Estimada Tía,
Con mis amigas en el CVS leemos sus consejos que ayudan a quienes no creemos en ir a terapias empalagosas donde no podemos elegir a los consejeros y a veces nos asignan a muchachas muy jóvenes recién graduadas o personas muy mayores que se duermen. Esto lo decimos con respeto y son críticas constructivas.
Mi enamorado se llama Fabián y nos entendemos muy bien en todo los planos de la existencia. El acepta mis manías como morderme las uñas cuando miro las teleseries mexicanas “La maldición de vivir,” “El secreto entre el Padrecito y doña Clota,” y “Perfume de Gardenia en una muela cariada”
Por mi parte acepto su defecto de ser muy fatalista y supersticioso. Este hombre cuando ve a un gatito negro se persigna y dice que las misas en latín le ayudan para bajar la ansiedad y asegura que “aunque no entiendo nada es mejor porque lo del apocalipsis me preocupa y me da insomnio malo.” Se niega a pasar bajo escaleras y para Fabian los días martes no son buenos porque su abuela de Bogotá le decía, “Los martes no te cases ni te embarques y no prestes chavo que te parten.”
Ahora con las explosiones en el astro rey, se le ha puesto entre ceja y ceja que estas erupciones son el comienzo del fin, que los rayos gama crean calvicie y trastornan el encéfalo produciendo Gangoiti, una enfermedad que causa una forma de hablar distinta, típica de los afectados por el Covid-19 y la variante RBKaraj-435.
Esto no sería nada, pero me exige asistir a las misas en el idioma latín que se llevaban a cabo durante los años del Papa Pio XII y que en el Concilio Vaticano II el Papa Juan XXIII en los años 60,’ propuso y se aceptó que se dijeran las misas en los idiomas del pueblo y que el sacerdote no les diera la espalda a los feligreses como con desprecio. ¡Ah! también permitieron con ese Papa que en vez tocar música gregoriana con órgano, se interpretara la música típica con guitarras, cuatro puertorriqueño, charango, el arpa y los bongós.
Sin embargo, el asunto ahora es que Fabián se hizo amigo del dueño de una botánica en New Britain llamada “El Enjuague de Tico” quien le aplica unas terapias llamadas “descargos,” y le prescribió unos jarabes en base a espinaca que le producen gases insoportables y diarreas.
Quisiera saber si estas manías de Fabian son aceptables y si nos casamos podría yo modificarlas con amor y cariño porque Fabian es bueno, aunque siempre me dice que en su país hablan el mejor castellano del mundo. Saludos de parte de mis amigas y siga p’adelante y para atrás ni pa’ tomar impulso.
Abrazos míos, de Zulema, Claribel, Machucha, Florence y Claribel.
Verónica del Señor
Querida Vero,
Salúdame a tus leales amigas y a la gente que trabaja en la farmacia de CVS en la calle South de West Hartford porque son muy gentiles con las personas adultas mayores, que no es mi caso…todavía.
Tu tendencia a mirar teleseries mexicanas es preocupante, aunque ahora no hay mucho que escoger en los plasmas y entre eso y las noticias da lo mismo porque igual producen congoja, sensación de agonía definitiva y zozobra existencial.
Fíjate que, con los episodios diarios de Donald Trump en los tribunales, muchos recordamos la historia del ladrón detrás del juez, el juicio de Al Capone, y ese rostro enmarcado en un cabello color orín ya como que cansa y agota. Mi abuelita preferiría los hermosos y graciosos episodios de Tres Patines en la Tremenda Corte donde la gente sonríe.
Personalmente creo que lo de la Pechuga Daniels y el costo de 130,000 billetes por una noche de romance engañando a la esposa embarazada del niño Barrón es cosa de tunantes y adúlteros con licencia. Los casos de Trump superan a cualesquier telenovela mexicana.
Ahora bien, Con esto de las guerras, las alianzas entre los dictadores Putin “el envenenador” de Rusia y el chinito Xi de la China país donde las parejas ya no desean procrear, además de los inusuales tornados, los eclipses y las tormentas en el sol, la gente cae en las respuestas supersticiosas a fenómenos inusuales. Esto de la calvicie por los rayos Gama no lo había escuchado.
Sin embargo, a algunos las misas en latín o griego les relajan mucho demasiado e incluso hubo lideres políticos en Hartford quienes creían en las botánicas y los despojos. Todo puede ser terapéutico.
“Mal de muchos, consuelo de las masas,” decía un filósofo en la Convención Anual de Grosos Obesos (CAGO). En cuanto a lo del matrimonio con Fabián y si los despojos le hacen bien, acéptalo, pero que evite los tónicos y brebajes de la botánica porque son tan peligrosos como la aspirina y otros inventos de las empresas productoras de drogas “legales.”
Salúdame a las muchachas de CVS y que les den bonos porque se los merecen. También reconozcamos a quienes trabajan en Walgreens.
Tía Julia
