Que alegría y que tristeza, y lo digo porque disfrute hasta el último minuto del mejor «8» de la historia del futbol español y del mundo. Hoy, uno de los más grandes jugadores del futbol mundial se retira como profesional de las canchas del planeta. Este gran icono del futbol español decidió a sus 40 años, terminar con una carrera de más de dos décadas con grandes logros, títulos, récords y, sobre todo, de una satisfacción personal y profesional. No es fácil levantarse y decidir, “Me retiro del futbol como jugador”, como le toco al grande Iniesta, que entre lágrimas y en una celebración que le brindaron sus amigos en Barcelona, les expreso.
Con frases como : « El estar en el césped se acaba », « No puedo estar lejos del futbol, ha sido mi vida y lo seguirá siendo », con estas palabras el exjugador que nació en Fuentealbilla (Castilla-La Mancha), y que comenzó su recorrido desde niño en las inferiores del Albacete, no sabía que iba a tener un futuro tan lleno e inmenso en alegrías, porque desde su arribo a las puertas del Barcelona, en 1996, con tan solo 12 años, se unía La Masia, donde solo fueron títulos tras títulos, y una década marcada como super exitosa ; campeón de los torneos, competiciones y ligas más grandes que puede conseguir un jugador como profesional, y un equipo como institución ; al ganar todo con el Barcelona, recibe una oferta del Vissel Kobe, equipo de la liga japonesa, y decide abandonar el equipo azul-grana, para unirse con este onceno en donde se le respetaba y se le idolatraba por sus palmares en el futbol español.
De allí se fue al Emiratos Árabes Unidos, para cerrar su ciclo como jugador profesional, pero dejo abierto su continuidad como entrenador, y para eso, se sigue preparando como el mismo lo anuncio en su rueda de prensa. Y, es que no se puede pasar por alto la despedida de las canchas de un jugador emblemático, con carácter, jerarquía, clase, talento, humildad, tranquilidad, goles y sapiencia; todo esto inspiraba el crack y cerebro del Barcelona FC. La vida, le dio el honor de haber nacido especialmente para jugar con este Barcelona, con el cual gano 32 títulos, desde que debuto en 2002 hasta su salida en el 2018, jugo 759 partidos y marcó 66 goles, y consiguió: Cuatro Liga de Campeones, tres mundiales de clubes, nueve ligas de España, tres Supercopas de Europa, seis Copas del Rey y siete Supercopas de España.
Además de brillar con el Barcelona FC, fue, es y seguirá siendo uno de los titulares más grandes de la Selección de España. Disputo 131 partidos internacionales, ganó cinco títulos (1 mundial, 2 Eurocopas, 1 Euro Sub-19 y 1 Euro Sub 17), anotó 14 goles y dio 30 asistencias de gol. Además de estos títulos, cabe destacar algunos logros individuales como el mejor jugador de Europa (2012), MVP final Mundial (2010), MVP final Eurocopa (2012), mejor jugador de la Eurocopa (2012), MVP final Champions (2015) entre muchos otros. Sus otros tres trofeos en clubes han sido con la elástica del Vissel Kobe: Liga japonesa, una Copa del Emperador y una Supercopa de Japón.
La mayoría de sus compañeros de equipo lo describen como una persona humilde, reservada, trabajadora y nada de egocentrismos. Cuando salía al terreno de juego y tenía el balón en sus pies, se sabía que venía una genialidad, un pase perfecto, una pincelada o una de esas jugadas como le decía Lionel Messi: «MAGICAS»; además el argentino le envió un mensaje a través de los medios de comunicación donde dice: «Uno de los compañeros más mágicos y con los que disfrute jugando. La pelota te va a extrañar y todos nosotros también. Te deseo lo mejor siempre, eres un fenómeno». Y, es que no podemos olvidar ese «mágico-mediocampo» del Barcelona con Xavi Alonso, Sergio Busquets y Lionel Messi, que era una cuarteta encantadora con pases de fantasía y goles de otra galaxia. Ellos hicieron famoso el «Tiki-Taka », la triangulación, la posesión del balón, el pase simple y ese estilo único de ganar a base del mejor futbol elegante y arrollador.
Lo bueno de esta historia, de estos recuerdos, de estos títulos y de su legado, es que ahora en su despedida nos dice que no se alejara del futbol y que comenzara a prepararse para ser entrenador en algún momento, y lo mejor, es que el conoce muy bien lo que significa la «masía», sus raíces, sus inicios, su esencia, su logística, su amor, su pasión y lo que significa el futbol como arte y como deporte. Creo que hoy muere un jugador, pero nace un excelente director técnico. Además, Andrés Iniesta, mientras era mediocampista tenía como técnico a Luois Van Gaal, quien fue el que le dio la oportunidad de debutar en el onceno azulgrana, Pep Guardiola, con el técnico que lo guio, lo entendió, le dio la libertad de ser ese mago con el balón, y con el cual gano todo en su carrera mientras vestía la camiseta de esa institución llamada Barcelona FC.
Y con estas palabras termino su rueda de prensa: “Orgullo de haber luchado y trabajado hasta el último día que jugué”. “El resto es historia: títulos, derrotas, malos momentos que todos tenemos que pasar… El orgullo y el no rendirse nunca es lo que me hace muy feliz hoy. Lo único triste es que me hubiera gustado jugar hasta los 90 años”. Y culmino mi columna en este homenaje al manchego Andrés Iniesta, con un recuerdo que lo inmortalizo con la casaca de la Selección Española, y fue cuando marco el gol de la victoria en la Copa del Mundo de la FIFA Sudáfrica 2010. Era el 11 de julio 2010, y cuando estaban en la prórroga del partido, y transcurría el minuto 116, de la final contra el seleccionado holandés, llega un balón a la línea del área grande y es Ces Fabregas quien recibe el balón, tras un mal rechazo de la zaga naranja, este mira a su derecha y encuentra al mago de su selección solo y sin marca, se la envía con un toque suave, y este levanta su cabeza, mira el ángulo donde desea patear y la acomoda con un fuerte derechazo al palo derecho del arquero holandés. El gol del triunfo, del título y de todos los españoles… Gracias Andrés por tus jugadas, tu futbol y tus goles. La pelota te extraña y nosotros también.