Pregunta
Tía, jamás imaginé que tendría que pedirle consejos a una doña, pero lo que pasa es que estoy más confundido que juey bizco o como aquellos que todavía creen lo que le sale por la con lengua el Donald Trump que ya está amenazando con convertirse en otro Putin que envenena a los que no se llevan con él. ¡Oh, Dios!
Soy originario del pueblo de Collores donde hay vaquitas bayas, tengo 34 pepas y no puedo negar que soy talentoso. Canto décimas a lo divino y a lo humano, y aunque no me comparo con los grandes trovadores de Hartford y New Britain, me defiendo con trabajos como el que le envío y dedico con cariño y respeto:
“Si tienes algún problema
En esta vida de humano
Pídele luego, mi hermano,
A tía Julia un consejito,
Que te lo da muy rapidito,
Pa que no pasís más vergüenza,
Ya que ella y su sapiencia,
Te sacarán del triste hoyo,
Buscándole el gris meollo,
Y resolviendo así tus penas”
Esta décima a la que llamo de “pie fracturado,” las invento yo pa’rapido y ya pienso publicar un libro que se intitulará “Décimas para no caer en la cárcel” que estoy seguro será un éxito en Hartford y sus alrededores, y dará lecciones para no ir al doloroso condominio con rejas.
De todos modos, tía, el problema que me pone gago es que llegó de Puerto Rico una hijastra de mi cuñado, que viene siendo como mi prima segunda, pero que no es carnal, sino que del mancornamiento familiar por el lado de mi hermana.
La cosa es que esta muchacha que tiene como 17 años tiene también sus talentos, especialmente cuando usa shorts muestra nalgas y unas blusas con escote que me turban profundamente el cerebro. Cuando me dice “papi” me zapatea el espíritu.
Desde que llegó nos caímos bien, pero por mi parte con respeto, y yo hasta le dediqué unas décimas, pero con el permiso de mi cuñado ya que yo soy respetuoso. Lo que pasa tía es que el otro día fuimos con toda la familia a la playa de Jamonaset para saborear unas chuletas de lechón, y esta nena se puso un bikini estilo tanga y me pidió que la acompañara al agua ya que no sabe nadar.
Mi esposa que no tiene malicia me dio permiso y yo le comencé a enseñar a nadar de espaldas para lo que uno, que es el instructor, debe sostener a la estudiante poniéndole el brazo bajo la cintura de modo que flote y no se vaya pa’abajo como el submarino Titán.
Con tanto roce directo y la visión sublime de esa jeva, tuve que quedarme después de la clase mucho rato bajo el agua y hacer flexiones para no pasar vergüenza, ya que, aunque no me dicen el “potro,” tengo también mi talento. En medio de estas lecciones acuáticas, le enseñé varios estilos, entre ellos el del “oso juguetón que flota” en el que el instructor coge a la estudiante por la espalda y la empuja con énfasis para darle impulso.
Desde ese día la nena ésta me pasa cucando, me muestra el colmillo, y me está pidiendo que ahora le enseñe a nadar debajo del agua, y de pecho, pero con apoyo.
Yo no quiero meterme en problemas. ¿Qué me diría usted?Espero que le haya gustado la décima de “pie fracturado.”
Eusebio
Respuesta
Eusebio. Gracias por la décima que me emocionó ya que por primera vez me dedican algo tan bonito y fruto del talento típico de Puerto Rico.
Te contaré que a mi me gustan mucho y cada vez que hacían la competencia de trovadores en New Britain no me las perdía, hasta que hubo una en la que se armó un lío por los premios, y porque algunos reclamaron que a un trovador le habían dicho cuál era el pie forzado y ganó con esa ventaja cien billetes.
Debes entender que el enterarse con anticipación del pie forzado te da un tremendo impulso y de eso pueden dar cuenta hasta los boliteros que asisten a esos concursos de talento.
Tu problema sin embargo es más antiguo que el resfrío y me parece que estás jugando con fuego. El asunto es que cuando llegan estas “sorpresitas” desde Puerto Rico muchos tipos como tú, caen como el plátano maduro y se meten en unos problemas más profundos que los del Trump que se lo pasa de apelación en apelación gastando sus millones en abogados.
“Potro,” si pasan más cosas te pueden arrestar pa’rápido y tu nombre quedará inscrito en orden alfabético con tu foto en colores en el registro de abusadores sexuales de menores en Connecticut.
Como también me gusta improvisar, te envío la respuesta en una décima estilo controversia para darte un baño de realidad. No te metas en embrollos que te pueden desgraciar tu vida y la de la familia y deja de dar clases de natación con roce. Es mejor declárate enfermo de la espalda y no te metas al agua a dar “lecciones.”
“Mira jíbaro aguzao,
Ya te cogí la malicia,
Bien entiendo tu pericia,
De instructor degenerao.
Como potro desalmao,
No me embauques a la nena,
Que por acá la ley que es buena,
Cuando a tipos como tú,
Desprovistos de virtú
Les tiran la triste condena.”
Este tipo de versos yo les titulo “décimas con ahínco” y notarás la diferencia en el ritmo y la rima, pero de que las cantan claras, las cantan.
Olvídate de las clases de natación con apoyo, recógete, ponte serio, y acuérdate de unos versos inmortales que decían, “Cuanto presto se va el placer/como después de acordado da dolor/como a nuestro parecer/todo tiempo pasado fue mejor.”
¡Qué pases un buen verano y controla el caballito!
Tu tía que te estima a pesar de todo.
Julia