Por Jesse Leavenworth
NEW LONDON — Una mujer acusada de ejercer la medicina sin licencia en Connecticut se encontraba detenida por las autoridades federales de inmigración en New Hampshire, informó el martes un funcionario judicial de Connecticut.
Sofía Rodríguez-López, de 46 años, debía comparecer el martes ante el Tribunal Superior estatal en New London, pero el juez John Newson la suspendió, según informó un secretario judicial.
Descrita como originaria de Ecuador en la orden de arresto emitida por la policía de New London, Rodríguez-López se encontraba detenida en la cárcel del condado de Strafford en Dover, New Hampshire, y se encontraba bajo custodia federal desde el 29 de enero, según el funcionario judicial.
La policía de New London la arrestó el 9 de enero por los cargos de imprudencia temeraria en primer grado y por ejercer la medicina sin licencia en su apartamento de Lincoln Avenue, donde la policía encontró una serie de máquinas para extraer grasa y eliminar hongos, además de otros equipos médicos y medicamentos, según la orden de arresto.
No fue posible contactar inmediatamente a su abogado, al fiscal del caso ni a un representante del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos el martes.
La investigación comenzó en julio de 2024, después de que la policía informara haber sido contactada por una persona que afirmó haber presenciado a Rodríguez-López realizando procedimientos en una trastienda de su casa. El testigo declaró a la policía que Rodríguez-López comenzó ofreciendo masajes, pero que con el tiempo se dedicó a procedimientos médicos cosméticos como la lipólisis, que “se dirige a las células grasas con fuentes de energía, como láser o congelación, o utiliza una inyección diseñada para disolverlas”, según la orden de arresto.
Rodríguez-López también está acusada de realizar otros tipos de procedimientos médicos, todos sin licencia para ello en el estado de Connecticut, según la orden. La policía indicó que el testigo proporcionó videos y fotografías que muestran a Rodríguez-López “clavando agujas y jeringas a los clientes, en varios lugares como el cuello, la zona genital y la caja torácica”, y afirmó que los clientes estaban despiertos y alertas durante los procedimientos.
La policía, al ejecutar una orden de registro en su domicilio, encontró un lipoláser que utiliza nanotecnología, esterilizadores ultravioleta y de alta temperatura, una máquina de terapia de vacío, un masajeador, una centrífuga, un cartucho de dióxido de carbono, una máquina de succión y un dispositivo para eliminar hongos en los dedos de los pies, según la orden. La policía indicó que también se encontraron agujas, varillas metálicas de succión, bisturíes, jeringas llenas de diversos líquidos, jeringas vacías y kits de vías intravenosas, así como diferentes tipos de medicamentos, incluyendo antibióticos en polvo, anestésicos y cloruro de sodio líquido.
Rodríguez-López declaró a la policía que asistió a una universidad en su país natal, Ecuador, a los 15 años antes de partir a España a los 18, según la orden. Tras cursar cuatro años en la universidad, Rodríguez-López afirmó que obtuvo su habilitación como médico-cosmetóloga y se mudó en 2021 a Estados Unidos, donde comenzó a ejercer la cosmetología y la cosmética en su casa de New London, según la orden.
“(Rodríguez-López) admitió que sabía que no tenía licencia para operar en Estados Unidos y que, hace unos dos años, se dio cuenta de que lo que hacía era ilegal. Declaró que continuó realizando masajes y otros procedimientos hasta que la detuvieron el día de la ejecución de la orden de registro”, escribió la policía en la orden.
La policía indicó que Rodríguez-López negó haber cortado a personas —con la excepción de una “amiga” a quien, según ella, le practicó lipólisis— y que cobraba entre 400 y 500 dólares por ayudar a mujeres con inflamación después de cirugías en otros países. Admitió no tener seguro médico y no pagar impuestos sobre el dinero recaudado, pero afirmó haber ganado solo unos 2000 dólares con los procedimientos que realizó, según la orden.