BUENOS AIRES (AP) — El presidente argentino, Javier Milei, recibió el jueves a la subdirectora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Gita Gopinath, para evaluar la marcha del programa económico, en momentos en que el país sudamericano negocia la posibilidad de sellar un nuevo acuerdo con el organismo para refinanciar la deuda.
Gopinath, mano derecha de la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, quiere llevarse una visión más clara de los desafíos de Argentina a poco más de dos meses de la asunción del presidente de perfil ultraliberal que está aplicando severas políticas de ajuste para terminar con el déficit fiscal y cuando el país sufre una inflación de 254,3% anual y una caída de la actividad económica.
Por ello, su agenda en Buenos Aires contempla también reuniones con representantes de distintos sectores políticos y sociales.
“Excelente y sustanciosa reunión con el Presidente @Jmilei sobre la mejor manera de sacar adelante el país”, dijo la funcionaria del FMI en su cuenta de X, antes Twitter. El comentario fue reposteado por el mandatario.
La funcionaria se reunió la víspera con el ministro de Economía Luis Caputo, quien luego dijo a la prensa que el organismo está abierto a “explorar” un nuevo acuerdo para refinanciar el préstamo de más de 44.000 millones de dólares que Argentina recibió en 2018 en medio de una fuerte crisis cambiaria.
Gopinath se encontrará también en las próximas horas con el titular de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina, Gerardo Martínez, a su vez secretario de Relaciones Internacionales de la Confederación General del Trabajo y representante de América Latina y el Caribe en la Organización Internacional del Trabajo.
Antes del encuentro, Martínez dijo a la agencia oficial de noticias Télam que le transmitirá a la funcionaria la situación sumamente precaria de los argentinos en momentos en que se ha disparado la pobreza y la necesidad de que prime “el diálogo político, el diálogo social”.
La tensión entre el gobierno y sectores políticos y sindicales por las reformas económicas y el programa de ajuste, que incluye miles de despidos en la administración pública y el incremento de las tarifas del trasporte y de los servicios como la luz, han ido en aumento en las últimas semanas, donde han sido habituales las protestas callejeras.
El FMI no se pronunció oficialmente sobre la posibilidad de un nuevo programa crediticio para Argentina.
El portavoz de la Presidencia argentina, Manuel Adorni, ha destacado que el gobierno lleva adelante “un plan para estabilizar la economía” y que con el Fondo no debería tener “absolutamente ninguna diferencia en virtud de que tenemos un plan muy claro en materia fiscal”.
Como señal de su beneplácito, el FMI giró 4.700 millones de dólares a fines de enero para que enfrente sus compromisos de deuda sin afectar el nivel de reservas del Banco Central.
