Karl Haganbeck era un alemán que tenía una empresa en la que exhibía al público a seres humanos afectados por lamentables defectos tales como jorobados, siameses unidos en el cráneo y a otros pobres infelices explotados por este individuo.
Este cruel sujeto descubrió otro interés de los europeos. Deseaban ver a personas nativas nacidas en otros países del mundo, especialmente en la región de la Patagonia y Tierra del Fuego. Con otros cómplices, Haganbeck secuestraron a familias completas, las embarcaban en pésimas condiciones en un barco y a los que sobrevivían les encerraban en Europa en lo que se denominaban los zoológicos humanos.
Algunos de los gobiernos de naciones, incluidas africanas y sudamericanas autorizaban estas detenciones y aprehensiones ilegales. Llega el año 1922 con la magna celebración en París de una Feria Internacional de los derechos humanos donde había una sección denominada Feria de las Culturas en las que se presentaban en jaulas a las familias secuestradas.
Por supuesto que estas personas despojadas de su orgullo y desorientadas con el viaje y el encerramiento se mostraban aterrorizadas, vigiladas por sujetos con látigos y observados por personas blancas con distinta vestimenta, mirándolas como si fuesen animales exóticos.
En esta feria comentaban los periodistas de periódicos de la época, se expusieron a unos 400 indígenas incluidos nativos de Chile de las tribus Tehuelche, Selknan y Kawesqar que nunca más regresaron a sus pueblos de origen y los que se usó en vergonzosas exhibiciones en otros países europeos.
Una de las razones que los expertos han identificados como causa de en estas abominables acciones, era demostrar a los europeos la diferencia entre estos pueblos aborígenes y “atrasados” para resaltar a la raza blanca. De este modo se sentían orgullosos de los adelantos de Europa y de la población aria comparados con la vestimenta y aspecto de estas miserables víctimas.
Estos secuestros, jamás investigados en sus países de origen, se comparan con los fatídicos viajes de personas africanas secuestrados desde el Congo por los portugueses y enviados a países europeos, Brasil y las colonias estadounidenses donde fueron esclavizados hasta 1864.
Violencia política en la historia estadounidense
Reflexionando acerca del intento de asesinato de expresidente Donald Trump, el presidente Joe Biden declaró que esa “violencia política no representa la que somos como nación.” Sin embargo, Julian E Zelizer de Foreign Policy, duda de que esto sea así.
De los 45 presientes de los Estados Unidos, cuatro de ellos fueron asesinados durante su mandato. El primero de ellos fue Abraham Lincoln, seguidos por James Garfield, William McKinley y John F. Kennedy. Además de estas víctimas fatales, se deben agregar los fallidos atentados en contra de Franklin Delano Roosevelt, Gerald Ford y Ronald Reagan.
Donald John Trump no fue el único candidato a presidente contra el cual hubo un intento de asesinato. A él se suma Robert F. Kennedy asesinado en 1968; George Wallace baleado y paralizado en 1972. No puede ser olvidado de esta lamentable lista al expresidente Teddy Roosevelt quien en 1912 se libró de dos tiro gracias a un discurso de campaña de 50 páginas que limitó la velocidad de las balas.
También se recuerdan los asesinatos de Martin Luther King Jr., y Harvey Milk y los casi fatales baleos que sufrieron la Representante Gabby Giffords en 2011 y del también representante Steve Scalise en 2017.
David Graham afirma que, en los últimos años, USA ha entrado en un periodo de violencia política que incluye el asalto al Congreso del 6 de enero de 2021 por parte de hordas de enardecidos que intentaron bloquear la certificación del presidente electo Joe Biden. La agresión incluía el intento de ahorcar al vicepresidente Pence.
A esto se agrega en el 2020 la conspiración para secuestrar a Gretchen Whitmer, la gobernadora demócrata de Michigan, y el plan de asesinar al Juez de la Corte Suprema Brett Kavanaugh. El año recién pasado se registró el ataque a la residencia de la ex portavoz de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi donde un sujeto armado de un martillo planeaba romperle las rodillas, una amenaza que había hecho el exconsejero presidencial de Trump llamado Stephen Banner. Ella no se encontraba en el hogar y el invasor atacó al esposo dejándole herido de gravedad con martillazos en la cabeza.
Donald Trump, de acuerdo a David Frum, se ha convertido en alguien que alude constantemente en sus violentos discursos a la violencia política, mencionando su apoyo a ataques por parte de sujetos armados a sus oponentes, y lanzando constantemente intimidaciones a otros políticos.
Trump es definitivamente un enemigo de la democracia, afirma Frum, porque más que ningún otro líder estadounidense ha amenazado a los estados Unidos con un baño de sangre si no es elegido en la próxima elección del 5 de noviembre 2024.
A propósito de violencia política
Isaac Yoder, un hombre acusado de ser parte del tropel de terroristas que arengados por Donald Trump atacaron el palacio del Congreso el 6 de enero 2021; trató de persuadir al juez de que llevaba durante el ataque una espada de metal solamente para completar su disfraz del tiempo de la colonia en América. Yoder alegó que se le rebajara la pena de 12 meses en prisión porque la espada simplemente acompañaba a su traje.
La juez del distrito federal Royce Lamberth explicó en su sentencia que un arma peligrosa no se transforma en algo benigno e inofensivo cuando se incluye como parte de un disfraz.