Yuni González, nativa de México, hace tres años escuchó la misa dominical celebrada por el padre David Román, vicario parroquial de Saint Aloysius (San Ignacio de Loyola) de New Canaan y se dio cuenta que él tenía rasgos latinos y le dijo: ¡Padre!, ¿Usted es hispano?, ¿Verdad?, entonces: ¿Debe dar una misa en español para nosotros? Y desde ese momento, hasta la presente fecha, las celebraciones en español se vienen realizando en forma periódica a pesar de que no son parte formal sino “añadida” a las actividades parroquiales.
¿Por qué las actividades de la comunidad hispana no son formales en la parroquia?, es la primera pregunta hecha al P. David, encargado del llamado “Ministerio Hispano” de la parroquia. Su respuesta fue simple y sencilla: “Porque de acuerdo con los reglamentos de la Diócesis de Bridgeport, a la que se pertenece esta parroquia, para poder ser parte formal de los servicios diocesanos debería existir otro sacerdote que hable español y desafortunadamente no lo hay.
El padre David Román a los pocos
meses de ser nombrado Vicario Parroquial de San Ignacio
de Loyola (Saint Aloysius), se vio atraído por la perseverancia y devoción de un grupo de mujeres residentes del poblado, quienes sostienen el llamado: “Ministerio Hispano”,
que está en franco crecimiento.
Sin embargo, para Yuni González, ese detalle de no ser llamados “formales” al grupo hispano parroquial no le preocupa ni le molesta, porque desde que hay la misa en español y fiestas hispanas; el padre Robert Kinnaly, que es el párroco general (pastor) más los feligreses anglos, les han hecho sentir bienvenidos.
“Antes de que venga el Padre David parecía que nos veían en forma hostil. Hoy, en cambio, es notoria la hospitalidad y la alegría que les da tenernos dentro de la parroquia”, dijo Yuni.
Honey Álvarez, originaria de República Dominicana, residente desde hace 16 años en New Canaan, acude a la misa dominical de 8:30AM, ajena a los detalles del “Ministerio Hispano”, ella, en cambio, respondió con sorpresa que las actividades parroquiales en español no sean reconocidas formalmente y que por ende no se publiquen en el boletín semanal y que no haya una columna informativa escrita en español. “Mis hijos han sido monaguillos, tomaron sus sacramentos aquí, colaboramos en todo, ¿entonces?, aun cuando no hablemos español en público, en Saint Aloysius saben que existimos y que somos muchos. Nos deberían quitar el nivel de “no formales”.

Trabajo que acorde con el P. David se está volviendo visible porque el grupo de mujeres latinas del “Ministerio Hispano” se están encargando de multiplicar la voz; y, de lo que al inicio fue una misa mensual en español, hoy ya se han celebrado bodas, bautizos, misas especiales, fiestas en honor a la virgen de Guadalupe, las posadas de Navidad, la fiesta de Reyes, etc., es decir, cada día están ganando presencia en una parroquia que es la tercera más grande de la Diócesis de Bridgeport, donde hay tres mil familias registradas, es decir, más de nueve mil miembros, en un pueblo tan pequeño como New Canaan.
Por eso, el Padre David dio crédito al censo parroquial dónde no solo se vio el crecimiento de las familias hispanas, sino también la venida de familias de otras ciudades de Connecticut y hasta de New York, que ven en Saint Aloysius a una parroquia hospitalaria y acogedora. De ahí el impacto de las mujeres hispanas que no se cansan de estar invitando a ser parte del “Ministerio Hispano” y de estar organizando cada detalle de todas las tradiciones que tenían en sus países de origen y que trasplantaron a su nuevo hogar de adopción y a su nueva parroquia eclesiástica.
Por eso es que el Padre David reconoce que aun cuando técnicamente no se puede usar la palabra “formal”, de la manera que periódicamente se están celebrando las misas y otras actividades en español, con el transcurso del tiempo habrá que asegurarse que hay la suficiente población que pueda sostener el movimiento hispano y de ahí en adelante se pueda pedir al Señor Obispo, Frank Caggiani, el permiso necesario para formalizar el “Ministerio Hispano”, que por hoy está considerado como algo adicional dentro de la parroquia.
“La idea es que todos se sientan en la casa del señor cuando vienen a la parroquia y que siempre están invitados”, dijo el sacerdote, que es nacido en Waterbury de padres puertorriqueños y que este año visitó la tumba de San Ignacio de Loyola en Roma y desde ahí ofreció una misa especial para sus feligreses de New Canaan.
¿Pero porqué Saint Aloysius ha crecido tanto en números como en popularidad?, de acuerdo con el P. David, la parroquia San Ignacio de Loyola de New Canaan está dentro de los lugares de destino turístico y de visitas a nivel mundial, porque los jesuitas editan una revista y han colocado a esta parroquia como un punto importante para visitar y en caso de mudarse a vivir en este poblado o en sus alrededores, es una alternativa apropiada porque los valores de San Ignacio de Loyola se intentan vivir en plenitud: “Amor, en un mundo egoísta e indiferente. Justicia, frente a tantas formas de injusticia y exclusión. Paz, en oposición a la violencia. Honestidad, frente a la corrupción y solidaridad, en contradicción al individualismo y a la competencia”.
Y en esta etapa de crecimiento, la parroquia se encuentra preparándose para recaudar 26 millones de dólares porque están en el proceso de construir un nuevo centro de formación religiosa para albergar a más de 200 jóvenes que acuden a los programas de formación juvenil y un espacio especial para la catequesis infantil.
Si usted desea, a pesar de no vivir en New Canaan, ser parte del Ministerio Hispano o puede cooperar para construir el edificio de formación religiosa puede escribir a: frdavid@starcc.com y llamar al, 203-966- 0020.