BIRMINGHAM, Alabama, EE.UU. (AP) — La oficina del abogado Sydney Duncan se vio desbordada por emails y llamadas telefónicas de parejas de un mismo sexo preocupadas por el estatus legal de sus matrimonios y por la tenencia de sus hijos horas después de que la Corte Suprema decidiese desconocer el derecho al aborto en Estados Unidos.
El fallo de la semana pasada no afecta directamente el matrimonio gay, aprobado en el 2015. Pero representa una señal de alarma para las familias encabezadas por personas de un mismo sexo, que temen perder sus derechos, igual que las mujeres perdieron el derecho constitucional a abortar.
“Hay mucha gente asustada, y con razón”, dijo Duncan, que se especializa en casos que involucran a miembros de la comunidad LGBTQ en el Magic City Legal Center de Birmingham.
Desconociendo un precedente sentado hace casi 50 años, la Corte Suprema dijo que el aborto no estaba protegido por la constitución al pronunciarse en torno a un caso de Mississippi. La decisión despeja el camino para que aproximadamente la mitad de los estados de Estados Unidos prohíban el aborto. El juez Samuel Alito dijo que el fallo abarca solamente ese procedimiento médico. Sostuvo que “no se debe inferir que (el fallo) siembra dudas sobre los precedentes que no involucran el aborto”.