Pregunta:
Titi Julita:
Le escrebimos algo ansiosos porque después de este llamado verano 2021 que fue más raro que ver a una vaquita con sostenes; quedamos con mi querida cónyuge tan pelados como una bola de billar (cualquier coincidencia con algún calvo es solamente coincidencia). Casi hicimos trizas las tarjetas de crédito e incurrimos en muchas deudas debido a las visitas de familiares que vinieron a vernos desde la Isla del Encanto y a los cuales se nos ocurrió llevarlos a Canadá y en la frontera no nos dejaron pasar. ¡Mal rayo parta a la inmigración canadiense!
Tuvimos que conformarnos con ver de lejos la caída de agua del Niágara cuya corriente turbulenta está ahora más débil y floja que mi abuelo haciendo pipí. Mi tata, como le decimos con cariño profundo, está afectado de incontinencia y fue al médico desde donde llegó muy enojado porque no cogían Medicare y le hablaron estrujao.
El tipo vestido de blanco le preguntó, “y a ti ¿qué te pasa?” a lo que mi tatita respondió, “es que tengo problemas para orinar.” El matasanos lo observó y le preguntó de mal modo, “¿y que edad tienes?” a lo que mi abuelo replicó “solamente 84.” El facultativo le dijo entonces de mala manera. “¡Ah! lo que pasa es que ya has meado demasiado!”
Tía, en este Mes de la Hispanidad no hay derecho como nos tratan a nosotros durante muchos se hacen llamar Latinix, Latinex o Latinescos. ¿Qué carajo es esto? Yo soy puertorriqueño, no español y con esto basta, caray.
Entrando al corazón del asunto, le diré que residimos en el pueblo de Springfield y toda mi familia vive por acá desde 1954, cuando se mudaron a esta región y por lo tanto hablamos de una familia extendida de unas 55 personas carnales palabra que no tiene relación con comer carne, sino porque estamos relacionados por el vínculo intenso de la sangre y la hemoglobina. Y aquí viene lo de los regalos.
En este flojo verano y para nuestro aniversario de bodas, le regalé a mi esposa una prenda que puse en lay-away desde marzo, y un plasma para que vea en su cuarto las telenovelas colombianas “Al yacer carnalmente, cierra los ojos para que parezca que estás muerta,” y la mexicana “Me limpiaré las narices al pie de tu tumba con tu sudario.” Con esos gastos se me fueron $835.23 que no deja de ser bastante.
El viaje frustrado a Canadá con los carnales costó $2,512 con 12 centavos. Lamentablemente por lo de las visitas tuvimos que usar una tarjeta de crédito de esas de un 25% de interés y con castigo si uno se atrasa 24 horas. Ahora nos preocupa que hacer para cubrir los futuros gastos navideños de los manganzones de mi casa y por allí la navidad y Reyes. Mi esposa teme que si no regalamos nos considerarán malos familiares carnales.
En este ocaso de mi vida, y aunque apoyo con creces al presidente Biden; creo que en este país hay muchas/demasiadas celebraciones y por eso caemos en el uso reiterado de las tarjetitas de crédito que son el pan para hoy y hambre para mañana o jugando a la lotería Mega y Maga a las que yo llamo con respeto, “la esperanza de los idiotas.”
¿Qué hacemos para dar un fin a las visitas que no reciprocan ni con una misera tarjeta de WalMart? ¿Debiéramos mudarnos a otro lugar lejano o a Cuba para no tener que invitar o regalar a los carnales?
Esperando que me responda pronto, quedo sinceramente suyo para siempre,
Gastón Leoncio
Respuesta
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Querido Gastón que gastas con amor:
Bienvenido al Club de los Deudores ya que en el próximo periodo de fiestas comenzando en Halloween con los disfraces y visitas sorpresas de zombis, el Trump, el vejete Giuliani y otras máscaras para asustar; todos gastamos mucho demasiado y hacemos regalos para que de algún modo después de la Pandemia reafirmemos los lazos de amistad y amor familiar, pero es una prueba de amor carnal anual muy dura para al presupuesto sobre todo si los invitados no reciprocarán en esta existencia.
Sin embargo, como bien lo mencionas, hay aquí en USA y especialmente en Puerto Rico muchas fiestas y feriados y en algunas de ellas los carnales esperan obsequios y no nos damos un break presupuestario. Los hermanos peruanos celebran el Señor de los Milagros, pero además de las misas y procesiones no hay que hacer regalos. ¿Cómo la ves?
Para el próximo año, con tu esposa deben establecer prioridades ya que en estos tiempos nadie tiene suficiente dinero para hacer tantos regalos a carnales o descarnados.
Una familia extendida que conozco y que viven en New London resolvieron muy bien el asunto y todos quedaron contentos. Como en tu caso, son como unas 43 personas, incluidos novios, amantes, jóvenes que se auto invitan y nenes, por lo cual alquilan un club pequeño sin cucarachas y entre todos aportan comidas, bebida y música para hacer una fiesta familiar con un Santa secreto.
Sin embargo, te doy otras sugerencias gratuitas porque yo no vengo a vender nada, sino que a regalar.
Con la excepción de los carnales más cercanos, haz regalos no tradicionales y me explico.
¿Tienen con tu esposa alguna gracia o talento escondido como dibujar, pintar, cantar, cocinar, tejer, bordar, esculpir, o hacer manualidades? Si es así, comienza a hacer regalos artísticos que son baratos y que nadie puede rechazar.
Lo más barato es dedicarte a la fotografía artística con cámaras digitales y en el caso de aquellas que se vean mejor y estén bien enfocadas, vas y las amplias en CVS, allí compras un marco de 10 dólares en especial, colocas tu obra, la envuelves bien y tendrás un regalo que no te cuesta más de $16 dólares, incluido el papel y la cintas. ¿Captas carnal?
Ahora bien, si tienes gracia para escribir, con unos $400 billetes en Kinkos, te publicas un librito con tus poesías o chismes graciosos. Firmas la segunda página dedicándosela a los carnales, y quedarás bien y nadie los rechaza. Te recomiendo la poesía en décima para que el libro tenga menos páginas.
Lo que pasa Gastón que gastas por amor, es que deben romper y acabar con los obsequios netamente comerciales y lo que nos ofrecen los especiales de las tiendas tales como WalMart, entre otras, que te introducen por los ojos el último modelo de teléfono interplanetario, el plasma que no cabe en tu apartamento, y el matre para lucha cuerpo a cuerpo que incluye vibraciones y música de temas tales como “Despacito,” en incómodas y dolorosas cuotas mensuales.
También tengo una amiga más apretada y dura que mano de baby quien cocina cada año un delicioso arroz con dulce el cual sube el azúcar al punto que los glóbulos rojos dan saltitos, pero que uno acepta porque es tradicional y delicioso.
Habla con tu doña, le explicas estas ideas y tal vez ella sepa algo de repostería o preparar tostones con caviar y de este modo hagan los regalos que se acostumbraban antiguamente y que tienen que ver con la esencia del obsequio de fin de año.
Tienen tres meses para aprender alguna artesanía, estudiar la técnica de la foto artística, o tomar un curso de tallado en madera. Conversen lo del Secret Santa con los carnales y la fiestecita con gastos compartidos y verás como te lo agradecerán porque seguramente muchos de ellos comienzan a sufrir en octubre pensado en los regalitos y los repus no quieren darle paso a un presupuesto nacional que favorezca a los trabajadores.
Saluda también de mi parte a los carnales. Estoy de acuerdo contigo con del vergonzoso apelativo Laninex que es una barbaridad e insulto visceral proveniente de los gringos o de chicanos confundidos.
La tía Julia