El Obispo de la Diócesis de Cuautitlán, Mons. Efraín Mendoza Cruz, destacó 6 “perlas preciosas” sobre el sacerdocio ministerial durante la ordenación de los Presbíteros, Alejandro Hernández Salgado, Isaul Islas Alvarado y Carlos Leonardo Juárez González.
La primera es descubrir la presencia de nuestro Señor Jesucristo en el Pueblo de Dios, conduciéndolos bajo el testimonio de una experiencia vital de amistad en Cristo.
La segunda, es ser miembros vivos, insertos en comunidad que camina en la unidad de la fe, esperanza y caridad, en clave misionera.
La tercera es confianza en el Señor ante la adversidad de una cultura desnortada que parece haber expulsado a Cristo y padece tristeza, sufrimiento, que solo Cristo puede colmar las ansias de felicidad del ser humano.
La cuarta clave, es la obediencia al Señor que nos pide remar mar adentro, soltar las amarras de nuestras seguridades, y salir al mundo, sabiendo que el que comenzó la obra buena en nosotros, la llevara a feliz término.
La quinta clave, está unida a la anterior. El Señor es dueño de la mies, del rebaño, de la pesca; y sin la gracia divina del Espirita Santo, todo esfuerzo es infructuoso. Echar las redes, implica cambiar de dirección, dejarse conducir garantiza la fecundidad de la Evangelización.
Sexta Clave, reconocer que la fragilidad de la propia naturaleza, no es en sí misma una debilidad, sino una fortaleza, que estriba en sostenerse en la gracia de Cristo y en unidad del Presbiterado. Porque todo sacerdote es tomado de entre los hombres es constituido a favor de los hombres en las cosas que a Dios se refieren.