Titi Julia,
La llamo Titi Julia porque así le decíamos con amol a una tía muy buena que nos aconsejaba cuando éramos jóvenes, pero que ya ascendió hacia los cielos; ¡Aleluya! Espero con mis amigas de acá de Bridgeport con quienes conseguimos el periódico La Voz en la tiendita de la esquina, que usted no se nos vaya todavía así es que se nos cuida se pone la vacuna en contra del Covis-19, la influenza mala y los chingles lo antes posible.
Mi problema tiene que ver con mi hogar, y con ciertas cosas de mi esposo que me ha salido para algunas cuestiones más flojo que una puerta corrediza. Para otras es un potro y ya tenemos dos potrillitos y dos portillitas porque a él no le gusta ver televisión de noche y no lee, aunque es cartero.
Este hombre querida tía se quedó en el Antiguo Testamento judío escrito hace mas de tres mil años y donde el padre era un patriarca y la mujer no valía mucho, cuestión que todavía se ve, con todo respeto, en las sinagogas donde las féminas están relegadas a un segundo piso y el primer piso es nada mas que para los machos.
Hasta hace poco mis tareas exclusivas en el hogar eran criar muchachos, hacer las camas, cocinar, sacar la basura, ir de compras, subir los paquetes con la mercadería, coger las llamadas tefonicas, lavar la ropa en la maquinita y secarla, llevar y traer a los nenes hacia y desde la escuela, limpiar los baños, y atender al Rey, o sea mi esposo.
Después de una conversación que tuvimos y como yo estoy teniendo problemas de artritis en la espalda, Rolando comenzó a pasar la aspiradora, sacar la basura y limpiar los baños. Además, las compras las hemos dejado para los días sábados para que ayude y también oriente a los nenes con las asignaciones en la computadora por esto de la Pandemia; ¡que un rayo parta!
Todo esto reconozco ha sido un progreso, pero cada vez que le pido algo extra me lanza la letanía de las “muchas” cosas que hace en la casa y quiere que yo lo aplauda y le premie. El problema de esto es que los dos potrillitos como él les dice, están sacando sus mismas malas costumbres y aunque tienen 14 y 12 años respectivamente, no quieren cooperar. Mi esposo no me apoya cuando trato de animarlos para que se muevan, hagan su cama, laven su ropa y de vez en cuando pasen el mapo en el baño.
Tía, esto me tiene agotada porque ha sido algo sin parar desde el tiempo en que llevamos matrimoniados. Mi mai es una conformista y me dice; “Ay niña, ¡eso es lo que hay!” mientras que mi hermana que vive con su compañera y pareja me dice que también la partner, como le dice ella, quiere hacer el papel de macho y tenerla como la fámula, es decir, la empleadita. El padre de la iglesia me recomienda paciencia y resignación; ¿se imagina? Esto me tiene preocupada porque también en los templos lo que predominan son los hombres y a las mujeres las tienen en el coro.
Le debo confidenciar tía, que si yo me hubiese imaginado que esto iba a ser así no habría engendrado cuatro, sino que solamente dos nenitos porque, así como voy se me van a gastar las manos y ya no estoy como para reírle las gracias a naiden. En la última discusión con Rolando cuyo trabajo es el de empleado postal, es decir cartero; me dijo que yo debía hacer las cosas, lavarle la ropa cocinar porque el me atendía bien, es decir “lo del matre.” Esto no puede seguir así y creo que una de las razones por la cual los latinos votaron por Trump es porque como este tipo usa a las mujeres y las quiere solamente para obtener placer con ellas, los machotes caribeños lo admiran y quieren que este tratamiento hacia la mujer siga igual.
Por favor déjeme saber cómo salgo de este brete que ya me tiene tan angustiada que mi hermana me dice que la cara se me está pareciendo a la de la Melania que según me han contado piensa divorciarse del infiel y adultero de Trump e irse a Europa con Barrón para que este no coja los malos ejemplos. I do not know.
Clara
Respuesta
Mira Clara, te felicito porque tienes las cosas tan claras como el agua que cae de un modo virginal desde las alturas del Chorro de Doña Juana en Puerto Rico. Lo que sucede es que estamos en un momento de transición en el mundo y las mujeres están despertando del letargo de la domesticación
y de esas tareas que le ha designado la tradición judaico-cristiana, es decir el modelo de familia patriarcal.
Mencionas lo de las sinagogas, pero lo mismo se observa en las iglesias católicas, pentecostales, evangélicas, ortodoxas y otras. En sus ceremonias se impone la masculinidad y sus lideres son solamente hombres. Sacerdotes, pastores y rabinos son los únicos lideres aceptados por sus jerarquías; aunque los teólogos, arqueólogos y otros estudiosos han revelado que en los primeros años del cristianismo hubo lideres mujeres e incluso se menciona el nombre de una Obispa, Theodora Episcopa que es el femenino de la palabra Obispo.
Fíjate tú que en los santos evangelios escrito por Marcos, Lucas, Mateo y Juan, todos hombres; el papel de la mujer de acuerdo a la Dra. Karen King PhD ha sido injusto e ignoran la presencia de la mujer reduciendo su participación solamente a María, la madre de Jesús, María Magdalena, y las hermanas Marta y María. Sin embargo, en las epístolas del Apóstol Pablo, el menciona a un sinnúmero de seguidoras cristianas tales como Prisca, Junia, Julia, Evodia, Syntyche, Lydia de Thyatira, y Nimpha de Laudicea, quienes incluso asumieron papeles de liderazgo como diaconas.
La Dra. King PhD, ha escrito libros basados en estudios arqueológicos y traducciones de las lenguas antiguas recientes que demuestran una realidad muy distinta a la descrita por los evangelistas refiriéndose por ejemplo a María Magdalena a quien se la ha demonizado como prostituta e inmoral. De acuerdo a King, esta imagen es producto de la tergiversación porque ella había desempeñado papeles importantes en la vida de Jesús.
¿Pero, cuando comenzó la exclusión de las mujeres y digo esto a raíz de lo que te recomendó el “padrecito”?
En un momento dado en la historia de iglesia primitiva y recordando que los primeros cristianos y cristianas era judíos conversos a la nueva fe; la idea del patriarcado y del predominio de los hombres como los únicos autorizados a predicar y proveer los sacramentos, especialmente la eucaristía; tiene su oficialización en el año 494 después de Cristo cuando un papa llamado Galesius Primero niega el liderazgo de las mujeres en las ceremonias religiosas.
Afortunadamente el Papa Francisco que ha dado un remezón a la política del ocultamiento de crímenes sexuales en la iglesia católica romana, ha estado reclamando la participación de las mujeres en posiciones de liderazgo.
En la actualidad las únicas iglesias que han dado pasos para estos cambios que son justos y equitativos, son las iglesias Episcopal, la Evangélica Luterana, la Metodista Unida y la Iglesia Metodista Americana. Por otro lado, no dan su brazo a torcer y siguen en las mismas marcando el paso, la Católica Romana, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y la Southern Baptist Church. Los mormones también niegan la participación de la mujer en posiciones de liderazgo o en ceremonias y rituales; ¿Como la ves?
La existencia en nuestra sociedad actual del sistema del “patriarca es el que manda,” y negar un cambio en las religiones de reconocer el papel de la mujer, tienen que ver con la actitud de tu esposo que no colabora y con la discriminación femenina en la sociedad.
Si el asunto se torna difícil en tu matrimonio, te recomiendo que vayan con Rolando a ver a un terapista familiar acreditado por los seguros para aumentar la comunicación y ayuda mutua. En cuanto a los potrillitos es mejor que se pongan las pilas porque cuando se gradúen de la escuela superior y si todavía hay universidades con dormitorios y residencias, nadie les hará la cama ni les va a lavar la ropita.
La Tía Julia que se cuida y usa la mascara y la distancia social.