DEIR AL-BALAH, Franja de Gaza (AP) — Las autoridades palestinas propusieron el martes una evacuación supervisada por la Cruz Roja de un hospital en Gaza acosado por los combates, y funcionarios de salud advirtieron que la única manera de salvar a una treintena de recién nacidos era llamar a un cese de fuego y evacuarlos del territorio.
Después de días de enfrentamientos con los milicianos palestinos, las fuerzas israelíes han rodeado el Hospital Shifa, donde están atrapados cientos de pacientes, personal médico y personas desplazadas, con escasas provisiones y sin electricidad para las incubadoras y otros equipos.
El hospital más grande de Gaza se ha convertido en un símbolo del sufrimiento palestino en la guerra entre Israel y Hamás. Un solo hospital en el norte del territorio está en condiciones de recibir pacientes. Alrededor de 200.000 palestinos han huido hacia el sur, donde se han agravado las condiciones en los últimos días, según la oficina humanitaria de la ONU.
La guerra, que está en su sexta semana, comenzó tras el ataque sorpresa de Hamás a Israel, en el que los insurgentes masacraron a cientos de civiles y se llevaron a unas de 240 personas a Gaza como rehenes. Durante casi tres semanas, Israel lanzó intensos bombardeos aéreos sobre el sitiado territorio antes de una campaña terrestre con infantería y tanques en el norte. La guerra ha matado a miles de civiles palestinos y sembró una destrucción generalizada en el empobrecido enclave costero.
Hamás emitió un video el lunes por la noche en que muestra a una rehén, que se identifica como Noa Marciano, de 19 años. Se la muestra antes y después de su muerte, que según Hamás se debió a un ataque israelí. El mando militar la declaró una soldado caída, sin dar la causa de su muerte.
Es el primer rehén cuya muerte en cautiverio se ha confirmado. Cuatro fueron liberados por Hamás y un quinto rescatado por las fuerzas israelíes.
Israel instó a la población civil a evacuar la Ciudad de Gaza y sus inmediaciones en el norte, pero el sur del territorio no es mucho más seguro. Israel lleva a cabo ataques aéreos frecuentes en todo el enclave contra lo que identifica como objetivos insurgentes, pero a menudo mata a mujeres y niños.
Los refugios gestionados por la ONU en el sur están muy por encima de su capacidad, con una media de un retrete para 160 personas. En total, alrededor de 1,5 millones de palestinos, más de dos tercios de la población de la Franja, han huido de sus hogares.
La gente hace fila durante horas para conseguir el escaso pan y agua salobre. La basura se amontona, las aguas residuales inundan las calles y no hay agua potable porque no hay combustible para bombas de agua ni plantas de tratamiento. Israel ha prohibido la importación de combustible desde el inicio de la guerra alegando que Hamás lo utilizaría para fines miliares.
La miseria se ha visto agravada por la llegada del frío y la lluvia. En un asentamiento con tiendas de campaña en el exterior de un hospital en Deir al-Balah, una ciudad del centro del territorio, la gente caminaba entre el lodo mientras extendían lonas de plástico sobre las frágiles carpas.
“Todas esas tiendas se derrumbaron por la lluvia”, afirmó Iqbal Abu Saud, quien escapó de la Ciudad de Gaza con 30 de sus familiares. “¿Cuántos días tendremos que aguantar esto?”.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos, que trata de ofrecer servicios básicos a las más de 600.000 personas que se refugian en escuelas y en otras instalaciones en el sur, indicó que podría quedarse sin combustible el miércoles, lo que obligaría a suspender la mayoría de sus operaciones. Además dijo que no podía seguir importando los limitados suministros de alimentos y medicinas a través del paso de Rafah, en la frontera con Egipto, el único enlace de Gaza con el mundo exterior.
Con las fuerzas israelíes combatiendo a los insurgentes palestinos en el centro de Gaza, la principal ciudad del enclave, ambos bandos han puesto su atención en la difícil situación en los hospitales. Las imágenes de los doctores intentando mantener calientes a los recién nacidos en Shifa se han hecho virales.
Israel acusa a Hamás de utilizar los hospitales como escondite para sus combatientes y sostiene que el grupo insurgente tiene su principal centro de mando dentro y debajo de Shifa, sin presentar evidencias visuales. Tanto Hamás como el personal del hospital niegan las acusaciones.
Durante semanas, la escasez de suministros ha obligado al personal del centro a operar a pacientes heridos por la guerra, incluyendo niños, sin anestesia y utilizando vinagre como antiséptico.
A primera hora del martes, el ejército israelí indicó en un comunicado que había iniciado una operación para trasladar incubadoras desde Israel a Shifa. No estuvo claro si las incubadoras habían sido entregadas o cómo se alimentarán.
El derecho internacional concede a los hospitales protecciones especiales durante la guerra. Pueden perder esas protecciones si los combatientes los utilizan para ocultarse o almacenar armas, pero el personal y los pacientes deben ser avisados con antelación para ser evacuados y el daño a los civiles no puede ser desproporcionado en relación con el objetivo militar.
La guerra ha avivado las tensiones en la Cisjordania ocupada. Al menos siete palestinos murieron durante una incursión nocturna israelí en Tulkarem, dijo el Ministerio de Salud palestino el martes. El ejército no realizó comentarios de inmediato.
Más de 190 palestinos han sido asesinados en Cisjordania desde el 7 de octubre, la mayoría durante protestas violentas o tiroteos provocados por las redadas de detención.
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Magdy informó desde El Cairo, Egipto, y Amy Teibel en Jerusalén.