de lo que vimos en las primarias del 2019. Tenemos un alcalde impopular, Joe Ganim, con una administración plagada de escándalos. El día de las elecciones, el alcalde pierde el voto en las urnas con claridad, pero el voto por correo milagrosamente le da la victoria. En ambas elecciones, el voto por correo fue sospechosamente abrumador a favor del alcalde. En ambas elecciones se detectaron un número considerable de acusaciones de fraude y conductas más que dudosas por parte de la campaña del alcalde.
El escándalo, en realidad, es que todo esto era previsible, pero nadie hizo nada para impedirlo.
La investigación posterior a las elecciones del 2019 encontró suficientes irregularidades como para que la Comisión Electoral del Estado recomendar a cargos penales contra tres trabajadores de la campaña de Joe Ganim. Los legisladores estatales estuvieron tan escandalizados que aprobaron dinero para contratar a un supervisor para que vigilara las elecciones de la ciudad.
El problema es que el estado nunca acabó por contratar a un supervisor. La investigación sobre el posible fraude del 2019 ha tomado cuatro años y la Fiscalía sigue sin llevar a nadie a los tribunales. Así que cuando este 2023 tenemos vídeos de gente trabajando para el alcalde poniendo sacos con sobres en el buzón de voto por correo del ayuntamiento, decenas de acusaciones creíbles y conductas sospechosas que sugieren fraude electoral, no pillo a nadie por sorpresa. Y más cuando la mujer que aparece en las imágenes es Wanda Geter-Pataky, Una de las personas acusadas de regularidades el 2019. Lo que todo el mundo sabía que podía suceder es lo que ha acabado pasando.
Me parece un poco ridículo que tenga que decir esto en un periódico de Connecticut, pero las elecciones son importantes. Necesitamos un sistema de recuento justo, transparente, creíble y fiable, porque las elecciones deben reflejar la opinión de los votantes. Esto requiere crear instituciones y aprobar leyes que garanticen que esto sea así, y que en caso de presunto fraude los responsables sean perseguidos. Extrañamente, nuestro estado no ha sido capaz de hacer esto.
Primero, es completamente absurdo que Bridgeport no tenga nadie supervisando sus elecciones este año. Desconozco el motivo por el que el estado nunca nombró un supervisor, pero alguien tiene que estar vigilando los comicios de la ciudad lo antes posible. Segundo, las autoridades estatales tienen que tomarse este problema en serio. Es completamente surrealista que la investigación de las irregularidades del 2019, que fueron públicas y notorias, hayan tomado cuatro años. Es increíble que alguien cómo Wanda Geter-Pataky si siguiera trabajando tanto en el ayuntamiento como en una campaña electoral, a pesar de las sombras de una posible acusación penal sobre ella.
Aparte de estas dos actuaciones inmediatas, Connecticut tiene que aprobar leyes para mejorar su sistema electoral. El sistema actual es seguro, pero los constantes escándalos en Bridgeport han dejado claro que un puñado de actores malintencionados pueden manipularlo. Es imperativo reformar el sistema para hacer que las autoridades electorales locales sean mucho más profesionales e independientes. Esto requiere crear una separación mucho más estricta entre funcionarios públicos y campañas electorales, para prevenir que los administradores de servicios sociales sean utilizados directa o indirectamente para conseguir votos por correo.
En último lugar, Connecticut debe plantearse una reforma en profundidad de su sistema de voto por correo. Muchos estados se han dado cuenta que la forma más sencilla de evitar su manipulación es hacer que el voto por correo sea universal, evitando situaciones como la que hemos visto en Bridgeport con trabajadores de la campaña del alcalde “ayudando” a votantes de forma selectiva.
Teniendo en cuenta los constantes ataques por parte de muchos políticos republicanos contra la legitimidad de las últimas elecciones presidenciales, Los líderes de nuestro estado deben hacer todo lo posible para eliminar por completo cualquier atisbo de fraude electoral. Los votantes de Bridgeport se merecen se representados por un alcalde que no vive constantemente bajo la sombra de la sospecha.