CIUDAD DEL VATICANO (AP) — El papa Francisco presuntamente autorizó la negociación de una estrategia de salida para un sospechoso clave en el gran juicio del Vaticano por defraudación y quedó tan satisfecho con el resultado que pagó una cena para festejarlo en un restaurante lujoso de Roma la noche que se concretó el pago de 15 millones de euros, declaró el miércoles uno de los acusados.
El testimonio de monseñor Mauro Carlino, otrora funcionario de la secretaría de Estado del Vaticano, colocó al papa en el centro del proceso histórico y planteó interrogantes acerca de por qué se acusó a funcionarios de bajo nivel y no a sus superiores, dada la manera jerárquica como se ejercen la autoridad, la toma de decisiones y la obediencia en la Santa Sede.
El juicio tiene que ver con la inversión de 350 millones de euros (390 millones de dólares) del Vaticano en una empresa inmobiliaria en Londres, que le provocó a la Santa Sede una pérdida de 217 millones de euros, provenientes en buena medida de donaciones de los fieles. Los fiscales del Vaticano han acusado a intermediarios italianos y funcionarios vaticanos de despojar a la Santa Sede de millones de euros en honorarios y extorsionarla por unos 15 millones de euros para obtener la propiedad total del inmueble.