Pregunta
Distinguida tía Julia.
Mi nombre es Glorima y tomaré solo unos minutos de su valiosísimo tiempo para pedirle una orientación que sé estará sustentada por su vasta experiencia en bochinches, divorcios, engaños, fraudes, líos amorosos, enredos, embrollos, trampas, chismes y gatuperios más complejos que los líos judiciales del que fue presidente y Dios quiera que no lo sea nunca más.
A raíz de mi problema estoy llegando a la conclusión de que el cerebro humano es tan complejo como una muela en necesidad de implante porque la carie está en la raíz misma de la corona y duele. Este es el caso de mi esposo que de ser bueno es bueno, pero que es demasiado crédulo e inocentón y si lo dejo solo, puede endosar a algún político para el puesto de alcalde.
Ellos no le dicen que los candidatos necesitan juntar mucho dinero y pa’luego le piden una donación de 100 dólares para comenzar. Son como los diezmos.
En esta sociedad y en política todos son chavos y usted ya ve como Trump que es un pillo con licencia está pidiendo ahora donaciones para pagarle a sus abogados picapleitos y rencillosos que enojan a los jueces en este juicio por el escándalo con la Pechuga Daniels. Dicen que esas donaciones el pillo las está usando para su campaña presidencial 2014, aunque esté en la cárcel.
Ahora voy a un ejemplo de lo que le sucede a mi esposo y el calvario que estoy sufriendo.
Cuando nos casamos con Humberto en Cabo Rojo, dijo que tenía contactos y se encargó de contratar a una orquesta que según el mánager había hecho exitosas giras por la isla, Santo Domingo y Massachusetts.
Cuando comenzó la fiesta, llegó al templete del parque un conjunto raquítico que dirigía un señor chiquito del que los otros músicos decían que no era que fuese tan chico, sino que le quedaban los zapatos muy hondos.
El pianista era más desafinado que una puerta y la cantante era una señora que estaba fácilmente en sus cincuenta, usaba minifaldamini y más se movía que cantaba. El repertorio del grupito era muy limitado y sus canciones incluían “la Cucaracha trinca,” el Mambo número 43 con un solo de trombón y la Bamba en tiempo de merengue. Esta gente le cobró a mi esposo $3,000 billetes, y les tuvo que proporcionar cena y licor.
En los 23 años que estamos casado no ha cambiado y tengo que velarlo como a un niño chico cuando hay que hacer compras de refrigeradores, carros, o plasmas. Como ya lo conocen en los Walmart, las vendedoras se lo pelean porque de tanto mirarlas se pone bobo.
Ahora debo estar muy pendiente cuando observa la televisión ya que compra con la tarjeta usando el celular cualquier aparato que ofrezcan como la gran novedad. Hace tres días adquirió una máquina para hacer pan del cielo a la que le faltaban piezas y que yo arrojé con coraje a la basura.
Como ahora se le ha ocurrido bajar de peso porque está muy barrigón debido a las frías, adquirió un producto nuevo llamado Kultrol para limpiarse los intestinos y que le costó $43 billetes. Para asegurarse y limpiarse bien limpias las entrañas, adquirió no una, sino que dos botellas con lo que gastó $86 billetes.
Tía, a los diez minutos Humberto comenzó con un corre y corre para el baño atacado por unas diarreas infernales y estertores estomacales. Por la tarde tuvo la mala idea de tomarse la segunda y paramos en emergencia.
Yo no sé ya que hacer con este tipo y ya he pensado en separarme porque me avisó que viajaríamos en agosto a España para ser parte de una romería en un especial de una línea aérea que le arrienda los aviones a los iranies: ¡$5,000!
Por favor dígame que hago porque ya estamos a punto de irnos a una vergonzosa quiebra y nos pueden quitar la casa.
Saludos a los muchachos de la Voz y me los felicita por los programas radiales y los videos
Glorima
Respuesta
Saludos Glorima.
Tu nombre parece ser la armónica combinación entre Gloria y María, pero la otra podría ser Maglor pero esa mixtura pega más para varones o en situaciones intermedias. En fin.
Tu comparación entre el cerebro y una muela me parece curiosa ya que en el caso de una supuesta carie dental en el interior del cráneo no te pueden hacer implantes de la masa encefálica.
Tus quejas con tu esposo Humberto me llaman la atención por dos motivos. El editor ha recibido llamadas y e-milios de tipos que se quejan de mi diciendo que yo les caigo fuerte a ellos y que usualmente le doy la razón a las féminas.
Pero fíjate que interesante porque haciendo un análisis estadístico de todas las consultas que recibo, es cierto que un 67% son mujeres solteras, casadas, viudas, divorciadas o en transición que se lamentan de las acciones del sexo opuesto.
El otro 33% de cartas o e-milios recibidos han sido de individuos del sexo masculino que expresan menos sus emociones y sentimientos y cuando lo hacen es porque las amistades le apodan venados o porque la novia o esposa les han dejado.
Ahora, lo que le pasa a tu esposo es un rasgo común de problemas que afectan a la mayoría de los ciudadanos de este país donde el consumo de alimentos, comprar cosas que no hacen falta, y/o usar las infames tarjetas de crédito las cuales como decía el filósofo Cipriano Ortega Lapislao PhD, son “pan para hoy y hambre para mañana.”
Así caemos bajo las garras de la propaganda comercial radial, por el plasma o el Internet y pareciera que nos ponen baterías extras para comprar en las múltiples fiestas, cumpleaños, aniversarios, bautizos, quinceañeros, sábado de Gloria, passovers, navidades, Día de Reyes, Año Nuevo, Día de la Madre, Dia del Padre, y los cambios de estaciones.
Antes, íbamos a las tiendas a comprar en persona, pero ahora y después de la Pandemia, está el sistema de los pedidos por el Internet donde debes pagar con las condenadas tarjetitas y nos crean la ilusión de que somos ricos y vienen a dejar las pizzas, comida chinas, tacos mexicanos con mole y compras a la puerta de tu casa, incluidas bebidas alcohólicas. No sé si este servicio se aplica a la marihuana recreativa.
El casito de tu esposo que ya ingresa a un territorio de peligro financiero es grave y requerirá de cierto tipo de terapia comenzando por reducir el número de tarjetas y de raíz quitarle la costumbre de usarlas. Debes iniciar con fuerza el sistema de que todo lo que se compre debe ser al contado o como dicen en Argentina, contante y sonante. También necesitará una consulta obligatoria contigo acerca de cualquier gasto de más de 50 dólares.
Una encuesta fidedigna informa que nosotros los que vivimos en USA gastamos un promedio de $1,497 dólares mensuales en cosas innecesarias que significa 18,000 al año. Allí va el café y lo que venden los restaurantes de comida rápida. Ha aumentado también el hábito de comer fuera de la casa. Gastamos más de 100 billetes en programas de cable y el exagerado pago de películas por Neflix y otros monopolios. Con hijos en la casa el problema es mayor.
Estamos también en un periodo de aumento de los precios de artículos de primera necesidad y comprando con billetes y monedas es la única manera de percibir el cambio e intentar “ahorrar,” sana costumbre que muchos consideran pasada de moda.
Te deseo suerte con el tratamiento y sé que recibiré reclamos de parte de los varones, pero es que se hace necesario.
Saludos y suerte.
Julia
Comentarios a los Sabios Consejo de la Tía Julia:
Mi hijo es más flojo que un perezoso anestesiado y dice que lo que le damos para “sus gastos” no el alcanza ni para ir al cine con la noviecita. Teme que ella lo deje porque se aburre en la casa y desea ir a bailal. Le recomendamos que se consiguiera un trabajito de verano porque ya tiene 23 años y para todo es más lento que un bolero. Gracias, Cristina y Jacobo de Springfield.