Casi nadie lo recuerda, casi nadie lo celebra, pero esta semana entrante se celebrará el “Día Internacional de la Mujer.” Es una pena que toda nuestra sociedad altamente materialista y comercializada no se enfoque en celebraciones que no sea de interés financiero o comercial.
El 8 de marzo se celebra el “Día Internacional de la Mujer”. Dia en que se reconoce la aportación de la mujer en nuestra sociedad. Curiosamente, a nivel mundial cada día son más los casos que se reportan de abusos y mal tratos contra la mujer. Como Latinos, reconocemos la importancia que ellas tienen en nuestras vidas. Todavía no conozco a un hombre que no haya nacido de una mujer. ¿Qué seria este mundo sin las mujeres?
Cada cual tiene su opinión, pero es importante que tomemos en cuenta algunos pensamientos acerca de su rol en nuestras vidas. La mujer es símbolo de la fertilidad, sin ella no se puede hacer un hogar, no se puede hacer una familia. Si la mujer, el hombre estaría incompleto. Algunos llegan a decir que la mujer es mucho más fuerte que el más fuerte de todos los hombres. ¿Sera esto verdad?
Cuenta una leyenda que, al principio del mundo, cuando Dios decidió crear a la mujer, encontró que había agotado todos los materiales sólidos en el hombre y no tenía más de que disponer.
Ante este dilema y después de profunda meditación, hizo esto: Tomó la redondez de la luna, las suaves curvas de la olas, la tierna adhesión de la enredadera, el trémulo movimiento de las hojas, la esbeltez de la palmera, el tinte delicado de las flores, la amorosa mirada del ciervo, la alegría del rayo del sol y las gotas del llanto de las nubes, la inconstancia del viento y la fidelidad del perro, la timidez de la tórtola y la vanidad del pavo real, la suavidad de la pluma del cisne, y la dureza del diamante, la dulzura de la paloma y la crueldad del tigre, el ardor del fuego y la frialdad de la nieve. Mezcló tan desiguales ingredientes, formó a la mujer y se la dio al hombre.
Después de una semana vino el hombre y le dijo:
– Señor, la criatura que me distes me hace desdichado, quiere toda mi atención, nunca me deja solo, charla intensamente, llora sin motivo, se divierte en hacerme sufrir y vengo a devolvértela porque NO PUEDO VIVIR CON ELLA.
– Bien, contestó Dios y tomó a la mujer. Pasó otra semana, volvió el hombre y le dijo:
– Señor, me encuentro muy solo desde que te devolví a la criatura que hiciste para mí, ella cantaba y jugaba a mi lado, me miraba con ternura y su mirada era una caricia, reía y su risa era música, era hermosa a la vista y suave al tacto. Devuélvemela, porque NO PUEDO VIVIR SIN ELLA.
A continuación, traemos otro pensamiento, escrito por un autor anónimo, quien trata de establecer la verdadera fortaleza en nuestras mujeres. Léelo y vuélvelo a leer como meditación, pero también como tributo a ese ser tan especial: la mujer.
¿Qué es realmente una mujer fuerte? ¿Una que aspira a ordenar en algo la vida de sus hijos, sabiendo que algunas veces, será no oída …? pero que pacientemente, seguirá en su insistencia, que su vida discurre … aun estando sola o acompañada … en dar fortaleza y presentando fuerzas que ella no tiene, pero que las saca del todo y de la nada, para cumplir sus objetivos.
¡Qué duro es demostrar fortaleza, sabiendo que hay que sacarla igual … porque todos la esperan! ¿Una mujer fuerte, o una mujer de fortaleza?
Una mujer fuerte hace ejercicios todos los días para mantener su cuerpo en forma … mientras que una mujer de fortaleza se arrodilla a orar para mantener su alma en forma.
Una mujer fuerte no teme a nada … mientras una mujer de fortaleza demuestra valor en medio de su temor … Una mujer fuerte a nadie permite que le quite lo mejor de ella, mientras que una mujer de fortaleza da lo mejor de sí a todos.
Una mujer fuerte comete errores y los evita en el futuro … mientras una mujer de fortaleza se da cuenta que los errores en la vida también pueden ser bendiciones de Dios, y aprende de ellos.
Una mujer fuerte camina con pasos seguros … mientras una mujer de fortaleza sabe que Dios la ayudará si cae … Una mujer fuerte muestra en su rostro una expresión de confianza … mientras una mujer de fortaleza muestra una expresión de gracia.
Una mujer fuerte tiene fe en que tiene fuerza suficiente para el viaje mientras una mujer de fortaleza tiene fe que el viaje la hará más fuerte.
Nada tan importante como una Mujer. En ellas siempre veo la Madre, la esposa abnegada, la hermana cariñosa, la abuela compasiva, por eso para mí son lo primero, lo máximo, lo que más respeto y más quiero.
Comparte esto con toda Buena Mujer que conozcas.
Así eres tú mi Azucenita: sencilla, frágil, hermosa, olorosa y sensual.
Gracias, por perfumar el aire que respiro cada día.
Gracias por acompañarme siempre.
Gracias por hacerme feliz.
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Las opiniones vertidas por Waldemar Gracia no reflejan la posición de la Voz Hispana. Nombres, lugares y circunstancias han sido alterados para proteger la identidad de los personajes citados en la historia.
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