Sin un armisticio antes de que los aviones de la OTAN lleguen a Ucrania, irremediablemente cruzaremos un espeluznante Punto de No Retorno (PNR)
Tras los aviones llegará “personal de apoyo y asesores militares” de la OTAN a entrenar pilotos ucranianos en uso y mantenimiento de armamentos sofisticados.
Los aviones marcarán el inicio de la cuenta regresiva.
No serán personal de combate, quizá ni armas porten, y en algún momento algunos morirán por un “ataques criminal”, real o simulado, de Rusia. El o las víctimas serán cristianos practicantes, padres/madres, cónyuges entregados a su familia, al voluntariado y servicio comunitario.
Esas muertes “justificarán” la tercera gran guerra en Europa. En la segunda década del siglo XX los europeos armaron la primera gran guerra. En la tercera década del siglo XXI, marchan hacia la tercera gran guerra. Ellos son disciplinados, predecibles, metódicos, siempre hacen lo mismo.
Repetirán la historia los “inocentes” que morirán, para “justificar” la tercera gran guerra, serán la repetición del asesinato del archiduque Francisco Fernando, que justificó la primera gran guerra.
En privado varios líderes le han dicho al presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, que él no tiene formas de ganar, que debe negociar, él respondió con un chantaje.
Si Rusia gana, dijo, Estados Unidos tendrá que enviar a sus “hijos e hijas” al mar Báltico, y ellos “lamentablemente morirán” como mueren los hijos de Ucrania.
Algo sugiere que todo esto puede ser un gran teatro para asegurarle grandes contratos a la industria armamentista.
Rishi Sunak, el primer ministro inglés, habló de duplicar el envío de armas a Ucrania para que puedan defender su propia seguridad “en el largo plazo”.
Nunca es más oscuro que cuando va a amanecer, es probable que mientras más se caliente el tono del intercambio verbal, más cerca estemos de un armisticio.