Tía Julia
Le saludo nuevamente para informarle de los nuevos inventos de mi hijito quien, aunque no asistió a la universidad porque le faltó el puntaje y no tenía para pagar la matricula, es un inventor innato e ingénito contradiciendo de este modo y claramente lo que dice el candidato a la presidencia apodado pelo de orín. Es verdad, somos inmigrantes, pero tenemos excelentes genes, mejores que los de él y de sus hijitos John y Eric.
Juliancito a quien en el seno del hogar llamamos Pipote, tiene ya los poderosos 35 años y dedica sus energías al sagrado proceso de la invención que incluye además la creación de poemas y sonetos. Por ahora vive con nosotros ya que ha tenido mala suerte en sus amores.
Su más reciente invención que ya patentó para que no se la copien, es un paraguas que por su peso y para transportarle tiene que montarse en un carrito de dos ruedas, pero cuyas funciones son extraordinarias.
De partida este invento que Juliancito llama “paraguayo” porque para abrirlo hay que estar de pie, cubre al usuario hasta más abajo de los hombros y se caracteriza por una ventanilla a través de la cual se puede observar cuando uno camina evitando así las caídas y las incansables gotas de lluvia. En la parte posterior del portento, cuelga un cable que traslada la carga eléctrica de los rayos hacia abajo evitando el shock, aunque quien use el super paraguas debe usar guantes de goma.
El techo metálico de este prodigio ofrece una protección especial en el caso de que caigan desde el cielo aerolitos o pedradas, pero lo más importante en este mes en que se rememoran las malas artes de las brujas MAGA, el mismo techo rechaza las malas vibras y ¡oh! se las tira para atrás a la gente maldiciente y aficionada a enviar mensajes con mentiras, difamaciones y calumnias.
Es verdad que el super paraguas no es barato, que, de pesar, pesa, pero Julián le adjunta dos agregados de metal semejante a mini muletas para apoyar el paraguas en los hombros del comprador y de este modo equilibrar el peso.
Decidido a enviarlo al mercado en estos tiempos de incertidumbre, huracanes y las patanescas amenazas de Putin de tirarnos bombas atómicas, ya creó unos versos publicitarios que le incluyo en este textito y se transmitirán en la emisora Vivaracha.
(Ruidos iniciales de truenos, rayos y centellas)
Querido auditor y auditora,
Camine a pie o a caballo,
Con el paraguas de Pipote,
No tema que la parta un rayo.
Tía, comuníquese con mi sobrino Pito Burgos el gerente de ventas y mencione su nombre para que se la haga una tremenda rebaja. Si nos refiere a dos interesados, se le obsequiará el casco anti-magnetismo solar para que este más protegida de soles malos y brillosos.
Salúdeme a Don Abelardo y a los muchachos y recomiéndoles el paraguas. Pipote puede incluso ir a su oficina y hacer una demostración.
Beatriz del Meollo
Respuesta
Querida Beatriz:
¿Cómo olvidarme de Pipote el inventor que concibió unas gafas para observar hacia atrás evitando así ataques por sorpresa en el área sur del Green? Si mal no recuerdo, también tenía el proyecto de unos zapatos aerodinámicos con aire acondicionado interno para la época de calor y disminuir así el dolor de los juanetes.
Este proyecto del paraguas para todo me parece interesante, pero esto de detener el shock de un rayo como los que se están pronosticando en Florida me preocupa y no vaya a suceder que el cordón que hace tierra se le enrede en las piernas y quede más maltratado que Frankenstein. A esto hay que agregar el gasto del carrito adicional de dos ruedas aceptable para cargar la compra, pero no para una carga descomunal.
Hablé con un amigo estudiado que me dijo que ciertamente el metal atrae a los rayos y que el invento de Pipote puede ser un magneto del mero con resultados fatales para el cerebro en el caso de un impacto. Los aerolitos que llegan a traspasar la atmósfera llegan a alta velocidad y en este caso lo mejor es quedarse en la casa.
Es más, para ilustrar las limitaciones del invento me dio a conocer el caso de un señor que tenía su residencia cercana a una muralla vecina donde por la noche se creaba un rincón muy oscuro. Un sujeto pasaba a menudo por allí en horas de madrugada y aprovechaba el rincón para hacer sus necesidades biológicas liquidas y de la otra. ¿Tú me entiendes?
Al comentar el caso con un vecino inventor, éste le recomendó poner en la parte superior del muro una lámpara potente que iluminara el rincón. El afectado así lo hizo y una semana después el vecino inventor le preguntó acerca del resultado de la solución a lo que el afectado respondió, “ahora surgió otro problema porque el sucio sigue haciendo sus necesidades biológicas en el rincón iluminado y más encima con la luz de la lamparita lee el periódico Hartford Courant.”
Recientemente, el vecino afectado habló con otra persona sabida quien le recomendó poner una cámara de video escondida detrás del foco que filmó el acto vergonzoso y degradante que el propietario puso en el Facebook en la categoría de “Guerra sin cuartel a la inmundicia.” Al tipo ahora le pusieron el sobrenombre de “excreta” y se acabó el problema.
Qué Pipote hable con un electricista con licencia en Connecticut antes de lanzar el invento al mercado a través de la radio Vivaracha porque lo pueden demandar por daños y perjuicios de parientes de alguna víctima fulminados por un rayo.
Se les quiere mucho y lo del paraguas para maldiciones y brujerías lo puede ofrecer en conjunto con la Botánica Karlina donde le hacen un diagnóstico si lleva una botellita son su orina.
Tía Julia.