Ocurren cosas inexplicables, sumamente extrañas y, en extremo misteriosas.
Este año, más de 90 fuegos, explosiones, virus, bacterias y otros fenómenos destruyeron procesadoras de alimentos o crianza animales. Son casi cuatro eventos semanales, ¿coincidencia? en Kansas “el calor” recién mató más de 2.000 cabezas de ganado.
El fenómeno es mundial, recientemente más de 15,000 ovejas murieron ahogadas entre Sudán y Arabia Saudí. En Europa y otros lugares, la Fiebre Porcina Africana diezma esa fuente de proteínas.
Cuando escaseen huevos, carne de pollo, cerdo y res, no será ningún misterio.
Esta “cadena de coincidencias” contra la infraestructura alimentaria mundial, parece un plan que cambiará nuestros hábitos alimenticios, aunque todo eso puede ser “normal” y yo un paranoico.
Misteriosamente escasearon el papel sanitario, y las fórmulas alimenticias infantiles.
Ahora escasean tampones, toallas sanitarias, y otros productos de higiene femenina, ciertamente, la vida está llena de misterios.
En Nueva Zelandia discuten unos impuestos a los eructos y pedos, si flatulencias, de ovejas y reses, porque emiten muchísimo gas metano, asociado al cambio climático.
Esto sale del Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, donde la élite bancaria mundial decide nuestro futuro, nadie los eligió para eso. Nosotros elegimos los gobiernos que obedecen sus instrucciones.
Los banqueros ahora son militantes radicales de una corriente de energía limpia, renovable, de esa “nueva economía”
Ellos controlan el dinero, ahora quieren controlar las fuentes energéticas de esa “nueva economía”, nació la extrañísima figura del “banquero ecológico”.
Sustituirán los autos que usan combustibles fósiles por autos eléctricos. Y modificarán nuestros hábitos alimenticios. Los autos y la comida escasean y están carísimos.
Quizá los banqueros decidan que debemos comer cucarachas por su valor nutritivo y accesibilidad, cualquier cosa es posible.
Los bancos, en muchos países, controlan el negocio de la energía solar, y esto sólo es el inicio.