En las iglesias de Saint Ladislaus y Saint Joseph de Norwalk, y Sacred Heart de Stamford, el Grupo Guadalupano de Norwalk y los comités guadalupanos de las iglesias; botaron la casa por la ventana para festejar a la Morenita del Tepeyac durante el fin de semana del doce de diciembre.
En Norwalk, con el apoyo del Departamento de Policía se realizó la procesión, la serenata mariana con las Mañanitas al son del mariachi y un ágape de bebidas calientes en las vísperas de fiesta ofrecido en la iglesia de Saint Ladislaus y un almuerzo tradicional mexicano repartido el domingo.
En la homilía de fiesta, el Padre Edicson Orozco, párroco de Saint Ladislaus y Saint Joseph, iglesias que forman una sola parroquia, habló de la santidad y obediencia de la Virgen, pero también de la esperanza; además dio a conocer que se iniciaron los trabajos para mejorar el circuito eléctrico y la calefacción gracias a los aportes de los parroquianos.
En Norwalk, el Grupo Guadalupano cumple 28 años de venerar a la Virgen Morena de Guadalupe, convirtiéndose en la primera agrupación de Connecticut en seguir la devoción mariana mexicana.
En Stamford, en cambio, el Padre Alfonso Picoline, de la iglesia de Sacred Heart, con el apoyo de Alma, una devota que ofreció la fiesta tras encomendarse a la Virgen que la salvó de cáncer, celebra por quinto año consecutiva la fiesta Mariana. Ellos contaron para la fiesta con el Coro Parroquial dirigido por Lucas Romero, notándose que se encuentran ensamblados con un repertorio montado y ensayado para la ocasión. Canciones guadalupanas fue la propuesta. Además de varias agrupaciones juveniles de bailes folklóricos de Perú, Ecuador, México y Guatemala y la representación teatral de la aparición de la Virgen a Juan Diego.
En la homilía el Padre Alfonso presentó dentro de las ofrendas a Félix, un joven hondureño de l6 años, que cruzó la frontera apenas hace diez días con destino a Stamford, donde se encuentra su familia.
“Felix: Te bendigo y te doy la bienvenida y te recuerdo que Dios tiene un plan para ti, que tu puedes salir adelante en este país y que eres ¡Bienvenido”, le dijo el P. Alfonso poniendo sus manos sobre su frente en señal de una bendición especial para el joven recién llegado.