CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador ha hecho del combate a la corrupción una parte central de su agenda política, por lo que el hecho de que un exfuncionario acusado de corrupción haya sido fotografiado en un restaurante de lujo no dejó una buena imagen.
Las fotografías de Emilio Lozoya, exdirector de la paraestatal petrolera Pemex y testigo del gobierno en un caso de corrupción por cientos de millones de dólares en sobornos, no pudieron haber circulado en peor momento.
Actualmente, el fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero, intenta encarcelar a 31 académicos en una prisión de máxima seguridad porque asegura que recibieron indebidamente unos 2,5 millones de dólares en fondos del gobierno hace varios años. Las leyes de aquel momento permitían dichas aportaciones financieras, y los investigadores aseguran que ese dinero no se malgastó.
En tanto, Gertz Manero no ha podido encarcelar a ninguna de las principales figuras implicadas en un enorme caso de corrupción en Pemex que casi llevó a la quiebra a la compañía.
Alejandro Hope, analista en seguridad de la Ciudad de México, consideró que las fotografías dan muy mala impresión. “Son horribles”, señaló.
El mismo López Obrador se molestó con las imágenes de Lozoya en un restaurante de la Ciudad de México, a pesar de que, como testigo protegido, no está confinado a su residencia ni bajo ningún tipo de arresto.
“Sí, yo creo que es legal, pero es inmoral el que se den estas cosas, es una imprudencia, para decir lo menos”, afirmó el mandatario. “Un acto de provocación, porque este señor fue director de Pemex y está como testigo protegido”.
Es incluso más vergonzoso porque López Obrador anunció el lunes que realizará apenas su segundo viaje al exterior desde que es presidente, una visita a las Naciones Unidas el 9 de noviembre para pronunciar un discurso sobre los peligros de la corrupción.
Lozoya huyó a España, donde fue arrestado y extraditado de regreso a México en 2020. Rápidamente decidió entregar evidencia y testificar en contra de otros exfuncionarios a cambio de no ser encarcelado.
Lozoya aseguró que el expresidente Enrique Peña Nieto, y su brazo derecho, el entonces secretario de Hacienda Luis Videgaray, le ordenaron sobornar a legisladores, entre ellos a cinco senadores, para que apoyaran una controversial reforma energética y otras entre 2013 y 2014.
Lozoya también enfrenta cargos por corrupción relacionados con la compra a precio inflado de una planta de fertilizantes y por millones de dólares en sobornos pagados por la constructora brasileña Odebrecht. Ha dicho que Peña Nieto y Videgaray le indicaron que utilizara 4 millones de dólares procedentes de Odebrecht para pagarles a asesores de campaña extranjeros que trabajaron en la campaña electoral de Peña Nieto en 2012.