Cuando vamos a las urnas, queremos votar a candidatos y partidos políticos que comparten nuestros valores. Las elecciones, al fin y al cabo, es donde escogemos a quienes van a gobernar. Nuestro voto es cómo dejamos claras nuestras preferencias; es por eso que el programa de los partidos es importante.
Por desgracia, nuestras opciones electorales a menudo son bastante limitadas. Para empezar, en muchos distritos hay candidatos que no tienen oponentes, así que los votantes solo pueden elegir al único político que aparece en la boleta. En otros lugares, ya sea debido al gerrymandering (redibujar distritos para hacerlos menos competitivos) o a la distribución del voto, la ventaja partidista de un candidato es tan grande que su victoria es básicamente inevitable. En estos casos, quien llega al cargo es en gran medida decidido en las primarias del partido, no en las elecciones de noviembre.
Incluso en los distritos competitivos, las opciones de los votantes no suelen ser mucho más amplias. Debido a nuestro sistema con distritos uninominales (es decir, cada distrito escoge a un legislador por mayoría simple), casi siempre sólo hay dos candidatos viables representando únicamente a los dos partidos principales, sin más alternativas. Para muchos, esta situación resulta desalentadora.
En un sondeo tras otro, los americanos han expresado su insatisfacción con el sistema bipartidista. Encuesta tras encuesta, un número significativo de votantes dice que necesitamos un tercer partido o que están decepcionados con las opciones actuales. Tanto los demócratas como los republicanos han logrado alienar a una parte considerable de sus propios seguidores.
Una alternativa es necesaria, y la buena noticia es que, aquí en Connecticut, esa alternativa ya existe.
Pongamos un caso hipotético: un votante progresista que suele votar demócrata, pero que está decepcionado por su enfoque en ciertos temas. Quizás cree que el partido ha sido demasiado conservador en cuestiones fiscales, apoyando una agenda de austeridad que deja a escuelas sin maestros y calles sin asfaltar. Tal vez piensa que no están haciendo lo suficiente para controlar el precio de la vivienda, y dejan que los municipios bloqueen cualquier obra nueva. Quizás quiere que el estado trabaje con más energía para ampliar la cobertura de salud u ofrecer más plazas de guardería.
En una contienda bipartidista, votar al candidato de un tercer partido que respalde estas posiciones sólo sirve para dividir el voto, y potencialmente provocando la derrota del candidato demócrata. En Connecticut, sin embargo, podemos votar apoyando esas políticas progresistas sin arriesgar que gane un republicano. Gracias al sistema de voto por fusión, los candidatos pueden aparecer en la papeleta bajo más de un partido político. Un candidato puede presentarse a la vez bajo el partido demócrata y el Partido de las Familias Trabajadoras (WFP, por sus siglas en inglés). Al votar en la línea del WFP, mi voto se suma a su total igualmente, pero a la vez estoy enviando el mensaje que le pido que apoye una agenda progresista.
La semana pasada publicamos nuestra lista de candidatos respaldados por el WFP; pueden encontrarla en nuestro sitio web. Cada una de las 84 personas que respaldamos completó un cuestionario y compartió con nosotros su visión para Connecticut. Analizamos su trayectoria y conversamos sobre sus metas y valores. Nuestro respaldo significa que aparecerán en la boleta en la fila C, como candidatos del WFP, además de demócratas. El día de las elecciones, cada voto en la fila C, la línea del Partido de las Familias Trabajadoras les envía el mensaje de que queremos que actúen como progresistas, no solo como demócratas, y que queremos que vayan a Hartford con el objetivo de construir un Connecticut para todos, no solo para unos pocos privilegiados.
Connecticut es demasiado diverso y complejo como para estar representado solo por dos partidos políticos. Necesitamos más voces, más opiniones y más ideas. Necesitamos legisladores que escuchen a nuestra comunidad directamente, no sólo a grupos de interés. La buena noticia es que en nuestro estado tenemos más de dos partidos, y los votantes tienen una opción en la boleta que va más allá de las dos alternativas de siempre. Si eres una persona progresista que quiere que los demócratas hagan más para crear oportunidades para todos, construir viviendas, y proteger nuestras libertades, puedes exigir que lo hagan votando en la fila C.