Por tanto, no puede ser miembro fundador del directorio de LAMIAC ante Secretaría de Estado
STAMFORD.- En una nota publicada en este semanario en la versión digital del 23 de diciembre del 2020, bajo el título: “Nota de prensa de Víctor Trejo sobre LAMIAC (Latin-Americans in Action Inc)”, quien firma como cofundador y miembro del subdirectorio 2019-2021, asevera que el 27 de febrero del 2020, la organización con sede en Stamford, se convirtió en una institución sin fines de lucro en categoría 501(c), ante el Gobierno de los Estados Unidos, donde denuncia que los miembros del Comité encargado de realizar este proceso se auto-proclamaron como Junta Directiva sin convocar a elecciones, dejándolo afuera sin que su nombre apareciera como cofundador.
A esta denuncia, la Junta en mención aclara que: “el señor Víctor Trejo NO comprende, a pesar de que le hemos explicado una y otra vez, que debido a que él nunca presentó la documentación necesaria y requerida, tampoco acudió a las reuniones de directorio en forma regular y que por tratarse de documentos, procedimientos y tiempos legales ante el Estado, no pudimos poner su nombre en el acta de fundación de la institución, porque era necesario adjuntar a la Secretaría de Estado y al Departamento de Servicios de Rentas (IRS), documentos que por meses fueron una y otra vez solicitados por la Sra. Marlene Mesta, a quien la institución le encargó el trabajo de ayudarlos a realizar el trámite ante las instancias del Estado”.
Según Adela Alva- Mío, vicepresidenta de LAMIAC, la organización, presidida por Carlos Mavila como presidente, nombró un Comité para que trabajara en la legalización ante el Estado como una organización sin fines de lucro bajo la categoría de 501C3. Este Comité, que lo lideró ella, pidió la asesoría de la contadora pública Marlene Mesta en Hartford.
Por meses, según Marlene, personalmente se dio a la tarea de contactarse con cada uno de los miembros de la Junta Directiva que fundaron la organización. Unos le enviaron en forma prolija toda la documentación, mientras otros, como el Sr. Víctor Trejo y Carlos Mavila, se daban las vueltas y no cumplían con el tiempo estipulado para entregar los papeles.
Al ver que el tiempo pasaba y varios de los miembros fundadores NO entregaban sus papeles, Marlene indicó al Comité que en la Secretaría de Estado y en el IRS ya estaba avanzando el trámite, por lo que era necesario realizar el siguiente paso: entregar el Acta de Fundación con los nombres de los miembros de la Junta Directiva.
Mavila, decidió dar un paso al costado y permitir que Adela Mío-Alva, que era la vicepresidenta, asumiera la presidencia para NO empantanar el proceso legal, acompañándola las señoras Rira Primo, Sonia Sigler y Martín Cavero. A este acto, Víctor Trejo declara en su misiva a la opinión pública: “como un procedimiento “erigido” (establecido) sin tomar en cuenta un procedimiento estatutario sin ninguna elección por parte de los afiliados”.
Pero, Marlene Mesta, responde que los procedimientos legales NO son al gusto ni capricho de cada uno, sino de acuerdo a lo que la ley determine. Y en este caso, ante la falta de los documentos de Trejo y Mavila, ellos se quedaron afuera del Acta de Fundación de LAMIAC como institución legal ante el Estado y no existe la figura de “cofundador” como Trejo intenta figurar.
Adela Alva, asegura que durante los años de LAMIAC, Trejo nunca tuvo una asistencia comprometida a las reuniones del directorio, nunca escribía informes de su comisión y siempre argumentaba que no tiene tiempo porque debe atender a su familia, a su empleo y buscaba la forma de que Carlos Mavila le ayudara a redactar los informes. “Siempre fue un socio a medio gas”, dijo.
Para Marlene, en cambio, el punto de quiebre entre los miembros de LAMIAC es cuando Carlos Mavila envía su carta de renuncia para dar paso a que la organización se legalice. Y en la misiva dice que espera que el Directorio le reubique en su posición cuando el Comité encargado traiga resuelto la legalidad de la institución ante el Estado.
O sea, ellos (Mavila y Trejo) quisieron utilizar a las señoras y a Martín Cavero. ¿Cómo ellos NO pudieron aparecer ante el Estado, entonces, ahora, que ya se resolvió la legalidad, quisieron retomar el cargo?, ¿pero? ¡No!, ¿eso no se puede hacer ante el Estado?, ¿no es legal?. Lo que procede es que este directorio convoque a elecciones para un nuevo período de dos años y suficiente, asegura Mesta.
Pero, debido a que el Sr. Víctor Trejo no ha dejado de hostigar a la Junta Directiva y decidió enviar una carta pública a la comunidad, Marlene Mesta aconsejó a que ésta se declare inactiva por un tiempo prudente hasta que se pueda resolver de manera interna este inconveniente.
En tanto, este semanario preguntó sobre el futuro de Trejo. Adela contestó que se le ha enviado, de acuerdo con el reglamento, un llamado de atención, durante las reuniones de trabajo para hacerle entender las acciones legales que debieron tomar para llegar a obtener la 501C, se le pidió que tenga respeto por sus compañeros. Entonces, lo que sigue es: “expulsarlo”, porque a diferencia de Mavila que puso su renuncia, Trejo insiste en permanecer en la institución.
Prueba de que Trejo desde el inicio de LAMIAC era un socio con poco compromiso, su nombre tampoco aparece en el Registro de Asociación de la Ciudad de Stamford con fecha del 14 de febrero del 2017. Donde constan como socios fundadores y firman el documento: Carlos Mavila, Adela Mío Alva, Maritza Hurtado y Martín Cavero.