En lo que va del año, cada vez son más claras las evidencias de un inminente debilitamiento de la economía de Estados Unidos. Ante un panorama de tal naturaleza es crucial entender las medidas necesarias para protegerse y adaptarse. Este artículo aborda en una primera instancia, algunos indicadores económicos cuyo comportamiento reflejan dicho deterioro; y posteriormente se mencionan algunas estrategias y acciones que individuos y empresas pueden tomar para mitigar los efectos adversos de una posible crisis económica de gran escala.
Y es que la economía está muy rara; mientras que desde la gestión actual que preside el país; anuncian que la economía se mantiene fuerte y no hay porqué preocuparse; la realidad a la luz de algunos datos en materia económica, nos dice lo contrario. La tasa de paro o desempleo va en aumento y actualmente se ubica en 3,9% indicando debilidad en el mercado laboral y alejándose así de la condición de una economía con pleno empleo (3% el dato para USA). El sector construcción, indicador clave de la economía se ha contraído en el mes de abril. El dato estimado esperaba 1,421 millones; desde el dato anterior que fue 1,321 millones; y tan sólo se “colocaron” 1,360 millones de dólares en hipotecas; lo cual implica un retroceso del 4,3%. Respecto a los permisos para construcción de casa nuevas el dato alcanzó a 1,440 millones versus lo esperado 1,480 millones. Las peticiones semanales por desempleo también se han incrementado, alcanzando las 222 mil, frente a los esperado que era 220 mil.
Los datos publicados por la Reserva Federal (FED) el jueves 16 del presente, muestran que la producción industrial en abril no cumplió con las previsiones de crecimiento de los analistas por tercer mes consecutivo. El informe mostró que la producción manufacturera cayó un 0,3% el mes pasado en comparación con marzo, invirtiendo la tendencia al alza de los dos meses anteriores. El estancamiento se debió a una fuerte caída de los automóviles y sus repuestos, así como de los equipos eléctricos y electrodomésticos. El nuevo dato en definitiva apunta a un enfriamiento, aunque algunos economistas señalan que el dato mensual de producción industrial es volátil y no “debería” tener un impacto significativo en el mercado; mientras que otros comentan que el sector enfrenta dichos obstáculos debido al aumento de los costos de endeudamiento y condiciones crediticias más estrictas. La producción minera también cayó un 0,6%.
Según Bankinter; el indicador adelantado cae en abril hasta -0,6% (m/m), vs. 0,3% esperado y anterior. En términos interanuales, la caída es menor, aunque es el del -5,4%. Los 4 componentes clave del indicador, con un peso del 70% sobre el total, explican el deterioro en mención. La contribución neta de: las expectativas de los consumidores son de -0,16%, nuevos pedidos de ISM -0,14%, tipos de interés -0,1% y de las horas medias trabajadas +0,03%. Especial referencia a los tipos de interés, ya que su contribución negativa al indicador se explica por la inversión de la curva de tipos, uno de los indicadores principales de recesión.
Si miramos el indicador de la pobreza, ahora se ubica en 11,5% de acuerdo al censo de Estados Unidos; que involucra a 37,9 millones de personas que se expresan en enorme desigualdades y millones de personas que no cuentan con sanidad pública, debido a políticas sanitarias ineficientes, pese a que el PBI per cápita del año 2023 se incrementó y superó los U$D 80 412,00.
Cantidad considerable de negocios se van cerrando cada mes; las grandes cadenas como CVS Pharmacy, Walgreens, Walmart, Wells Fargo, etc. están reduciendo sus tiendas y sucursales en todo el país; recorte en miles de personal de compañías como Meta, Amazon, Twitter, etc., lo difícil que es conseguir trabajo en relación a años atrás (hay personas que llevan meses en búsqueda de empleo sin éxito); una gran mayoría de estadounidenses que prefieren no invertir en sus propiedades, por temor a una posible “crisis económica”, deja de generar empleo y reduce el consumo de bienes y servicios diversos. Y también se debe añadir el elevado costo de vida.
Esta realidad preocupa a “más de una persona, a más de un inversor y a más de un empresario” ¿qué hacer para evitar protegerse, adaptarse o en su defecto no sucumbir ante ella? “Cuidar” el trabajo para no perderlo (porque no está nada fácil encontrar un nuevo empleo), gestionar óptimamente los costos, reducir gastos no esenciales, mantener un flujo de caja saludable y un control de presupuesto personal, ahorrar y construir un fondo de emergencia, buscar fuentes de ingresos adicionales (freelance o inversiones, nuevos mercados), pagar las deudas con altos intereses y evitar acumular nuevas deudas innecesarias, networking y desarrollo de relaciones (expandir contacto profesional); son algunas de las sugerencias que deberíamos tomar en cuenta, ante la actual realidad económica que vivimos.