STAMFORD. La organización de activistas, trabajadores y simpatizantes de los empleados del supermercado respondiendo ante las crisis (Connecticut Workers Crisis Response CWCR), convocó a un piquete de trabajadores en Stamford y Hartford para presionar a los ejecutivos del supermercado Stop and Shop que se realice una limpieza profunda a los establecimientos, que se pague a sus empleos el bono por “peligrosidad de trabajo” y el acceso a equipo de protección personal adecuado (PPE).
Lo que causa sorpresa desde que iniciaron estos piquetes de trabajadores (CWCR) es que no hay ni un solo trabajador del supermercado, a lo que Hutchison, respondió que se debe a que ellos tienen firmado un acuerdo con su sindicato de trabajadores y no pueden salir a protestar porque se vendría en contra de su contrato de trabajo vigente.
Lupe Agredo, una de las simpatizantes del movimiento, de origen colombiano, indicó que ella es parte de esta agrupación porque cree en la defensa de los derechos laborales y que a pesar de que trabaja en la industria hotelera, donde también ayudó a formar el sindicato hotelero, no deja de ser importante apoyar a los empleados de los supermercados que son trabajadores esenciales en esta pandemia. NO solo porque lidian con los productos de primera necesidad sino porque sortean su salud y bienestar al alternar con sus clientes a cada momento.
Acorde con Chirstopher Hutchinson, fundador de la Organización CWCR, el COVID en Connecticut actualmente tiene un recuento de casos per cápita más alto con 2280 por millón de personas.
En Connecticut las grandes multitudes de compras supondrán un mayor riesgo de infección para los trabajadores. La tasa ha aumentado a casi el 7 por ciento y probablemente aumentará más, ya que el gobernador Ned Lamont no ha logrado asegurar el pago por condiciones de vida peligrosas y emitir un mandato público para el uso de mascarillas en público.
“La pandemia ha demostrado el papel fundamental que los trabajadores de las tiendas de comestibles han desempeñado en la alimentación de sus comunidades. Permitir que estos trabajadores sufran la próxima ola de COVID19 sin protección y reconocimiento de su valor para sus vidas es inaceptable”, dijo en un comunicado de prensa Connecticut Workers Crisis Response.
En marzo, el CWCR emitió un comunicado en el que decía que los trabajadores “deben someterse a pruebas con regularidad una vez que la capacidad de prueba satisfaga las necesidades del paciente y recibir todas las protecciones necesarias (guantes, máscaras y otros equipos de protección, especialmente para los trabajadores de la salud)”.
La declaración continuó diciendo que los trabajadores también deben, “… recibir un pago por condiciones de vida peligrosas. No menos del triple para los que trabajan con el público (como los trabajadores de la salud y los trabajadores de servicios) y el doble para los que trabajan en un entorno separados del público en general “.
Stop and Shop sigue beneficiándose de poner en riesgo a los trabajadores. Los 121 millones de dólares que Stop and Shop ha gastado desde el inicio de la pandemia es un presupuesto pequeño en comparación con los más de 15 mil millones de dólares en ingresos que la tienda genera anualmente. El pago por peligrosidad, la limpieza profunda y el acceso al equipo de protección personal adecuado es lo mínimo que puede hacer la empresa.
El nuevo piquete de simpatizantes y trabajadores de los supermercados y de la industria hotelera está previsto para febrero.