Para todos no es noticia nueva, se sabe que, dentro del Barcelona FC hay problemas, y muy graves, tanto en el personal, como en lo colectivo las cosas no andan como en tiempos atrás. Toda esa armonía que se respiraba en los momentos gloriosos ha venido desapareciendo partido tras partido, y palabra tras palabra.
Desde la cúpula ejecutiva y directiva, hasta los rincones más oscuros del camerino cule.
Y digo hasta el camerino, porque es allí, donde los jugadores en su inmenso silencio, quieren decir mucho sobre sus propios directivos. Unos se quedan callados por respeto a la institución, y los otros a media boca critican a su presidente Joseph María Bartomeu, y a su secretario técnico Eric Abidal, que no se está llevando muy bien con la máxima figura del elenco barcelonista, Lionel Messi.
El problema entre Messi-Abidal, se inició desde Arabia Saudita, a raíz del frustrado fichaje de Xavi Hernández; además, se le suma a esa queja, las palabras de Abidal donde culpa a los jugadores por la salida de Ernesto Valverde.
Esto comenzó a incomodar aún más a los jugadores del Barcelona en el vestuario, porque sabían que lo que pasaba en el vestuario, Abidal iría a contarlo a los medios de comunicación.
El distanciamiento entre “Messi & Abidal”, se hizo aún más grande cuando “La Pulga”, salió a criticar a su excompañero de equipo por más de seis temporadas, Erick Abidal, al que increpo para que dijera que jugadores del equipo no trabajaron con dignidad y responsabilidad en la era Valverde.
Inclusive el mismo jugador en varias entrevistas aseguro que él está dispuesto a abandonar el equipo si fuera necesario.
El argentino a sus 32 años, sigue siendo el hombre más importante del equipo y del mundo en lo futbolístico, por esos sus palabras, movimientos o pensamientos siguen siendo tomados con mucha atención dentro y fuera del equipo azulgrana.
Pero tras la salida de Valverde, y la incorporación de Quique Setien, como director técnico, los problemas aún continúan. Sabiendo que el mismo Setien, es de la escuela de Johan Cruyff, no logra enderezar el equipo en lo futbolístico.
La semana pasada en el famoso e importantísimo “Clásico” el numero #43, frente a su archirrival Real Madrid, el equipo no tiene la misma esencia que dejo un hombre como Pepe Guardiola. Es un equipo sin ideas, sin vida y sin compromiso. No aparece Leo Messi por ningún lado. El Real Madrid paso por encima del Barcelona, especialmente en la segunda parte donde los locales con goles de Vinicius y Mariano. Mientras que, por el lado de Messi, y según las estadísticas lleva cinco clásicos sin marcar y sin asistencias. El último gol de Messi al Real Madrid, fue al final de la temporada 2017/2018 en la 36va jornada cuando empataron a dos goles.
Mas allá de la derrota, es la frustración de perder la punta de la clasificación y sumir al equipo en un punto donde se comienzan a culpar los unos con los otros.
Al terminar el “Clásico”, el mismo Quique Setien, trato de calmar la situación con estas palabras: “Es una derrota dura, pero tenemos capacidad para sobreponernos”.