La periodista chilena Eva Vergara, quien trabajó por cuatro décadas con The Associated Press hasta finales de 2023 y cubrió noticias como las primeras protestas contra la dictadura del general Augusto Pinochet y reveló información clave sobre los abusos por parte de miembros de la Iglesia católica, falleció el martes. Tenía 68 años.
Vergara murió a consecuencia de un cáncer de pulmón que le detectaron recientemente, informó su hijo Camilo Torres Vergara.
La periodista se incorporó a la AP a inicios de la década de 1980.
Como corresponsal en Chile informó al mundo sobre el ocaso de la dictadura de Pinochet y la transición a la democracia en 1990, sobre las denuncias de violaciones a los derechos humanos y de miles de desaparecidos tras el golpe militar al presidente Salvador Allende en 1973, además del rescate de los 33 mineros de la mina San José en 2010 y sobre el escándalo de abusos sexuales de miembros de la Iglesia católica en Chile.
“A partir de entonces, veía día a día el trabajo de Eva en la cobertura de la noticia en Chile en tiempos difíciles, muy difíciles”, rememoró el periodista chileno retirado Eduardo Gallardo, quien trabajaba en las oficinas centrales de la AP en Nueva York en el periodo en que Vergara se sumó al equipo.“Estallaron las primeras protestas contra la dictadura y ellas mostraron lo que con el tiempo sería una de las características notables de Eva como reportera: el coraje y precisión para la cobertura de protestas callejeras que invariablemente se tornaban violentas y peligrosas”, destacó Gallardo en unos apuntes que escribió —y compartió con la AP— para el gremio de los corresponsales en Chile a raíz del deceso de Vergara.
“Aparte de esa valiosa característica como reportera, Eva escribía bien sobre los más distintos temas y tuvo participación destacada en la cobertura para AP de algunas de las más importantes noticias de aquellos años”, agregó.
En 2018, Vergara y la corresponsal de la AP en el Vaticano, Nicole Winfield, publicaron en exclusiva una carta en la que el papa Francisco reconocía que estaba enterado de los abusos de miembros de la iglesia en Chile y de haber nombrado, a pesar de ello, a un cuestionado obispo en la diócesis de Osorno, un caso que le generó protestas y lo persiguió durante su visita a la nación sudamericana ese año.
Vergara nació en 1956 y vivió sus primeros años con su madre, su padrastro y dos hermanos. Más tarde, se instaló en su casa de La Florida en un sector al sur de la capital Santiago con su hijo Camilo y con sus perros.
Al egresar de la educación secundaria, Vergara estudió Ciencias Sociales en la Universidad de Chile, una carrera que fue cerrada por la dictadura. Pronto cambió de idea y se pasó a Periodismo. Sus primeros años de actividad profesional fueron, brevemente, en la radio, incluyendo la entonces importante Radio Chilena.
El resto de su larga carrera fue con AP.
Vergara fue parte del equipo de la AP que cubrió la toma de la residencia del embajador japonés en Lima por parte del grupo subversivo Movimiento Revolucionario Túpac Amaru, el 17 de diciembre de 1996, que terminó con el rescate de los rehenes cinco meses después.
Patricia Luna, periodista independiente que colabora con AP desde la capital chilena, conoció a Vergara en 2014. “Ella era una gran dama del periodismo chileno, amante del rigor y de lo que hacía”. La recordó como una compañera solidaria, mentora, empática y curiosa.
Vergara deja a su hijo Camilo, cuatro nietos y a su perro Luke.
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Zamorano es corresponsal y editor de The Associated Press en Ciudad de Panamá.